Por qué vemos las mismas películas una y otra vez
¿Aún suena en tu mente la canción de "La historia sin fin"? ¿Por qué es que los principales canales de aire ponen las mismos films los domingos a la tarde?
En efecto, ¿por qué disfrutamos tanto al ver una y otra vez determinadas películas?
Hay una explicación científica para responder a estas preguntas que inclusive pueden explicar, desde la psicología, el "boom" de las remakes.
En este artículo de iProfesional te contamos por qué ocurre este fenómeno, que atraviesa edades y clases sociales, y qué dicen los especialistas. Así, al disfrutar tu próximo clásico favorito, serás consciente de que no solo es una cuestión de placer sino que tiene implicaciones introspectivas más profundas.
Ver las mismas películas para descubrir los detalles
¿Qué es lo que nos motiva a ver una y otra vez la misma película? ¿Es solo diversión o hay algo más?
Según los especialistas, lo hacemos porque nos gusta pero también puede estar vinculado a revivir experiencias.
Las investigadores estadounidenses Cristel Antonia Russell y Sidney Levy encontraron que ver una y otra vez la misma película nos lleva a encontrar detalles en nuestras escenas favoritas y a sentir esa comodidad y placer de sentirnos en un ambiente cálido y seguro, ya que sabemos que lo que vamos a experimentar es de nuestro agrado.
Estas dos psicólogas, en un trabajo para la Universidad de Chicago, estudiaron los hábitos del reconsumo, es decir por qué las personas deciden pasar activa y voluntariamente por la misma experiencia en reiteradas ocasiones.
De esta forma, al revivir esos momentos que nos han marcado a lo largo de nuestra vida, obtenemos experiencias más ricas que inclusive nos pueden llevar a conocimientos introspectivos más profundos.
Ver las mismas películas como mecanismo de análisis y curación
En efecto, ambas investigadoras, sostienen que el hecho de ver la misma película a lo largo de los años nos ayuda a tomar conciencia del transcurrir del tiempo, con todo lo que ello implica en cuanto al propio crecimiento personal, mostrándonos cómo cambiamos internamente, reflexionando sobre el pasado y el presente.
Por ejemplo, cuando miramos 'Titanic' recordamos con quién la vimos la primera vez, las escenas en las que nos emocionamos, cómo pensábamos en ese entonces sobre el amor, sobre la vida en general, etc.
En este punto es que estas dos psicólogas, en un informe publicado en el Journal of Consumer Research, destacan que inclusive la experiencia de volver a ver una y otra vez la misma película nos puede ayudar a ser conscientes de cómo superamos una situación conflictiva, como puede ser la muerte de un ser querido.
Por eso es que en realidad no necesariamente nos gusta ver películas "felices" sino que también hay dramas o incluso películas nostálgicas. Cada una de ellas nos lleva por diferentes estados que nos recuerdan viejos momentos.
Asimismo, las especialistas señalan que nuestra mente distingue las emociones que despiertan nuestras películas preferidas y por eso vemos la necesidad de verlas en determinado momento: cuando estamos felices recordamos alguna comedia memorable y si estamos pasando por una situación de tristeza acudimos a alguna melodramática.
El informe también detalla que el reconsumo implica una búsqueda activa de nuevos significados que contienen un gran valor emocional, y de ahí deriva su "efecto terapéutico".
Por qué los chicos ven la misma película tantas veces sin cansarse
En el caso de los niños ocurre un fenómeno similar al de los adultos, aunque por supuesto no tan intenso.
Los más pequeños disfrutan de ver una y otra vez la misma película, o la misma escena, porque al ser conscientes de que saben lo que va a suceder, se sienten cómodos y seguros.
Si bien este fenómeno también puede ocurrir con los cuentos infantiles, ciertamente las películas, y más aún el cine, dejan una huella en los menores.
"La imagen tiene una dimensión afectiva muy importante", señala al respecto la doctora Mónica Cruppi.
"El cine (...) propone una travesía por la fábrica de sueños, es fundamentalmente una experiencia emocional", añade psicoanalista y escritora en un diálogo con Infobae.
En ese sentido destaca el "efecto de verosimiltud" que contiene la pantalla grande al identificar al espectador con lo que experimenta el protagonista de la ficción.
"El hecho de ver una y otra vez una película hace que uno pueda elaborar un tema o darle una vuelta a un problema propio. Pensamos que sólo somos espectadores en el cine pero en realidad por el fenómeno de la identificación muchas veces lo que está reflejado en la pantalla son vidas cercanas a la nuestra: la vida del otro puede ser la vida de uno y uno no es un mero observador, porque a veces lo que ve lo condiciona. El cine permite a una persona identificarse con lo que está viendo y puede llevar a una resolución. Tiene un efecto de vicariato: se aprende a través de la experiencia de otros", explica.
Ver las mismas películas como como método de aprendizaje
Entonces, ver una y otra vez la misma película no es algo extraño y menos aun adictivo, sino que, además del placer, está vinculado a la búsqueda consciente o inconsciente de niveles más profundos de introspección.
En este aspecto hay que resaltar que si una persona acude una y otra vez a la misma película (como puede suceder también con una canción) por el mero hecho de "repetir", entonces estamos frente a un cuadro emocional sin resolver y que hay que tratar, sobretodo cuando se despierta la melancolía.
Es aconsejable, en esos casos, que se consulte a un especialista ya que hay algún obstáculo mental que impide ampliar la mente, despertar la creatividad y, en defintiva, hacerse cargo del presente.
"Siempre que uno esté activamente consciente de la re-experiencia -y no que sea una adicción pasiva e incontrolable-, puede ofrecer muchas oportunidades para la auto reflexión", indica Russell en su trabajo.
Por otro lado, como dijimos, el reconsumo puede llevarnos a un estado de catarsis, cuando la persona se identifica con el personaje, experimenta internamente lo que sucede en la película, y libera emociones contenidas en su interior.
"La re-experiencia permite que uno se vuelva consciente de acontecimientos traumáticos reprimidos o suprimidos", añade la especialista.
Es por eso que los terapeutas, en general, destacan el aspecto "curativo" de revivir o reexperimentar nuestras películas favoritas.
Así que, ya sabés, si te gusta disfrutar una y otra vez de la misma película, quedate tranquilo que no sos el único y que este hábito demuestra que, además de reirte o llorar con esa escena memorable, probablemente estés experimentando, a la vez, un proceso de introspección y crecimiento interno.