La Legislatura porteña prohibió las intervenciones quirúrgicas estéticas a las mascotas
Después de que el Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de buenos Aires aprobara un sistema de multas al maltrato animal, los diputados sumaron este jueves la prohibición de realizar intervenciones quirúrgicas estéticas que causen mutilaciones como el corte del rabo, las orejas o la extracción de las cuerdas vocales.
El proyecto de ley, que fue impulsado por el legislador del GEN Sergio Abrevaya, fue sancionado durante la última sesión ordinaria de la Legislatura antes del recambio parlamentario.
En junio pasado había sido sancionada una ley que estipuló penas cercanas a los 50.000 pesos a los dueños que abandonaran animales en la vía pública y a quienes dejaran a sus mascotas encerradas en lugares no aptos, como ventanas o terrazas de poca dimensión, así como también sanciones a los que tiñeran el pelo de gatos y perros por moda.
En esta ocasión, avanzaron también en el impedimento de intervenciones quirúrgicas estéticas sobre animales, entre ellas, la caudectomía (corte de la cola), cordectomía (extirpación de cuerdas vocales), otectomía (corte de orejas), oniquectomía (amputación de garras) y todas las cirugías que "no tengan como finalidad restablecer o preservar el estado de salud".
No obstante, la norma advierte que quedan exceptuadas de la prohibición aquellas prácticas que se realicen "bajo prescripción médica por parte de un veterinario matriculado en la Ciudad".
"Mutilar a los animales por estética ya está prohibido en al menos 18 países y también en varias ciudades del mundo", destacó Abrevaya.
El sistema de multas aprobado a mediados de año sancionarán a quien omita recaudos de cuidado responsable serán de entre 6.420 y 21.400 pesos; para quien abandone un animal doméstico se elevarán a entre 21.400 y 42.800 pesos, y en el caso de quienes lo confine "en espacios inadecuados" deberán pagar entre 10.700 y 21.400 pesos.
La ley considera "animal doméstico" a todo aquel que por sus características evolutivas y de comportamiento pueda convivir con el ser humano en un ambiente doméstico, recibiendo de su cuidador responsable atención, protección, vivienda, alimento y cuidados sanitarios.