El cambio de modelo del "Bicho": cómo reordenó sus números el club de los amores de Alberto Fernández
En los últimos cuatro años Argentinos Juniors cambió por completo su realidad. De pelear al descenso a disputar la punta en la Superliga; de tener una deuda millonaria con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a poner las cuentas en orden; y de contar con un clásico predio de entrenamiento para el fútbol amateur a poner la piedra fundacional para convertirlo en un complejo deportivo modelo para la región.
Así, con una transformación digna del ave fénix, el club de los amores de Alberto Fernández, vuelve a relucir con orgullo su chapa de Semillero del mundo. Después de su visita al Estadio Diego Armando Maradona y a días de llevarse a cabo las elecciones de octubre, el presidente electo le dedicó un saludo al club a través de su cuenta de Twitter en el aniversario de la conquista de la Copa Libertadores de 1985. "Un día como hoy los de Argentinos ganamos América. ¡El domingo los argentinos ganemos el futuro! Feliz día a los hinchas de mi querido Bicho", escribió Fernández el pasado 24 de octubre.
El domingo siguiente, fue la cuenta oficial de Argentinos la que escribía en la red social un mensaje a Alberto y más tarde su presidente, Cristian Malaspina.
"Saludamos y felicitamos a Alberto Fernández, socio e hincha de nuestra Institución, por convertirse en Presidente de la Nación. ¡Éxitos en esta nueva etapa!", celebró la cuenta oficial del club. "El Estadio Diego A. Maradona; ubicado en una manzana donde se escriben enormes historias... AAAJ, el club de barrio más grande del mundo", saludaba Malaspina desde su cuenta de Twitter, quien acompañó esas palabras con una foto junto a Fernández.
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Malaspina es justamente uno de los artífices de este resurgimiento del club. Asumió la presidencia en diciembre de 2015, y los libros del club reflejaban que la deuda con la AFA ascendía a $100.347.600 y un pasivo total de más de 400 millones de pesos.
Sin tiempo que perder y peleando el descenso que se concretaría en los primeros meses de 2016, Malaspina contrató a Gabriel Heinze, que traía pocos pergaminos como entrenador, pero ideas de buen fútbol. Su paso por el Nacional B fue muy breve. Ascendió cuatro fechas antes de que termine el torneo y de la mano del gringo logró instalar un estilo de juego vistoso, haciendo honor a la historia del Bicho.
El fruto del buen fútbol
El Semillero del mundo comenzaba a soñar a lo grande. Gracias a los ingresos que generaron las ventas de buenos jugadores, como la de Esteban Rolón al Málaga; la de Alexis Mac Allister al Brighton and Hove Albion de Inglaterra; o la Nicolás González al Stuttgart, de Alemania, el club logró enderezar sus cuentas, saldar la totalidad de la deuda con la AFA y pasar a ser un club superavitario.
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En concreto, las ventas de los jugadores sumaron unos u$s23 millones, una cifra que alcanzó no sólo para pagar los 100 millones de pesos adeudados a la AFA sino también gran parte del resto de los pasivos del club.
Al mismo tiempo, esas transferencias también contribuyeron a que en julio de este año las glorias del club pongan la piedra fundacional del predio del Bajo Flores donde en marzo de 2020 ya tendrá seis canchas profesionales de césped natural, dos de sintético, un edificio con dormitorios y un gimnasio. "El hincha tiene que entender que el nuestro es un club formador y vendedor. Y que el dinero de la venta de Alexis (Mac Allister) se reinvierte en esta obra, para que nuestras inferiores sigan creciendo y siendo ejemplo", destacó el propio Malaspina, tras poner la piedra fundacional del predio, junto a glorias del club como el "Checho" Batista, César La Paglia, Leonel Gancedo o Gustavo Oberman.
Con sus seis hectáreas, el centro de entrenamiento es modelo en Latinoamerica y está realizado en base a predios de clubes europeos que fueron relevados por los directivos del club.
Definitivamente cambió la suerte para la gente de Argentinos. Atrás quedaron los días de sufrimiento futbolístico y millonarios números rojos. Hoy la historia es otra. Se dio vuelta la taba para el equipo del próximo presidente.