Algunos, señalan, actúan como Aghoris para entretener a los turistas y peregrinos, y ganar propinas.
Los devotos les ofrecen comida y dinero, pero Thakkar dice que los verdaderos Aghoris son indiferentes al dinero.
"Rezan por el bienestar de todos. No se preocupan por las personas que desean su bendición para un niño o para construir una casa".
Los Aghoris principalmente adoran a Shiva, el dios hindú de la destrucción y su consorte Shakthi. En Bengala, se les puede ver viviendo el cementerio.
"La mayoría de las personas temen a la muerte. Las tierras de la cremación simbolizan la muerte. Ese es el punto de partida para un Aghori. Quieren desafiar la moral y los valores del hombre común", agrega Thakkar.
En el norte de la India, solo los hombres son admitidos en la secta. La mayoría vive desnudos, pero donde aceptan a las mujeres, estas ahora llevan ropa.Servicio social
En las últimas décadas, la tradición Aghori ha tomado ideas de movimientos religiosos principales y comenzó a proporcionar servicios médicos para pacientes con lepra.
"Los Aghori están trabajando con aquellos que se consideran las personas más intocables de la humanidad", comenta Ron Barrett, un antropólogo médico y cultural.
"En cierto sentido, la clínica de tratamiento de la lepra ha tomado el lugar de los lugares de cremación, pero en lugar del miedo a la muerte, los Aghori están asumiendo el miedo a una enfermedad", agrega en una entrevista con Emory Report.Los pacientes de lepra, muchos de ellos abandonados por sus familias, encuentran refugio en el hospital administrado por Aghoris en la ciudad de Varanasi. Reciben terapia que van desde la medicina ayuvédica (una forma tradicional de medicina alternativa) y el baño ritual hasta la medicina occidental moderna.
Pero algunos Aghoris utilizan también teléfonos celulares y transporte público. Cada vez más muchos usan al menos algo de ropa cuando visitan áreas públicas.No sexo gay
Más de mil millones de personas siguen el hinduismo, pero no se suscriben a un conjunto uniforme de creencias.
No hay profeta ni texto sagrado venerado por todos los practicantes.
Por eso, aunque es difícil estimar el número de Aghoris, los expertos creen que puede ser como máximo unos pocos miles.
Para la mayoría de los indios que están acostumbrados a los caminos de los hombres santos, un encuentro casual con Aghoris puede ser muy molesto y desagradable.
Pero tienen un tabú. "Se permiten el sexo ritual con prostitutas. Pero no aprueban el sexo gay", indica Mallinson.
También hay otro: cuando mueren, sus cuerpos no son comidos por otros Aghoris.
Son enterrados o incinerados como el resto de la humanidad.