El autor de la tesis es el español Alejandro Tovar (1988), quien ha analizado los diálogos y los guiones que cuentan la vida de una familia media norteamericana, aunque ya había estudios sobre cómo recibe la audiencia la serie.
En declaraciones a la agencia EFE, él mismo se define como un "friki doctor" porque es un "superaficionado" de Los Simpson.
La serie nació en 1987 como un corto publicitario y luego pasó a ser una serie de 21 minutos en diciembre de 1989.
Los personajes principales son Marge, de 34 años; Homero, de 36; y sus hijos Bart (10), Lisa (8) y Maggie (1). Todos siguen con la misma edad después de más de treinta años de aventuras y de"predicciones", entre ellas, la de que Donald Trump sería presidente de EEUU.
"No envejecen y cada vez que hablan del futuro parecen adivinos. Crean distopías que se cumplen porque llevan a la sociedad al esperpento aunque, como sucede con el caso de Trump, la realidad supere a la ficción", asegura Tovar, doctor interuniversitario por las universidades españolas de Sevilla, Málaga, Huelva y Córdoba.
Su éxito se debe a que, más que un producto para el entretenimiento, "es el espejo más satírico, irónico y certero no solo de la sociedad estadounidense, sino de la occidental", dice el autor.
En conclusión, explica que la serie se podría revelar como una potente herramienta pedagógica, porque se pueden enseñar con ella diferentes materias.
Por ejemplo, la cuestión de género: Marge, hija de inmigrante francés, sensible y "leída", tiene aspiraciones que se truncan cuando se casa con Homer. Entonces, se convierte en una mujer plegada a los deseos de su familia y a las necesidades de su marido, aunque convencida de que la vida de su hija Lisa debe ser diferente a la suya.
Respecto a Homero, "representa todo lo que un ser humano no tiene que ser: vago, machista, aficionado al alcohol... pero también es un gurú del emprendimiento".
"Hace un estudio de mercado cada vez que detecta una necesidad, como comprar una máquina cuando nieva en Springfield (donde viven) u ordenarse a cura para oficiar matrimonios homosexuales, e inventa cosas como el 'tomaco' o su 'flambeado', pero todo por ciencia infusa, sin método ninguno y con el solo objetivo" de hacerse rico, precisa Tovar.
La serie también critica el periodismo sensacionalista y los padres que "enchufan a sus hijos a un aparato (la televisión) sin saber qué es lo que ven", explica Tovar.
Fuente: EFE