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El arte es el negocio de lujo que más creció en los últimos 12 meses

La consultora londinense Knight Frank difundió los resultados de su último trabajo en este rubro y reveló datos inesperados. La situación en Argentina
03/11/2018 - 19:55hs
El arte es el negocio de lujo que más creció en los últimos 12 meses

Hay quienes apuestan al dólar, otros miran con buenos ojos a la moneda europea, otros invierten en bonos y acciones. Pero sólo unos pocos apuntan a los negocios de lujo. Y, si en el último año compraste obras de arte, te tenemos buenas noticias: la rentabilidad de este negocio creció un 21% en un lapso de 12 meses.

Las cifras salen del Luxury Investment Index de la consultora Knight Frank, el cual también dio a conocer cuáles fueron los negocios más rentables en los últimos cinco y diez años. Pero al contabilizar los 12 meses, después del arte vienen los vinos de lujo (9%), los relojes (5%) y las monedas (4%).

¿Cómo es el mercado del arte en la Argentina?

La galería de arte moderno y contemporáneo “Aldo de Sousa” queda en el barrio de Retiro, sobre la calle Arroyo, entre Suipacha y Esmeralda, y lleva 47 años en el mercado. Pablo, hijo de Aldo, el fundador de la galería, opina que el contexto de crisis funciona de una manera particular en el arte: “Mucha gente vende sus obras y a un precio barato. Los períodos de crisis para el país fueron crecimiento para el arte. Sin embargo, la mayoría de lo que se vende no son obras fuertes. Estos tenedores, si pueden, esperan a un mejor contexto.”

Pablo opina que este mercado en Argentina todavía es joven y “recién desde hace unos pocos años se lo mira desde el lado de las finanzas. Hay más inversores”.

Las políticas públicas parecen haber favorecido el contexto. Tras el Régimen de Exportación Simplificada que anunció el presidente Mauricio Macri en diciembre de 2017, el panorama para los extranjeros se volvió más seductor. Este permite la venta de obras al exterior con garantías de seguro, embalaje, y demás servicios.“Vienen curadores y consultores, de Londres y otras grandes ciudades, a ver este nuevo mercado. Tenemos un muy buen producto”, comenta De Sousa.

Federico Curutchet es director de Barro, una galería del barrio de La Boca orientada al arte contemporáneo,. Conjuga tanto a artistas jóvenes de treinta y pico que apuestan a futuro, como a los consagrados que cargan con bienales en sus hombros. El experto explica que, en el mercado local, el arte también tiene una gran rentabilidad y se debe principalmente a que es un mercado inquieto, impredecible, volátil.

En sus propias palabras lo pone así: “En tiempos de crisis, el arte funciona como una reserva de valor. La gente busca que su capital no se devalúe y es una salida. Casi como si las galerías funcionaran como fondos de inversión

Sin embargo, reconoce que no todo son flores en el rubro. “El problema que tenés es el de la liquidez. Una persona que quiere hacer plata la obra que compró hace un mes, va a encontrarse con un problema. El arte tiene un segmento muy especializado del público, que requiere erudición. Se necesita construir el poder de una obra, con tiempo, para poder materializarlo”.

Coincide con De Sousa en algo: es un mercado muy joven. Y agrega: “Recién hace tres años se creó Meridiano, la Cámara de Galerías Argentinas. Y como mucho, nuestro mercado tiene entre 30 y 40 años. Es muy poco en comparación a otras ciudades como Nueva York, Berlín o ciudades asiáticas que vienen en alza”.

A Curutchet le parece que el Régimen de Exportación Simplificada, o ‘Exporta Simple’, se quedó corto. “Sirve mucho para la venta al exterior, facilita muchos servicios, inclusive termina con el embrollo de los despachantes de aduana, pero no sirve para las muestras en otros países, que son tan habituales y claves para la vida de una obra de arte”.

Facundo Gómez Minujín es el expresidente de ArteBA, presidente de JP Morgan en Argentina y también opina que el mercado local es muy pequeño. “Hay algunos países en los que se compra y se remata. Acá, depende de la obra, pero tienen que pasar entre 8 y 10 años para vender. La compra es más por placer, que por inversión económica”.

Si bien en otros países puede funcionar como instrumento de inversión, el problema para Gómez Minujín es que el mercado es un reflejo del país, y hoy eso significa “volatilidad”.

La Ley de Mecenazgo que funciona en la Ciudad de Buenos Aires permite que las empresas desgraven parte de sus impuestos en inversión cultural. Según Gómez Minujín, hace falta que esta se extienda al nivel nacional. “Hace falta posicionar a los artistas en el exterior, y destinar recursos a la cultura para políticas de largo plazo. De todas formas, el gobierno está limitado en su presupuesto, y eso nos afecta”.

‘Despedaza el amor’

Cabe recordar el evento ocurrido el 5 de octubre en una subasta de Sotheby's, en Londres. Una obra del artista callejero y rebelde Banksy se vendía a u$s1,4 millones cuando, de repente, y frente a todos, se autodestruyó. Al parecer, el artista, quien está en contra de la venta comercial del arte, había armado un sistema de guillotina dentro del marco del cuadro. El público se enteró en vivo. El comprador, también. Según el artista, ahora la obra se llama ‘Despedaza el amor’. Hoy, expertos creen que la obra tiene un valor mucho más alto.

De Sousa va más allá: “No hay chance de que esa obra valga menos hoy”, mientras que Curutchet, de la galería Barro, prefiere mantenerse escéptico sobre el evento.

“Banksy es un gran artista, con muy buen contenido y conceptos muy interesantes, es un típico vanguardista. Sin embargo, me decepcionó. Creo que estuvo todo coreografiado. No hay manera que una casa de subastas como Sotheby's no se dé cuenta de que hay una cuchilla en el marco”, cerró.

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