Avanzan los barrios cerrados agroecológicos: cómo son y cuánto cuesta un terreno
Las urbanizaciones cerradas que se construyen en el vasto territorio del Gran Buenos Aires continúan reconfigurando parte del concepto tradicional de la vivienda en la Argentina. Producto de ello comienzan a emerger nuevas tendencias como los barrios agroecológicos, que agregan una filosofía de vida sostenible a las siempre vigentes razones que empiezan por el escape del caos citadino, y siguen por la búsqueda de mayor confort, seguridad y, por supuesto, mucho menos bullicio.
Cómo son los primeros barrios agroecológicos de Buenos Aires
El pionero que dio el primer puntapié en este nuevo segmento fue Pampa San Vicente, sobre el corredor Canning. A escasos 800 metros del kilómetro 58 de la ruta 19 e inmerso en plena naturaleza campera, este barrio que consolida la obra civil y eléctrica subterránea como parte del masterplan avanza en simultáneo con sus áreas de cultivo.
En sus 92 hectáreas que contemplan una combinación de iluminación convencional con luminarias abastecidas por energía solar y eólica en los sectores comunes y tratamiento de aguas y afluentes mediante biodigestores, no solo habrá una verdulería y un restaurante que permitirán consumir toda clase de productos orgánicos, sino que también se destinarán más de 16.000 m2 de parcelas únicas para la producción de frutales y huertas.
Se vienen novedades para noviembre con la apertura del Sector Glorietas Pampa, "un espacio de encuentro con gastronomía, música y vistas increíbles", cuenta su mentor y el CEO de DG Negocios Inmobiliarios, Damián Garbarini, además de la próxima apertura de ProShop, destinado a la venta de productos camperos, y una Tiny House de alquiler turístico.
Asimismo, en este cuatrimestre cosecharán más de 900 plantas de alcauciles y "sembraremos zapallos, girasol y maíz dulce", detalla Garbarini. Aparte, las huertas orgánicas siguen en rotación, la vid (Tannat) continúa su segundo año como también los frutales como carozo y pepita, por ejemplo.
Y aunque existe un proyecto para desarrollar una hostería cerca de una zona de vides, antes de cerrar la primera etapa se estarán terminando de construir un área de 4 hectáreas que además de un club house de 400 m2 contará con canchas de fútbol 11, pádel y pádel, SUM, pileta de natación y un sector de picadero para caballos y guardería.
El proyecto tiene 150 lotes, ya se vendió el 80% de la primera etapa: "La idea de que cada habitante pueda tener huerta propia", detalla. Los valores de lo que queda disponible varían según sus dimensiones: de 2.500 m2 a u$s57.500; de 5.000 m2 a u$s85.500 y de 10.000 m2, a u$s120.000, todos con un 50% y saldo en hasta 30 cuotas. Con el servicio adicional de un departamento de arquitectura que asiste en la ejecución de proyectos sustentables y co-housing.
La Posta está al norte
En ese tren de incorporar nuevas opciones que fusionen un estilo de vida que priorice el cuidado del medio ambiente y la integración con el entorno urbano emerge un segundo proyecto ubicado en el kilómetro 51,5 de Panamericana Ramal Pilar.
En pleno desarrollo, con un avance en la infraestructura y las primeras etapas de las áreas comunes, La Posta se caracteriza por ofrecer un área de 4,4 de hectáreas que conforman un gran ecoparque, huerta comunitaria y monte frutal, a los que se integra un biocorredor con sendas aeróbicas, bicisendas, lugares de descanso y jardines temáticos.
Este tipo de barrios forma parte de "una tendencia cada vez más consolidada entre las parejas jóvenes y familias con niños pequeños, pues observamos en ellos un gran interés en cultivar sus propios alimentos, priorizando el bienestar general", cuenta el arquitecto Jorge Urruti, dueño y fundador de JPU Desarrollos.
Asimismo, La Posta cuenta con especies nativas que se adaptan a la zona y un espacio destinado a compostera comunitaria y ecopuntos para residuos reciclables. En concreto, la guía de plantación diseñada propone que haya algo que cosechar todo el año.
Se prevé, asimismo, "la incorporación de cítricos como naranjas, limoneros, pomelos, quinotos y mandarinos; frutales de pepita como ciruelos, duraznos y membrillos, y olivos, paltos, nogales y vides", detalla.
Y otro dato de valor, si bien no se puede proyectar el valor que tendrán las expensas, al no poseer demasiados amenities que resultan costosos de mantener se estima que no superarán los precios de mercado para proyectos de este tipo.
Así las cosas, con una fecha de entrega de los primeros estimada para el primer semestre del 2025, el desarrollo contará con un total de 325 lotes de 390 m2 promedio, distribuidos en un amplio predio de 27 hectáreas, que oscilan un valor de entre los u$s25.800 a los 75.000 dólares.
En definitiva, estos proyectos de barrios cerrados como Pampa o La Posta reflejan un cambio en las preferencias habitacionales caracterizadas por la necesidad de propuestas integrales que combinen comodidad, seguridad y respeto por el medio ambiente, pero sobre todo que permiten la experiencia de cultivar alimentos propios en un entorno ecológico.