Milei puede desbancar al kirchnerismo como primera minoría en Diputados: cuántas bancas se juegan
El presidente Javier Milei empieza su segundo año de mandato con la expectativa de que las elecciones legislativas le permitan a La Libertad Avanza consolidarse como primera minoría en la Cámara de Diputados y superar al bloque peronista/kirchnerista Unión por la Patria, que pondrá en juego casi la mitad de sus bancas.
Esa posibilidad está dada por varios factores. Uno es que las encuestas que miran en Casa Rosada dan al oficialismo como favorito para las elecciones de octubre, en las que se renovarán 127 bancas en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado, pero otro más importante es que los libertarios arriesgan muchos menos lugares que el kirchnerismo y también menos que sus aliados del PRO y la UCR. Estos tres espacios son los que más tienen para perder.
A eso se le suma que Milei ya puso en marcha las negociaciones por el armado electoral con el ultimátum que le dio al PRO de Mauricio Macri para sellar una alianza en todo el país, pero lanzó además un operativo de seducción de dirigentes de ese partido y también de la UCR. Esto implica que además de sumar bancas propias, La Libertad Avanza podría contar con nuevos aliados.
Con todo esto, el Gobierno tiene buenas chances de que las elecciones de diputados nacionales lo dejen como el espacio con más votos propios en la Cámara baja, una posición que hasta ahora tiene Unión por la Patria con 98 de las 257 bancas del total. La Libertad Avanza tiene 39 y es segunda minoría.
Si bien la Cámara de Diputados seguiría fragmentada, sin que ningún bloque alcance por sí solo la mayoría de 129, la primera minoría cuenta con ventaja a la hora de negociar y también de pulsear por la aprobación o rechazo de cualquier ley. Y mucho más cuando es oficialista y tiene detrás todo el aparato del Gobierno nacional.
Elecciones: ¿por qué Javier Milei podría quedarse con la primera minoría en Diputados?
En las elecciones de octubre, Unión por la Patria arriesgará 46 de sus 98 bancas en la Cámara baja. Por su parte, La Libertad Avanza solo renueva 8 de 39. Es decir que mientras la primera minoría pone en juego casi la mitad de sus lugares, la segunda solo somete a la elección el 20 por ciento de los suyos.
La situación favorable al oficialismo se potencia por el hecho de que los bloques de la oposición más dialoguista, que fueron un apoyo clave para el Gobierno, pero que también lo obligaron a negociar más de lo que Milei hubiese querido, están expuestos a perder lugares en una proporción incluso mayor la del peronismo.
El bloque PRO que lidera Cristian Ritondo pone en juego 22 de sus 37 escaños, mientras que la UCR de Rodrigo de Loredo arriesga 14 de 20 y el radicalismo más "anti Milei" que se agrupa bajo el nombre Democracia para Siempre, 9 de 12.
En tanto, la bancada Encuentro Federal, que encabeza Miguel Pichetto, deberá renovar 8 de sus 16 bancas y el bloque Innovación Federal 3 de 8. En una situación todavía más frágil está la Coalición Cívica, que se juega 4 de sus 6 lugares, muchas de ellas conseguidas bajo el paraguas que le daba Juntos por el Cambio.
La extinción de esa alianza empieza a revelar su verdadero impacto político en las elecciones de este año, precisamente por el riesgo que enfrentan ahora todos sus ex integrantes de ver reducida su presencia en la Cámara de Diputados, una situación que Milei y su tropa intentarán aprovechar para consolidarse como primera minoría.
El armado electoral del Gobierno y las negociaciones, detrás de la renovación de Diputados
Tras este primer año de gobierno, Milei quedó bien posicionado en muchas provincias que tienen peso en la Cámara de Diputados por la cantidad de bancas que cuentan, como Córdoba, Mendoza, Tucumán o Santa Fe, entre otras. Con Karina Milei al frente del armado electoral, el oficialismo apuesta a tener candidatos propios en todos los distritos.
Pero en paralelo, algunos gobernadores de la UCR, el PRO y el peronismo no K sondearán un posible acuerdo en sus provincias con el oficialismo nacional, que beneficie a ambos. En la Casa Rosada tampoco descartan esta alternativa. "Son 24 distritos, habrá 24 estrategias distintas", deslizó una fuente del oficialismo a iProfesional.
En ese marco es posible que en algunos distritos haya saltos de dirigentes hacia La Libertad Avanza y en otras listas compartidas con alguna denominación acordada entre la Rosada y el gobernador. La explosión de Juntos por el Cambio colabora precisamente con esas alquimias electorales, porque le facilita a Milei captar dirigentes del PRO o la UCR que ven pocas chances de renovar su banca o entrar a Diputados.
Todo esto conspira a favor de la posibilidad de que el oficialismo crezca, entre puros y conversos, y estreche lazos con gobernadores que más adelante podrían aportarle los votos que le falten para construir mayorías. También lo favorece que muchos de sus aliados actuales en la Cámara baja no renuevan banca este año y los que sí ya miran con buenos ojos un posible acuerdo electoral con el oficialismo.
Es lo que ocurre con el bloque Independencia, referenciado en el gobernador peronista de Tucumán, Osvaldo Jaldo, que este año arriesga dos de sus tres bancas. Los sanjuaninos de Producción y Trabajo se juegan uno de los dos escaños. También deberán renovar su lugar los monobloques del Movimiento Popular Nuequino (Osvaldo Llancafilo) y Creo (Paula Omodeo).
Por otra parte, en las elecciones legislativas también se pondrán en juego 4 de las 5 bancas que tiene la Izquierda entre sus tres minibloques y una de las dos del bloque Por Santa Cruz. También se vencen los mandatos de los santafesinos Mario Barletta y Roberto Mirabella, que armaron dos monobloques separados tras abrirse de la UCR y de Unión por la Patria, respectivamente.
¿Cuántas bancas se pondrán en juego en el Senado?: la Ciudad, clave para Javier Milei
La situación del Senado también le abre una oportunidad a Milei de ganar músculo parlamentario si logra buenos resultados en las ocho provincias que este año elegirán tres senadores cada una. Se trata de Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. En cada una, el ganador de los comicios nacionales se lleva dos bancas y la restante va para el segundo puesto.
La principal ventaja para La Libertad Avanza es que no arriesga en estas elecciones ninguna de las seis bancas que tiene en la Cámara alta, debido a que todas las consiguió en las elecciones de 2023 y el mandato de los senadores dura seis años.
Al mirar el Senado, la pelea más importante para los libertarios es en la Ciudad de Buenos Aires, donde se perfila un enfrentamiento con PRO, con una particularidad: el partido amarillo tiene una sola banca por este distrito, pero es ocupada por Guadalupe Tagliaferri, quien no responde directamente a Macri y que llegó de la mano de Horacio Rodríguez Larreta.
Las otras dos son de Martín Lousteau (UCR) y de Mariano Recalde (Unión por la Patria). Por ello, la elección de senadores en la Ciudad será clave: el macrismo quiere ganar otro lugar y además revalidarse en su bastión electoral, mientras que los libertarios ven un terreno fértil para conseguir una o dos bancas a costa de los otros tres y engrosar sus filas en la Cámara más difícil.
A la desconexión entre Milei y la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, se le sumó como problema para el Gobierno en el Senado que Unión por la Patria tiene 34 de las 72 bancas. Sin embargo, en estos comicios arriesgará un total de 15, incluida la que sumó tras la expulsión del entrerriano Edgardo Kueider, cuya suplente es una referente de La Cámpora.
Además de ese escaño por Entre Ríos y del que tiene por la Ciudad, el bloque que responde mayoritariamente a Cristina Kirchner pone en juego sus dos bancas por Chaco, por Neuquén, por Río Negro, por Salta y por Tierra del Fuego, más las tres de Santiago del Estero que reportan al mismo espacio por la habilidad electoral del gobernador Gerardo Zamora.
¿Cómo llegan el PRO y la UCR a la elección de senadores?
En tanto, el PRO se juega solo 2 de sus 7 escaños: el de Tagliaferri en la Ciudad y el de Alfredo de Ángeli en Entre Ríos. La UCR, en tanto, arriesga 4 de 13: la de Lousteau en la Capital Federal, la de Víctor Zimmermann en Chaco, la de Stella Maris Olalla en Entre Ríos y la de Pablo Daniel Blanco en Tierra del Fuego.
Los demás escaños en juego pertenecen a los partidos provinciales que son oficialismo a nivel local, como el caso de Mónica Silva en Río Negro, o que son independientes en su terruño y aliados de La Libertad Avanza en el recinto, como Lucila Crexell en Neuquén y Juan Carlos Romero en Salta.
En este marco, a Milei se le abre la posibilidad de crecer dentro del Senado en detrimento de otras fuerzas, siempre en el mismo esquema de acuerdos con los gobernadores o presentación de listas propias competitivas que puedan salir en primer o segundo lugar y asegurarle una o dos bancas nuevas para sumar a las seis que ya tiene.
De esta forma, el panorama para las elecciones legislativas que tiene por delante Javier Milei le permite entusiasmarse con la posibilidad de convertirse en la primera minoría de la Cámara de Diputados y crecer en el Senado de tal manera que le resulte más fácil avanzar con su agenda de reformas en la segunda mitad de su mandato.