Cómo es el plan de Milei para que los presos trabajen y qué diferencias hay con el de Bukele
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció el lanzamiento del programa "Manos a la Obra", también denominado "Ocio Cero". A mediados de este mes, se oficializó en el Complejo Penitenciario de Ezeiza y será implementado por el Servicio Penitenciario Federal (SPF) a nivel nacional.
"Manos a la Obra es ocio cero. El ocio además no es un tratamiento penitenciario. Es entrar en la cultura tumbera y no lo vamos a permitir; esa es la cultura de la destrucción social. A partir de ahora, todos los presos van a trabajar", dijo la funcionaria en un video que fue publicado en sus redes sociales.
También, desde el propio ministerio, informaron que "los presos deberán trabajar en las cárceles. Los presos no son víctimas, sino victimarios. Realizarán tareas de mantenimiento, limpieza, aseo e higiene de los espacios propios y comunes de las unidades penitenciarias durante cinco horas y sin percibir remuneración". Los paralelismos no tardaron en llegar, el programa "Ocio Cero" es similar al que implementó el presidente reelecto de El Salvador Nayib Bukele en el 2020, denominado "Plan Cero Ocio".
Qué diferencias hay entre el programa salvadoreño y el argentino
Tanto en El Salvador como en Argentina, el objetivo del programa es eliminar el ocio en las cárceles y promover que los internos realicen trabajos, contribuyendo a su reinserción social y la reparación del daño causado a la sociedad. También, en ambos casos, se ahorrará una porción del personal de limpieza/mantenimiento y, por ende, del gasto público que demandaba esta contratación; dado que algunos trabajos serán realizados por los propios presos.
Las diferencias destacadas son, inicialmente, que en el programa implementado por el presidente Bukele, se enmarca en una estrategia más amplia de combate a las pandillas y la violencia en el país. Y, el programa anunciado por Bullrich se centra en la reestructuración del Servicio Penitenciario Federal y en la relación de los internos con la sociedad.
En cuanto al enfoque, también hay una diferencia: mientras que en El Salvador los internos participan en proyectos de infraestructura pública y comunitaria, en Argentina se enfatiza en que los presos trabajen en el mantenimiento de las propias instalaciones penitenciarias y en actividades productivas dentro de las cárceles.
También, otro de los puntos más cuestionados del programa que anunció la funcionaria de Javier Milei es que este trabajo por parte de los presos no será remunerado. De la misma forma, en El Salvador se asume que los delincuentes apresados no perciben sueldos por su trabajo, pero sí algunos modestos beneficios dentro del establecimiento. Además, estos son enviados a calles para realizar obras de mantenimiento, realizan muebles para las escuelas y confeccionan uniformes para algunas instituciones educativas. Es decir que, a diferencia de Argentina, en El Salvador los condenados realizan otras tareas además del mantenimiento y aseo del propio establecimiento penitenciario.
Cambios en la ley de pena privativa de la libertad
Por otra parte, la ministra Bullrich adelantó que, el año próximo, el oficialismo presentará un proyecto para cambiar la ley de ejecución de la pena privativa de la libertad. Entre las modificaciones que propiciará la aprobación de esta ley, la titular de Seguridad destacó que se "reglamente que el trabajo es trabajo y al que no trabaje no se le pagará un salario".
Sobre el programa para el SPF, Bullrich subrayó que "cada una de estas cárceles son impuestos acumulados de ciudadanos que son robados, asesinados, violados y que después tienen que poner plata para pagar la cárcel que no arreglan los que están adentro. Esa injusticia se termina".
Por último, en el mismo día que se anunció la aplicación de "Ocio Cero", el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Julián Curi, repasó la gestión del SPF de los últimos 10 meses e informó que se ha instalado un sistema de presos de alto riesgo. Donde "hemos soportado 620 hábeas corpus y ganamos todos".
Al igual que Bullrich, Curi señaló que se está trabajando en un proyecto. En este caso, en uno para cambiar la ley orgánica del SPF para volverla "más corta, más concisa y que recoja las necesidades de la institución". Y, el director nacional de SPF, Fernando Martínez, reconoció que "las cosas están mal desde hace mucho tiempo", por ello apoya las implementaciones de Bullrich y la desarticulación del "presupuesto millonario" implementado en el periodo 2020-2024 donde los internos percibían subsidios sin importar si trabajaban.
Entonces, el programa "Ocio Cero" nacional refleja un cambio de paradigma en la gestión penitenciaria, con puntual foco en la productividad de los internos y la reducción de costos para el Estado. Sin embargo, la comparación con el modelo salvadoreño evidencia diferencias de enfoque, alcance y ejecución que plantean interrogantes sobre la viabilidad y el impacto a largo plazo. Si bien ambas iniciativas buscan disminuir el ocio y promover la reinserción social, las críticas por la falta de remuneración en Argentina y la limitación de actividades a tareas internas muestran los desafíos que enfrenta la implementación de un programa de esta naturaleza. Y, claramente, el debate sobre los derechos humanos de los internos y la efectividad real de estas medidas sigue abierto en ambos países.