El Senado echó a Kueider y la tropa de Milei acompañó, forzada por el PRO y la UCR
El Senado decidió remover de su banca a Edgardo Kueider, el ahora ex senador detenido en Paraguay tras intentar pasar la frontera con u$s200.000 sin declarar, tras un debate muy tenso que llevó al PRO y a la UCR a cambiar su postura y no acompañar la propuesta de suspenderlo hasta marzo que había impulsado inicialmente el oficialismo pero que, finalmente, se vio forzado a abandonar.
Con 60 votos a favor, 6 en contra y una abstención (del federal Juan Carlos Romero), se impuso la iniciativa que promovió la bancada kirchnerista, cuyo doble objetivo era exponer la alianza que mantuvo Kueider todo este año con el gobierno de Javier Milei -que el oficialismo trató de desconocer- y a la vez quedarse con su banca, dado que ahora deberá asumir en su lugar hasta diciembre de 2025 Estefanía Cora, militante de La Cámpora.
Esta ganancia para el bloque Unión por la Patria que responde a Cristina Kirchner había alineado a buena parte de los bloques dialoguistas con la postura de La Libertad Avanza, pero eso cambió durante la tarde, bajo la influencia de varios factores, entre ellos, el pedido de desafuero que envió horas antes de la sesión la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.
La situación de Kueider se volvio insostenible, pero además en el PRO y la UCR consideraron que el escándalo sería mayor aún si ninguna de las dos alternativas alcanzaban la mayoría de dos tercios que se necesitaba tanto para suspenderlo como para removerlo y la situación de Kueider quedaba sin resolución.
Eso, sumado a la sorpresiva presión judicial, inclinó la balanza y obligó a la tropa legislativa de Milei a votar a favor de la expulsión, cuando vio que la otra alternativa no reunía suficiente apoyo. En tanto, el PRO se dividió en la votación.
El Senado echó a Edgardo Kueider: ¿cómo se cocinó la decisión?
Hasta el inicio de la sesión, que tuvo 67 presentes al momento de la votación, ninguna de las dos posturas tenía asegurada la mayoría y la situación del senador por Entre Ríos se encaminaba a quedar "en nada", como había advertido horas antes el jefe del bloque del PRO, Luis Juez.
Fue precisamente esa bancada la que dio la primera señal concreta sobre el cambio de escenario, cuando la senadora Guadalupe Tagliaferri adelantó que votaría "por la expulsión" debido a que Kueider fue detenido in fraganti en la comisión de un delito. También le reclamó al kirchnerismo que, si eso no avanzaba, se quedaran a "votar la suspensión".
Tagliaferri criticó al kirchnerismo por pararse como "un paladín de la moral" al proponer con suma rapidez la expulsión de Kueider por "inhabilidad moral", pero también apuntó calificó al gobierno de Milei como "el mejor alumno de las prácticas corruptas del kirchnerismo" y disparó: "Los dos sectores lo que están haciendo es viendo cómo especulan políticamente sobre esta situación".
Con el correr de las horas, la iniciativa para removerlo fue ganando apoyo. Sobre el final del debate, Juez terminó de selllar su suerte. A pesar de haber firmado el proyecto que proponía la suspensión, afirmó en el recinto que "la única sanción que le corresponde es la expulsión" porque "lo de Kueider es indecoroso".
Seguidamente, remarcó: "Hubo un oficio de una jueza federal donde solicita que le quitemos los fueros al senador Kueider para detenerlo y nosotros estamos dudando si la conducta del senador, que lo encontraron a la 1 de la mañana con su secretaria y 200 mil dólares, se merece una sanción".
Ruido interno en el PRO por el cambio de postura frente al caso Kueider
El PRO había informado que acompañaría la suspensión de Kueider hasta el 1 de marzo para esperar el avance de la causa judicial. Si la situación no se esclarecía a favor del entrerriano, entonces sí promoverían la expulsión.
Según indicaron a iProfesional fuentes del bloque, durante el trancurso de la sesión y bajo la presión que ejerció el oficio de la jueza Arroyo Salgado, Juez liberó a los miembros del bloque para votar lo que quisieran. También influyó la independencia que mostró Tagliaferri ligada a Horacio Rodríguez Larreta.
El tema, sin embargo, generó ruido. Antes de la votacion, la mesa directiva del partido que lidera Mauricio Macri largó un comunicado en el que insistió con la vía de la suspensión para Kueider. Al momento de votar, el bloque se dividió. Cuatro de los seis votos en contra de la remoción de Kueider fueron de ese partido: Carmen Álvarez Rivero, Alfredo de Ángeli, Enrique Goerling y Andrea Cristina.
Los otros dos votos en contra fueron del radical Maximiliano Abad -el único de esa bancada que no acompañó la expulsión- y Carlos "Camau" Espínola, que compartía el bloque Unidad Federal con Kueider.
La definición de Milei y el aporte de la UCR, las otras claves de la expulsión
En el bloque de la UCR hubo un giro similar al que exhibió parte del PRO. La bancada también había acompañado inicialmente la idea de suspender a Kueider hasta marzo y cambió sobre la marcha.
Durante su exposición el fueguino Pablo Blanco, uno de los más críticos del Gobierno dentro del bloque radical, advirtió: "Yo sostenía la suspensión para que el senador Kueider diera explicaciones, pero voy a cambiar mi postura y voy a acompañar echarlo". De esta forma expuso lo que varios de sus correligionarios ya estaban meditando.
Pero más allá de la resolución judicial que metió presión sobre el Senado y de la incomodidad general por el escándalo, también influyó la definición que dejó Milei la noche anterior a la sesión: "Si es un corrupto, que lo echen a patadas en el culo", lanzó el Presidente en el canal oficialista de streaming Carajo.
"Quién se iba a inmolar por Kueider si el mismo Presidente dice eso", reflexionó ante iProfesional un senador dialoguista. En los pasillos de la Cámara alta quedó la sensación de que la vicepresidenta Victoria Villarruel se movió más para evitar la expulsión que la propia Casa Rosada, con la que no tuvo contacto en los días previos.
Con la suerte echada y luego de un cuarto intermedio en el que los libertarios trataron de convencer a los dialogistas de tomar la alternativa del desafuero, el bloque de La Libertad Avanza se resignó.
"Teníamos la intención de suspender al senador Kueider, pero se necesitan dos tercios y no los hemos podido conseguir, y no queremos dejar que esto quede sin ningún tipo de votación", reconoció el jefe del bloque La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, antes de anunciar que finalmente votarían por la expulsión. Además, el Presidente ya los había dejado solos en el intento de promover una sanción menos grave.
El juego del kirchnerismo y un primer problema para Milei y Villarruel
La bancada de Unión por la Patria logró su cometido. No solo empujó la expulsión de Kueider y ganó una banca sino que, además, puso un manto de sospecha sobre la relación entre el Gobierno, el ex senador detenido con 200 mil dólares en efectivo, y la sanción de la Ley Bases.
Anabel Fernández Sagasti, una de las más cercanas a Cristina Kirchner, señaló que el oficialismo propuso suspender a Kueider porque tenía "miedo a que se sepa cómo se consiguieron los votos para la Ley Bases". Y en otro tramo de su discurso, agregó: "Queremos saber si esos billetes verdes fueron por votar la Ley Bases".
Más allá de que ese intento podría quedar en la nada, el kirchnerismo ganó una banca más y ahora tendrá 34, lo que le dejará a solo 3 del quórum y pondrá en un aprieto a La Libertad Avanza y especialmente a Villarruel, que debe manejar el Senado.
Por esa razón, cerca de la vicepresidenta masticaban bronca después de la sesión. Apuntaban, sobre todo, a Luis Juez. "El fracaso de la estrategia empezó con él", deslizaron en el oficialismo ante iProfesional.
Y es que, según supo este medio, el jefe del bloque PRO primero presionó para que se sesionara esta misma semana y se resolviera el tema Kueider. Luego firmó el proyeto para suspenderlo pero, a último minuto, dio un giro en el sentido contrario al que ordenó la mesa directiva del partido.
¿Cómo afecta los planes de Milei en el Congreso la expulsión de Kueider?
Sin sesiones extraordinarias y de cara a un año electoral que, como siempre, implicará una baja actividad en el Congreso, la expulsión de Kueider podría no tener un impacto inmediato en los planes de Milei, pero sí a mediano plazo.
El único tema del Senado que obsesiona al Gobierno es la aprobación de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como jueces de la Corte Suprema. Kueider estaba decidido a acompañar, al menos, el pliego de Lijo. El ahora ex senador por Entre Ríos había trabado un estrecho vínculo con Santiago Caputo, el asesor de mayor confianza del Presidente.
Sin Kueider, el oficialismo perdió un aliado pero, más importante aún, sumó un voto el espacio de oposición más dura. Esto hace que la negociación por los jueces de la Corte -que ya está trabada- se vuelva más difícil todavía para el Gobierno. En ese contexto, la decisión de nombrarlos por decreto está más firme que nunca. Podría ser en enero.
De cualquier forma, toda otra iniciativa que Milei envíe al Congreso tendrá ahora un nivel más de dificultad en el Senado. A eso se le suma la estela que podría dejar la expulsión de Kueider en la relación entre el PRO y el Gobierno.
La decisión del Senado de remover a Edgardo Kueider permitió cerrar un escándalo que fue incómodo para todo el cuerpo y especialmente para el oficialismo, que tuvo que tratar de despegarse de un legislador que les dio un apoyo clave durante este año, pero dejó abiertas las consecuencias políticas.