Desplantes continuos y una CGT que ya le daba la espalda: así se gestó la renuncia de Pablo Moyano
Pablo Moyano renunció a su cargo como co-secretario general de la CGT. Así lo informó mediante una carta enviada este viernes a la central obrera.
En los últimos días, la interna en la CGT había crecido, debido a la posición dialoguista de una parte de su dirigencia, que incluso mantuvo el jueves por la tarde un encuentro con el Gobierno. Algo que no es bien visto por el gremialista camionero.
"Me dirijo a ustedes, que he tomado la decisión de renunciar a mi cargo como co-secretario General de la Confederación General del Trabajo, al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada "mesa chica"", dice la carta de renuncia.
Esta semana se profundizaron las diferencias entre Moyano y el ala moderada de la CGT, encabezada por Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez y José Luis Lingeri. La gota que colmó el vaso fue la reunión en la sede de UPCN, sin el dirigente de Camioneros, donde la mesa chica decidió descartar cualquier tipo de medida de fuerza y apostar al diálogo con la Casa Rosada y los empresarios.
Así, la CGT contradijo a Moyano, quien había declarado que se estaba organizando "un paro nacional para diciembre" en rechazo a las políticas del gobierno de Javier Milei y señaló que la protesta también podría ser "una gran movilización" con la participación de organizaciones sindicales y sociales.
Lo cierto es que desde hace semanas se vislumbraba un final así. De hecho, ya a mediados de octubre y ante el predominio de la postura dialoguista de muchos de sus compañeros de la CGT, Moyano había avisado: "Veremos si continuamos en la CGT".
El secretario Adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones había cuestionado el encuentro que una delegación cegetista mantuvo con funcionarios de La Libertad Avanza (LLA). "No entiendo a los que van a hablar con funcionarios que les cagaron 10.000 pesos a los jubilados".
Moyano planteó la necesidad de "confrontar" con el Gobierno, porque "dialogar no sirve para nada", justificando su postura en que el modelo libertario "solo mira la inflación y el superávit con un ajuste brutal que se ve en los despidos, suspensiones, cierres de fábricas y comercios y la caída industrial".
Crónica de un final anunciado: Pablo Moyano había perdido poder en la CGT
La derrota de Pablo Moyano contra el ala dialoguista de la CGT se cocinó en los últimos días. El líder camionero parecía convencido de que iba a obtener respaldo para un paro general en diciembre, pero recibió una contundente negativa por parte de la cúpula de la CGT.
En realidad, no fue una situación muy sorpresiva: el fallido paro transportista del 30 de octubre había dejado en claro el escaso clima que había en el ámbito sindical como para escalar la conflictividad. De hecho, ese día Moyano y los sectores más radicalizados del sindicalismo habían quedado desairados: la adhesión a la medida fue baja, al punto que casi no tuvo consecuencias en la actividad comercial del país.
Pero, lo peor para Moyano, quedó en evidencia que el gremio de los colectiveros no compartía los motivos de la protesta: mientras el camionero y los dirigentes ferroviarios y aeronáuticos habían planteado el paro como una típica medida política contra las reformas de Milei, los colectiveros estaban en conflicto por una típica negociación salarial.
Con la excusa de que se encontraban impedidos por la medida de conciliación obligatoria, le dijeron a Moyano que irían al paro, pero no el mismo día sino en la jornada siguiente, y finalmente pasó lo que todos sospechaban: se anunció un acuerdo salarial y el paro de colectivos se levantó.
El fracaso de aquel paro fue inversamente proporcional al tono de las amenazas que hicieron los dirigentes. "El Gobierno no sabe dónde se está metiendo", había dicho Pablo Biró, dirigente del sindicato aeronáutico y uno de los enemigos preferidos del gobierno para debatir sobre la reforma de Aerolíneas Argentinas.
La última reunión de la CGT con el Gobierno, la gota que colmó el vaso
Pese a las advertencias de Moyano, algunos referentes cegetistas decidieron escuchar la propuesta de Javier Milei y reunirse con su secretario de Trabajo, Julio Cordero.
En esta línea, durante la tarde de este jueves, Gerardo Martínez, referente de la UOCRA; Cristian Jerónimo (trabajadores del vidrio), Claudio Marín (telefónicos) y Jorge Sola (empleados del seguro) se presentaron al encuentro convocado por la gestión libertaria y del cual también participaron los empresarios miembros del Grupo de los 6.
El objetivo de este acercamiento fue poner en marcha un comité para definir cambios en el sistema de riesgos laborales. Sin embargo, la novedad tiene que ver con que se trata del primer diálogo concreto, después de que la mesa chica de la CGT descartara desplegar un nuevo paro general.