• 17/11/2024

La estrategia de Milei para avanzar con privatizaciones de empresas públicas y evitar el Congreso

El presidente pidió a sus colaboradores apretar el acelerador a fondo con la decisión de privatizar todas las empresas estatales que se pueda
22/10/2024 - 13:00hs
Javier Milei Congreso

"Van a buscar ponernos trabas de todo tipo, pero el proceso de motosierra sigue a fondo". Con esa frase como norte, el presidente Javier Milei dio instrucciones en las últimas horas para apretar el acelerador a fondo con la decisión de privatizar todas las empresas estatales que se pueda. La decisión se conoció en paralelo al anuncio de eliminar la AFIP, reemplazarla por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), y despedir a unos 3.100 empleados públicos, además de bajar salarios en las altas escalas.

Milei viene repitiendo que "el Estado no sirve para ser empresario", y denunciando que las empresas públicas "se usaron para el robo de los políticos y como agencias de colocación de militantes".

Son dos visiones contrapuestas que acentúan las distancias entre los libertarios y el kirchnerismo, un choque de planetas que volvió a ingresar en ebullición en las últimas horas, cuando el Presidente dijo que le gustaría "ponerle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro". La virulenta declaración fue respondida por la exvicepresidenta, quien disparó: "¿Así que ahora me querés matar?".

Mientras los cruces suben de tono y reflejan las tensiones institucionales de la Argentina, Milei pretende avanzar con sus reformas antes de que termine el año, tal vez convencido de que 2025 será un período más complicado, elecciones legislativas de por medio.

"Si ya de por sí el Congreso trabaja poco, en años electorales tiende a paralizarse", es la reflexión que hacen cerca de la Casa Rosada.

Por eso Milei busca acelerar los procesos de privatización.

Cuál será la estrategia de Javier Milei para avanzar con las privatizaciones de empresas públicas

Por ahora, el cerebro puesto para encarar esa tarea es Diego Chaher, el titular de la Agencia de Transformación de las Empresas Públicas, que depende del Ministerio de Economía, pero a quien Luis Caputo parece haberle dado carta blanca para encarar uno de los procesos más delicados de la etapa que viene. Se trata de un abogado mendocino que tuvo un paso por Grupo América, de Eduardo Eurnekian, quien también fue jefe del propio Milei.

Chaher tiene línea directa con Santiago Caputo y buen diálogo con el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.

Hasta ahora, la Agencia contabilizó 59 empresas estatales que dependen de distintas áreas del Gobierno como Transporte, Energía, Innovación, Defensa, Prensa y Comunicación.

Convencido de que habrá intentos de la oposición en el Congreso para frenar cualquier intento privatizador, Chaher intentará avanzar con un menú de alternativas según las características de cada empresa, de modo tal de intentar sortear las trabas legislativas que pueda haber.

Para algunas está evaluando una venta directa por concurso, en el que podrían participar compañías internacionales.

En otros casos se evalúa una concesión por al menos 20 años, y para otras se piensa en que las provincias queden a cargo. La cuarta posibilidad será ir por una oferta pública, para lo cual la Comisión Nacional de Valores introdujo cambios en las normativa semanas atrás.

Ni fue casualidad que este lunes Mauricio Macri haya reaparecido no solo para dar su respaldo a Milei, sino para señalar que este proceso iniciado en esta gestión requerirá al menos "20 años de continuidad". Ya el kirchnerismo imaginó lo mismo, cuando en 2007 Néstor y Cristina imaginaron el plan "4+8+8", por el cual ella gobernaría entre 2007 y 2015, y él volvería para permanecer en el Gobierno hasta el 2023. Serían 20 años de kirchnerismo.

La prematura muerte del santacruceño impidió concretar ese proyecto faraónico que buscaba moldear a la Argentina por décadas. Ahora, con el mismo espíritu fundacional, Milei y sus libertarios piensan en una iniciativa parecida en cuanto a la continuidad, y tanto Macri como Patricia Bullrich y otros dirigentes de la centroderecha serían quienes apuntales esa estrategia.

Para determinar el valor de las empresas, Chaher imagina llevar a la cotización en Bolsa parte del paquete accionario de varias empresas públicas, para que sea el mercado el que defina el valor de las compañías.

Creen que así el mercado determinará el valor de las empresas, lo cual será más confiable para inversores internacionales.

Para Milei, esto tiene un problema político: el tiempo. Es que encarar semejante transformación llevará tiempo, especialmente para poner en caja muchos balances poco claros. Un ejemplo de esto es lo ocurrido en AySA, donde el gobierno acaba de anunciar que su ex titular, Malena Galmarini -esposa de Sergio Massa- utilizó discrecionalmente miles de millones de pesos para destinarlos a la campaña de su marido.

El tema era un secreto a voces en el ámbito de la política, ya que notorio la cantidad de fondos que AySA destinó por ejemplo a pauta publicitaria, pero ahora el gobierno le puso nombre y apellido y montos a la denuncia.

¿Qué empresas públicas podrían salir a la bolsa?

En el equipo de Chaher estiman que algunas empresas podrían salir a la Bolsa pronto: son los casos de Nucleoléctrica Argentina y Tandanor. En el primer caso es la operadora de las centrales nucleares, mientras que el segundo opera los astilleros, una actividad que está poco desarrollada en la Argentina, que con sus grandes extensiones de agua podría convertirse en un constructor relevante de embarcaciones, para lo sería necesario incorporar tecnología y especialistas calificados. La intención, al menos hasta ahora, es que casi todas las empresas salgan al mercado con participaciones minoritarias.

Mientras tanto, la primera privatización de la era Milei sigue adelante, y todo indica Industrias Metalúrgicas Pescarmona Sociedad Anónima (Impsa) pasará a menos de la multinacional Arc Energy.

Otras compañías con las que pretende avanzar lo más rápido posible son Belgrano Cargas, Corredores Viales, Energía Argentina, Intercargo, Yacimiento Carboníferos Río Turbio -YCRT- y Trenes Argentinos Operaciones. En todos los casos se tratan de empresas deficitarias y sobredimensionadas en cuanto a su personal. La intención es convertir a todas en sociedades anónimas.

Uno de los desafíos más grandes que deberá afrontar el Gobierno es el de Aerolíneas Argentinas. Los gremios vienen denunciando que se le quiere entregar en partes la empresa a distintos operadores privados.

Un tema que está siendo seguido de cerca por el sistema financiero es qué se hará con las acciones del Estado en Banco Hipotecario. Otro que está en la mira es el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), que también tuvo una activa participación para apoyar la candidatura de Massa.

Y la madre de todas las batallas será el gigantesco Banco de la Nación, la entidad financiera más grande el país. Hay distintos capitales interesados en entrar como accionistas de la entidad. La Asociación Bancaria, el gremio dirigido por el diputado kirchnerista Sergio Palazzo, promete torpedear cualquier proyecto de privatización, aunque sea parcial.

Como se vea, los frentes abiertos para avanzar con privatizaciones son múltiples, y las dudas afloran por la falta de capital político legislativo de Milei.