Las 3 alertas que debe encarar Milei en su desafío de sostener la tolerancia al ajuste
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Con la presentación del Presupuesto 2025 el presidente Javier Milei volvió a poner en práctica su capacidad para plantear el ajuste y el recorte del gasto público como algo positivo, un habilidad que le reconocen incluso algunos de sus peores detractores pero que según una reciente encuesta, empieza a dar señales de agotamiento.
Se trata de un sondeo elaborado por la consultora Proyección entre el 8 y el 14 de septiembre en base a 1.490 casos efectivos, que entre sus principales resultados mostró una caída en la "tolerancia social" al ajuste. Esa paciencia del electorado para ver la mejora económica prometida por el Gobierno es hasta ahora la principal ancla política del libertario.
La instalación del eslogan "no hay plata" en paralelo al alto índice de popularidad y adhesión del electorado que mantiene Milei es el motivo principal por el que hay tantos opositores "dialoguistas" que marcan límites pero no se animan todavía a ir al choque frontal con el Gobierno.
Sin embargo, la capacidad de Milei para sostener esa tolerancia al ajuste empieza a ponerse a prueba en un momento bisagra como es el debate del Presupuesto 2025, que busca blindar esa política. Los que dicen no estar dispuestos a "esperar" más por resultados treparon al 40% en los últimos tres meses.
Este es uno de los tres datos más "alarmantes" para el Gobierno que surgieron de la encuesta de Proyección, junto con el altísimo rechazo que cosechó el veto a la ley que disponía un aumento de las jubilaciones y una caída abrupta del "optimismo" sobre el rumbo del país junto a un mayor sentimiento de "incertidumbre".
Javier Milei y la tolerancia al ajuste: ¿qué dato arrojó la encuesta sobre el "humor" económico?
Como lo hace todos los meses, la consultora preguntó a los encuestados cuánto tiempo están "dispuestos a esperar" para "empezar a ver mejoras" en la economía tras el pedido que hizo el Presidente a la población.
El 25,5% respondió "más de un año", mientras que el 17,7% dijo poder esperar entre seis meses y un año; el 9,3% afirmó que soporta "entre tres y seis meses" más; el 7,4% "hasta tres meses" y, finalmente, el 40,1% señaló que no está "dispuesto a esperarlo nada".
Ciertamente, la "tolerancia" al ajuste alcanza casi el 60% si se suman todas las variables, lo que representa un dato a favor del Gobierno, pero en la comparación con las mediciones de los meses anteriores se observa que esto empezó a caer mientras crecen los que no quieren seguir esperando.
La opción "no estoy dispuesto a esperar nada" había sido la elegida por el 36,6% en julio, saltó al 37,9% en agosto y finalmente se ubicó en el 40% en septiembre, mientras que la tolerancia de "hasta seis meses" cayó desde el 19,2% que marcó en julio hasta al 16,7% promedio en septiembre.
En tanto, la paciencia de "más de seis meses" creció de marzo a junio y allí se quedó estable en el 44% pero este mes mostró un leve descenso al 43,2%, que combinado con las otras dos fluctuaciones evidencia el inicio de un retroceso en el nivel de "tolerancia" con el que juega Milei.
¿Cómo fue recibido el veto a las jubilaciones, según la encuesta?
Por otra parte, la encuesta midió el nivel de acuerdo de los consultados con el reciente veto del Presidente a la ley que aprobó la oposición y que fijaba una compensación para las jubilaciones por la inflación de enero.
Un impresionante 64,7% expresó su rechazo a esta decisión de Milei mientras que apenas el 25,2% se mostró "de acuerdo" o "muy de acuerdo" y un 10,1% dijo no estar "informado sobre el tema".
Si bien la medición sobre la controversia en torno a las jubilaciones fue presentada como un "bonus track" en la encuesta, se trata de una cuestión que viene asociada a la tolerancia frente al ajuste porque el argumento de Milei para vetar esa norma fue, precisamente, la necesidad de cuidar el déficit cero.
La ley establecía un incremento de 8,1% para los haberes, al tiempo que fijaba además un piso para la jubilación mínima y establecía un nuevo mecanismo de aumento anual. Milei la vetó de manera total y, durante la presentación del Presupuesto 2025 en el Congreso el pasado domingo, defendió su decisión.
Pero además, el mandatario ratificó que vetará "todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal". En el Gobierno remarcan cada vez que son consultados que a Milei no le importa "pagar el costo político" por temas como el de las jubilaciones. Sin embargo, el resultado de esta encuesta sugirió que ese costo podría ir subiendo si se repiten situaciones similares con leyes de alta sensibilidad social en un contexto de ajuste económico.
La otra alerta para Javier Milei: ¿qué pasa con las expectativas sobre el rumbo de la economía?
De la mano de estos números, la encuesta de Proyección arrojó otro resultado clave para el escenario que enfrenta el Gobierno de cara a las elecciones del próximo año al medir las preocupaciones y el estado de ánimo respecto de la economía, donde se registró una desmejora de las expectativas.
Al ser consultados sobre la sensación que les genera el rumbo del país, el 29,8% dijo tener "optimismo", mientras que el 24,9% se manifestó "pesimista" y un alto 45,3% afirmó tener "incertidumbre" sobre el futuro. Lo relevante de esta medición fue, nuevamente, la comparación con los meses anteriores.
El optimismo había tocado un pico del 42,5% en la misma encuesta de mayo, mientras que cayó a 35,6% en junio, a 33,7% en julio, 32,5% en agosto y finalmente el 29,8% de septiembre. Un derrumbe marcado.
En paralelo, la "incertidumbre" sobre el rumbo del país había sido 31,9% en mayo y saltó al 40,8% en junio, 41% en julio y 42% en agosto, desde donde trepó al 45,3% actual. En tanto, el "pesimismo" se mantuvo casi invariable entre marzo y septiembre, entre el 23 y el 25%.
Esto marca una caída en las expectativas de una mejora económica, un insumo clave para Milei porque se trata de algo íntimamente relacionado con la tolerancia social al ajuste que, según el mandatario, permitirá ver la luz al final del túnel. Según la encuesta, la paciencia para ello y la confianza en que ocurra podría estar agotándose.
¿Qué imagen positiva cosechó Milei en la encuesta y quién es la única dirigente que lo supera?
Pese a todo, Milei mantiene una alta imagen positiva que lo ubica por arriba de todos los referentes de la oposición, según la encuesta de Proyección. Este es un elemento que se repite en todos los sondeos de opinión, al igual que otro, no menor para la Casa Rosada: la vicepresidenta Victoria Villarruel es la única que supera al líder libertario.
En esta medición, Villarruel cosechó una imagen positiva de 47,1% y una negativa de 41,5%, mientras que Milei obtuvo 46,9% a favor y 46,6% en contra. Si bien la ventaja de la vice sobre el Presidente parece ser ínfima, la clave está en que el diferencial entre la positiva y la negativa de ella es notoriamente mayor. Detrás apareció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con 43,7% de imagen positiva y 51,4% de negativa.
En el siguiente puesto del ranking quedó el gobernador Axel Kicillof, con 38,8% de imagen positiva contra 53,7% de negativa, y, detrás suyo, apareció la exvicepresidenta Cristina Kirchner con 36,4% y 59,8%, respectivamente. Este dato es muy elocuente para la sorda interna que se libra en el peronismo porque el bonaerense se posiciona como el principal referente de la oposición.
De todas formas, el eje central de la encuesta es la alta imagen que mantiene Javier Milei en medio de una caída de las expectativas y de la tolerancia social al ajuste. Esto es lo que marca el verdadero desafío que tiene por delante el mandatario, quien podría ver puesta a prueba su capacidad para retener el apoyo a pesar del empeoramiento de la situación económica de los votantes, entre el debate del Presupuesto 2025 y las elecciones legislativas.