Uno por uno, los diputados radicales que votaron a favor del veto de Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria

En una sesión caliente en el Congreso, la Cámara de Diputados confirmó el veto del presidente Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria que fue sancionada por la oposición.

La oposición necesitaban una mayoría de dos tercios para insistir con la ley que fijaba una recomposición de 8,1% para las jubilaciones, incrementos anuales y pago de deudas a las cajas jubilatorias de las provincias, pero La Libertad Avanza y el PRO lograron bloquearlos.

El oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) tuvo una victoria, pese a que la insistencia de la ley tuvo más votos a favor que en contra: fueron 153 apoyos, 87 rechazos y 8 abstenciones.

Es que para poder revertir el veto, la oposición necesitaba una mayoría de las dos terceras partes de los votos: al haber votado 248 diputados, se requerían 166 voluntades.

Finalmente, le sobraron cuatro votos. "Sin los cinco radicales que se dieron vuelta, el veto quedaba herido de muerte", precisó a iProfesional una fuente parlamentaria luego de la votación, para mostrar con números la efectividad de la jugada de Milei. Le sobraron cuatro diputados nacionales. Por eso fue clave que se haya dado vuelta un grupo de cinco diputados de la UCR que en la víspera se había reunido con Milei en la Casa Rosada.

El quiebre de la UCR: los diputados radicales que apoyaron el veto de Javier Milei

Cinco diputados radicales se reunieron con Javier Milei el día anterior a la sesión. Como se preveía, los cinco votaron en contra de la insistencia, es decir, a favor del veto presidencial. En tanto, la ex libertaria Arrieta optó por abstenerse.

Los legisladores radicales que este miércoles decidieron desmarcarse de la conducción del bloque y votar a favor del veto fueron:

• Mariano Campero,
• Martín Arjol,
• Luis Picat,
• José Federico Tournier y
• Pablo Cervi.

El quiebre que logró el Gobierno en la UCR pegó fuerte en el partido y también en el kirchnerismo, que acusaron el golpe durante la sesión. El radical Pablo Juliano, por ejemplo, les reclamó a sus cinco compañeros de bloque que "tengan el coraje de devolver sus bancas".

Sin embargo, el malestar se notó mucho más en el kirchnerismo, donde los diputados usaron su tiempo para criticar a los radicales, casi tanto como a Milei y su "ajuste" sobre los jubilados. Varios destacaron que todo su bloque votaría igual que en junio, para marcar el contraste con la UCR, mientras que otros, como Tomás Ledesma, recordaron el discurso a favor del aumento que habían tenido en junio los radicales que ahora votaron en contra.

Junto con la pulseada política, en la que lo que estuvo en juego fue la capacidad de Milei para avanzar con su plan de gestión a pesar de los límites que intenta marcarle una oposición que lo supera en número en el Congreso, la discusión de fondo fue sobre el impacto fiscal de la reforma jubilatoria y las posibles consecuencias del veto.

El jefe del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo, aseguró que la discusión es por "15 mil pesos, una docena de empanadas para cada jubilado", en referencia al aumento del 8% que proponía la ley como recomposición por la inflación de enero, y sostuvo que "el argumento de quiebre de las cuentas fiscales no se sostiene".

Jubilación: ¿cómo logró Javier Milei defender su veto en Diputados?

Para lograr mantener el veto en la reforma jubilatoria, Javier Milei decidió empezar a meterse más en las negociaciones políticas tras los últimos traspiés que sufrió en el Congreso, incluida la aprobación de esta ley sobre jubilaciones. En el Gobierno entendieron que la palabra presidencial puede tener mucho más peso que la de cualquier otro operador político.

La nueva estrategia funcionó y se notó en esta sesión de la Cámara baja. Desde el arranque, distintas fuentes de la oposición adelantaban que no tenían los votos para insistir con la ley. Mientras en la calle avanzaba una nueva protesta por las jubilaciones, dentro del Congreso el oficialismo defendía el veto presidencial con argumentos fiscales y con la confianza de haber ganado una pulseada que parecía imposible.

Y es que el oficialismo ya tuvo varias demostraciones concretas de la enorme dificultad que representa para sus planes la confluencia entre los bloques de la oposición dialoguista y el kirchnerismo. Con su gestión personal, Milei dividió a los diputados de la UCR y le restó fuerza a esa combinación, además de generar una crisis en el partido.

El Presidente tomó nota del resultado que logró con esto para la pulseada por la reforma jubilatoria a tal punto que, mientras transcurría el debate en Diputados, recibió en Casa Rosada a senadores dialoguistas para tratar de evitar otra derrota en el Senado, donde la oposición busca rechazar el DNU que amplió los fondos de la SIDE y aprobar una ley de financiamiento universitario que también será vetada.