Milei y el PRO avanzan con la ley que limita los paros docentes y abren grieta en el sindicalismo

La Cámara de Diputados sesiona para tratar el proyecto que obliga a las escuelas a abrir cuando haya paro de docentes, una iniciativa impulsada por el PRO en acuerdo con la tropa del presidente Javier Milei que forma parte de la puja entre el Gobierno y los gremios, pero que, además, agita una interna en el sindicalismo que afecta sobre todo a Roberto Baradel, líder de SUTEBA.

El proyecto denominado "Ley Finocchiaro" -porque su autor es el diputado del PRO y ex ministro de Educación Alejandro Finocchiaro- declara a la educación como "servicio esencial" para que las escuelas garanticen una presencia mínima de docentes y auxiliares para que haya clases en los días de paro y forma parte de la puja entre el Gobierno y los gremios, los cuales denuncian que va en contra del derecho constitucional a huelga.

La iniciativa se agregó al extenso temario de la sesión impulsada en tándem por La Libertad Avanza y el PRO (la cual duraría unas 30 horas si no hay cuarto intermedio) luego de un acuerdo con la UCR y el bloque Encuentro Federal que encabeza Miguel Pichetto, que fue el que no les dio quorum para sesionar en diputados la semana pasada.

El oficialismo aceptó el pedido de ese sector de cambiar el orden del debate (que se trate primero la creación del Registro Nacional de Datos Genéticos- y el de los radicales para incorporar el tema del financiamiento de las universidades nacionales. A pesar de que el oficialismo rechaza este último punto, cedió a los pedidos para lograr el quórum y asegurarse, de paso, el apoyo de esos bloques y la aprobación del proyecto sobre esencialidad de la educación obligatoria.

¿Qué dice la ley que empujan el PRO y Javier Milei para limitar los paros docentes?

El eje central del proyecto es la declaración de la educación primaria y secundaria como "servicio público esencial", a fin de que se garantice en las escuelas la asistencia del 30% del personal -docentes y auxiliares- durante los paros que duren entre 24 y 48 horas. Si la medida de fuerza se extiende por más tiempo, esa presencia deberá aumentar al 50%.

Para asegurar que esta prestación del servicio educativo se cumpla, los equipos directivos de las escuelas deberán informar a las autoridades (la Secretaría de Educación) sobre la "nómina anual del personal docente y no docente que estará afectado al cumplimiento" de la medida, según precisa el proyecto de Finocchiaro.

Los diputados de Unión por la Patria y del Frente de Izquierda se opone al proyecto con el argumento de que implica limitar el derecho constitucional a la huelga de los trabajadores en el sector de la educación. Es el mismo planteo que surge de los sindicatos docentes, aunque el tema expuso una división en algunos de ellos.

Esto se vio particularmente en SUTEBA, el sindicato docente de la provincia de Buenos Aires que lidera Baradel. El referente kirchnerista tiene una oposición interna cada vez más férrea por parte de la izquierda, que acusa a la conducción sindical de falta de reacción ante el proyecto de los diputados del PRO y del oficialismo.

¿Cómo es la interna que agita el proyecto en el sindicalismo y los gremios?

Luego de que se confirmara el último martes el acuerdo en la Cámara baja para tratar la "Ley Finocchiaro", la lista Multicolor de SUTEBA que se opone a la conducción de Baradel lanzó un paro con movilización al Congreso para rechazar el proyecto.

Fuentes del área educativa señalaron a iProfesional que la medida se sintió con fuerza en varios distritos de la provincia de Buenos Aires, especialmente en La Plata, donde tuvo un acatamiento cercano al 70%. Algo similar ocurrió en Berisso, Ensenada, Marcos Paz, Esteban Echeverría y Tigre, entre otros.

En el flyer para convocar al paro y la movilización este sector opositor acusó directamente a SUTEBA, a la Confederación de Trabajadores de la Educación nacional (CTERA) y al Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) de haber pactado una "tregua" con el gobierno de Milei.

"No buscan destinar mayor presupuesto a la educación, solo quitar el derecho a huelga de sus trabajadores. CTERA, SUTEBA y el FUDB deben romper la tregua con el Gobierno y llamar a parar", disparó la lista Multicolor en una referencia directa a la conducción de Baradel y también de Sonia Alesso, líder del gremio nacional y miembro de la mesa chica de la CTA.

Lo que ocurrió fue que CTERA convocó a una protesta frente al Congreso pero no lanzó un paro, como reclama el sector opositor de la Multicolor. De esta manera, el proyecto para declarar la educación como servicio esencial profundizó la interna en el sindicalismo docente y expuso una división que podría jugarle en contra a los dirigentes más cercanos al kirchnerismo.

¿Cómo se acordó la sesión?: el complejo escenario que enfrenta el oficialismo de Diputados

La iniciativa de Finocchiaro, que muestra una de las coincidencias entre el PRO y Milei más allá de las tensiones de las últimas semanas, se agregó al temario que había quedado pendiente de tratamiento la semana pasada, cuando el bloque de Pichetto se negó a dar quórum e hizo caer la sesión, molesto con el Gobierno y el manejo de Martín Menem de la Cámara de Diputados.

Minutos antes de la sesión que empezó este miércoles a las 11:45, el oficialismo y el PRO arribaron a un acuerdo con el radicalismo y con el bloque de Pichetto para destrabar la sesión mediante la incorporación de temas que son de interés para cada sector. Era un entendimiento que Menem necesitaba para evitar otra derrota en su intento de conducir la Cámara baja.

Uno de los puntos centrales para ello fue la aceptación de que también se incorpore, para el tramo final, el proyecto de la UCR que propone la actualización automática del presupuesto para las universidades nacionales mediante el Índice de Precios al Consumidor (IPC), un tema rechazado por el oficialismo debido a su posible impacto fiscal.

No obstante, el inicio de la sesión (que puso como primer tema el proyecto para crear el Registro Nacional de Datos Genéticos) fue muy conflictivo, debido a la insistencia de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda para salirse del temario y tratar la "expulsión" de los diputados libertarios que visitaron a Alfredo Astiz y otros represores de la dictadura en la cárcel de Ezeiza. Finalmente, perdieron la votación, pero el clima quedó caldeado.

A eso se suma que un sector de la oposición dialoguista evalúa pedir un cuarto intermedio hasta la semana próxima si la sesión se extendiera mucho más allá de la medianoche, debido a que hay otra sesión especial convocada para este jueves por el bloque de Pichetto para votar el decreto (DNU) de Milei que amplió en $100.000 millones los gastos reservados de la SIDE. Aspiran a rechazarlo en el recinto.

Así, la Cámara de Diputados sesiona en un clima caldeado pero con un consenso significativo en torno al proyecto que obliga a las escuelas a abrir cuando haya paro de docentes, que impulsa el PRO en coordinación con el espacio del presidente Javier Milei, más allá de que la tensión entre los dialoguistas y el oficialismo continúe alrededor de otros temas en debate.