• 4/11/2024

La tensión entre Milei y Villarruel amenaza dos objetivos clave del Gobierno en el Congreso

La disputa le complica al oficialismo el control de la Comisión que supervisa los gastos de Inteligencia. Los jueces de la Corte, otro foco de tensión
29/07/2024 - 19:21hs
La tensión entre Milei y Villarruel amenaza dos objetivos clave del Gobierno en el Congreso

Mientras el gobierno de Javier Milei trata de bajar el tono a las versiones sobre la pelea con la vicepresidenta Victoria Villarruel, en el Congreso afirman que la tensión existe y adelantan que podría complicar puntos clave de la agenda del oficialismo como el control parlamentario sobre los organismos de inteligencia y la designación de los jueces que propuso el Presidente para la Corte Suprema.

Tras el cortocircuito de Villarruel con la secretaria y hermana presidencial, Karina Milei, por el tuit en el que llamó "país colonialista" a Francia días antes de la cumbre entre el líder libertario y Emmanuel Macron las miradas se posaron sobre el acto del domingo en La Rural donde se reencontraron el Presidente y su vice y el saludo aparentemente frío que intercambiaron.

En su habitual conferencia de prensa el vocero presidencial, Manuel Adorni, le quitó relevancia al tema y afirmó que no hubo "nada extraño ni atípico" y que "la relación sigue siendo la misma de siempre, muy buena". Sin embargo, fuentes parlamentarias del oficialismo y también de bloques aliados consultadas por iProfesional coinciden en que hay, por lo menos, una "desconexión" entre la Casa Rosada y el despacho de Villarruel.

En el bloque de senadores de La Libertad Avanza que encabeza Ezequiel Atauche no niegan la tensión, pero aclaran que intentan "mantenerse al margen" porque tienen un buen vínculo con Villarruel y "juegan en base a los pedidos del Ejecutivo". Entre los aliados, se quejan: "Son muy pocos y tienen demasiadas internas y ésta puede ser la más jodida".

Todos están mirando las posibles complicaciones que podría tener el Gobierno en el Congreso si la cuerda se tensa demasiado. Tanto el entorno de la vicepresidenta como los senadores que dialogan seguido con ella aseguran que Villarruel "nunca juega en contra" de los planes de Milei, pero advierten que la tensión puede complicar los próximos pasos del oficialismo.

Tensión entre Javier Milei y Victoria Villarruel: ¿cuál es la primera amenaza en el Congreso? 

Cerca de la vicepresidenta no ocultan el fastidio, pero intentan no exacerbarlo, mientras en otras oficinas satélites del oficialismo señalan que quienes hacen eso "están en Rosada", en alusión al tándem Karina Milei-Santiago Caputo, el asesor presidencial que acumula poder y se enfoca en el manejo de la renovada SIDE.

En ese contexto, la elección de autoridades para la Comisión Bicameral de Control de los Organismos de Inteligencia es el tema más comentado entre diputados y senadores. Villarruel quería impulsar al senador Martín Goërling (PRO-Misiones) pero Caputo y la hermana presidencial quieren al peronista dialoguista Edgardo Kueider (Unidad Federal-Entre Ríos). Por eso, todos ven a la comisión como el escenario central de la interna oficialista.

El propio Kueider reveló en declaraciones a una radio de Entre Ríos que Atauche le acercó el ofrecimiento de presidir la Bicameral de inteligencia por "instrucciones de la Casa Rosada". Otras fuentes parlamentarias indicaron a iProfesional que el entrerriano, cuyo voto fue clave para la Ley Bases, construyó un buen vínculo con Caputo y que "se reunieron varias veces".

El problema para el Gobierno es que, mientras el entorno presidencial rechaza la propuesta de Villarruel de nombrar allí a Goërling -un hombre del PRO con nexos comunicantes con Mauricio Macri- la figura de Kueider podría no reunir apoyo suficiente entre los miembros de la comisión, donde el kirchnerismo tiene seis de los 14 lugares y los otros siete se reparten entre los demás bloques, entre ellos el PRO.

"El peronismo y el kirchnerismo lo acusaron de traidor por votar la Ley Bases, lo quieren expulsar del partido, así que no parece que lo vayan a votar", comentó a iProfesional un experimentado operador parlamentario que sigue el tema, al tiempo que puso en duda el apoyo de los otros bloques entre los cuales "el PRO tiene a Goërling" y su propuesta habría sido fruto del acuerdo que hizo Villarruel con los dialoguistas en diciembre para bloquear la mayoría kirchnerista en las comisiones.

¿Por qué la Comisión de Inteligencia se volvió clave para el Gobierno?

La Bicameral de Inteligencia es clave para el Gobierno por varias razones. Una de ellas es que allí hay denuncias contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por las detenciones que se llevaron a cabo en el marco de las protestas contra la Ley Bases en junio.

Ese fue uno de los motivos por los que Caputo se metió para tratar de asegurarse el control y la mayor cantidad de lugares posibles para legisladores de confianza. "Alguien lo avivó de que el presidente de la Bicameral era Leopoldo Moreau (Unión por la Patria) y que podía reunir a la comisión para tratar esas denuncias", deslizaron fuentes del cuerpo a iProfesional.

Sin embargo, esto llevó al oficialismo a quitarle el lugar que le habían prometido al bloque de diputados que lidera Miguel Pichetto. La relación con ese espacio quedó dañada, según confirmaron a este medio. Ahora, esa bancada presentó dos proyectos para anular el DNU 656/24 con el que Milei amplió en $100.000 millones el presupuesto para gastos reservados de la SIDE.

Este es el otro tema por el cual la Bicameral es importante. Si bien el DNU debe ser analizado en otra comisión, la Ley de Inteligencia Nacional dice que es ésta la encargada de "supervisar y controlar los Gastos Reservados". El decreto acumula cuestionamientos en la oposición y el Gobierno necesita mantener bajo control esa discusión.

Para ello, la elección del presidente para la comisión es central y la interna entre la Rosada y el Senado es la que pone en jaque ese paso. Mientras no se resuelva, Moreau continúa técnicamente al frente. En el Congreso hay quienes sospechan que el Gobierno preferiría que todo se trabe para que la Bicameral no funcione, pero varios dudan de que pueda hacer sin tener mayoría propia.

Los jueces para la Corte: ¿Victoria Villarruel puede trabar el nombramiento de Ariel Lijo?

El debate del Senado sobre los pliegos del juez federal Ariel Lijo y el catedrático Manuel García Mansilla, propuestos por Milei para la Corte Suprema, es el otro tema importante sobre el cual se extiende la sombra de la interna entre el entorno presidencial y Villarruel. El 21 de agosto, Lijo, el más cuestionado, tendrá que ir a la Comisión de Acuerdos a defender su nominación.

La vicepresidenta ya hizo público que no le gusta Lijo para la Corte. Hay varios senadores en la misma postura, entre ellos el también oficialista Francisco Paoltroni. Por otro lado, Macri se prepara para relanzar al PRO el próximo jueves y trascendió que podría ponerle bolilla negra al juez federal. El jefe del bloque de senadores, Luis Juez ya dijo que él no lo votaría.

Fuentes del Senado ratificaron a iProfesional que "Lijo se reúne con todos los senadores y junta sus propios votos". El escenario, sin embargo, es muy difuso y eso hace que varios empiecen a mirar qué hace Villarruel como presidenta de la Cámara alta, que no está de acuerdo con la postulación de Lijo y encima está "desconectada" del círculo presidencial.

La aparente coincidencia entre la vice y el PRO de Macri es una de las cuestiones que alimenta la desconfianza de Karina Milei y Caputo. No obstante, en el despacho de Villarruel remarcan ante cada consulta sobre la interna que ella nunca irá en contra de lo que pida el Presidente y eso incluye al debate sobre los jueces de la Corte.

Entre los senadores hay quienes aseguran que Villarruel no tendrá forma de influir ni aunque quisiera en el tratamiento del pliego de Lijo, en parte por las gestiones del propio juez, y en otra parte porque su rol le impide meterse en la Comisión de Acuerdos. Pero otras fuentes consultadas dejan un margen para las dudas.

El rol de la vice en el Senado y la desonfianza de la Rosada

"Ella nunca juega en contra, pero cuando la marginan desde el Gobierno se desentiende de todo y puede arrastrar los pies en las cosas que sí le competen a ella", señaló a este medio un senador de la oposición que tiene diálogo fluido con Villarruel.

La vice construyó una relación de confianza y respeto con varios de los senadores dialoguistas. Uno de los principales interlocutores es el secretario parlamentario, Agustín Giustinian, un hombre con muchos años en el Senado que mantiene reuniones y charlas periódicas con gente de todos los bloques.

Ese juego propio es otro de los temas que generan desconfianza en la Casa Rosada, aunque en el Senado defiendan el rol de la vicepresidenta con el argumento de que es la única forma de manejar la cámara en la que el oficialismo está más débil, con solo siete de las 72 bancas. Es también esa característica lleva a algunos senadores a dudar de si la vice puede influir o no en el tema de Lijo.

El problema de la Corte, en realidad, la excede a ella. Milei tiene la postura de que Lijo y Mansilla deben aprobarse ambos, mientras que todos los senadores, incluso los aliados más cercanos, ya le hicieron saber al oficialismo de que no pasarán los dos. El cupo femenino les da la excusa perfecta.

Como contó este medio, está abierta la posibilidad de una negociación para ampliar la cantidad de miembros del máximo tribunal (hoy son cinco) como mecanismo para aprobar los dos pliegos enviados por Milei, aunque en el Senado son escépticos por lo compleja que sería la ingeniería política para lograr ese acuerdo de aquí a diciembre.

En cualquier caso, mientras la tensión entre el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel se pueda palpar en el Congreso, la designación de jueces para la Corte y cualquier otro tema que involucre al Senado se verá condicionado por las dudas, las sospechas y los posibles desencuentros.