La oposición dialoguista condicionó a Milei y ahora abre una discusión sobre el apoyo post Ley Bases
Con la Ley Bases, el presidente Javier Milei comprobó que los acuerdos con la oposición dialoguista son clave para llevar a cabo su agenda, pero que también pueden marcarle límites imprevistos y en el Congreso creen que esa situación podría complicarse un poco más para el Gobierno en la etapa "post Bases" por las internas en el PRO y la UCR y el malestar que persiste en otros bloques.
El proyecto de ley insignia de Milei entró a la Cámara de Diputados en diciembre y desde entonces tuvo una cantidad innumerable de modificaciones: las empresas públicas a privatizar se vieron reducidas de 41 a 6, las facultades que pidió el Presidente fueron recortadas y hubo retoques en el régimen para grandes inversiones (RIGI), en materia previsional, laboral, de seguridad y otras.
Resignado y dependiente por completo del apoyo de esos bloques, el oficialismo terminó por aceptar todo para tener este jueves -si todo sale como espera Milei- aprobada la primera ley en casi siete meses de gestión, pero el extenso debate expuso el problema de origen de la gestión libertaria: la debilidad política en el Congreso que lo hace depender de la oposición no kirchnerista.
En este marco, en los pasillos del parlamento, varios empezaron a preguntarse qué pasará después de que salga la ley. Algunos creen que empezarán a aparecer más seguido proyectos como la reforma de la movilidad jubilatoria que aglutinen a los dialoguistas y a la oposición dura que encarna el kirchnerismo, según deslizaron fuentes parlamentarias a iProfesional.
Javier Milei y la oposición dialoguista, tras Ley Bases: ¿qué pone en duda el apoyo futuro?
En tanto, en otros sectores de esa oposición "aliada con condiciones" creen que se podría "cerrar" o pausar el debate parlamentario y dejar que Milei gestione con las herramientas que ya le dieron (Ley Bases, paquete fiscal) aunque las hayan limado, como una forma de ponerlo a prueba y bajo presión. "Que quede solo con la gente y que no use más al parlamento como chivo expiatorio", comentan.
En efecto, las constantes acusaciones del Presidente contra el Congreso no dejan de irritar. El término "degenerados fiscales" molestó a legisladores de la UCR y de Hacemos que le reprochan, por ejemplo, su intención de vetar la nueva fórmula con aumento para jubilados (si se aprueba) a pesar de tener menos costo fiscal que la rebaja en Bienes Personales. "¿Quién es el degenerado fiscal?", lanzó un operador radical ante este medio.
Pero más allá de las especulaciones políticas, el apoyo hacia adelante para el Gobierno aún condicionado genera dudas por otro factor más concreto: las internas que se abrieron en los bloques del PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal, Coalición Cívica, Innovación Federal, y otros, que amenazan con fragmentar todavía más a esa oposición con la que el oficialismo al menos puede negociar.
Para Milei, esa fragmentación puede ser útil de cara la futura contienda electoral, pero para lidiar con un Congreso donde está en minoría y ya tuvo muestras concretas de que puede limitarlo en cualquier momento sería un problema porque complica la negociación. Los interlocutores se multiplican y así también los reclamos y condiciones.
Disputas y diferencias entre los opositores "aliados": ¿un problema para Javier Milei?
Las internas en el arco opositor que pueden menguar el apoyo al oficialismo ya empezaron y una de ellas se da por el artículo del proyecto fiscal que introdujeron los diputados de la Coalición Cívica y del bloque de Miguel Pichetto (Hacemos) para pedir al Gobierno una "revisión" de los gastos tributarios, entre ellos las exenciones impositivas de Tierra del Fuego, que tienen un costo de 4 puntos del PBI.
El Senado borró ese artículo y finalmente no quedará en el proyecto, pero esto generó fuertes críticas de Juan Manuel López, jefe del bloque de los "lilitos", contra el PRO por votar junto con el kirchnerismo (y los libertarios) en ese tema, con la acusación velada de beneficiar en conjunto a un reducido grupo de empresarios "cercanos" tanto al peronismo como al macrismo y al Gobierno.
Más allá de haber llamado "halcón sin garras" a Luis Juez, líder del bloque PRO de senadores, por haber votado junto al kirchnerismo, López expuso una de las grietas que aparecen en el arco opositor. En la sesión de este jueves, insistirá para volver a incluir el artículo y lo acompañarán Nicolás Massot y otros del bloque de Pichetto. "Saben que no tienen los votos, pero es simbólico", comentan en ese espacio.
A esto se suman la división que atraviesa al PRO, donde el jefe de bloque, Cristian Ritondo se embarcó a fondo en la pelea con Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad de Milei, por el control del PRO bonaerense y con la venia de Mauricio Macri. "Vamos a ver qué pasa después de la Ley Bases", deslizó a iProfesional una fuente del espacio en referencia a las tensiones en el partido.
¿Cómo quedan el PRO y la UCR tras la Ley Bases?
Los bloques de diputados y senadores del PRO se contagian de ese clima belicoso que atraviesa a la cúpula del partido desde que Macri volvió a liderarlo. En la Cámara baja tuvieron diferencias por la exclusión de Aerolíneas Argentinas de las empresas a privatizar en la Ley Bases que descolocaron a Ritondo. En el Senado, en tanto, la larretista Guadalupe Tagliaferri fue la voz disonante sobre el RIGI y el blanqueo.
Detrás de esas diferencias internas asoma la disputa por el nivel de cercanía del PRO al oficialismo, que es lo que motiva la pelea entre Macri y Bullrich, con Ritondo en un lugar central. La versión de que el ex presidente podría moderar su respaldo al gobierno de Milei después de que salga la Ley Bases agitan el riesgo de una fractura o "fugas" en el Congreso.
En la UCR quedó planteado un clima similar. El extenso debate sobre la Ley Bases y el paquete fiscal y el dilema no resulto sobre cómo posicionarse frente a Milei dejó expuestas las diferencias entre el senador y presidente del partido, Martín Lousteau, que lidera el sector más crítico hacia el oficialismo, y los gobernadores radicales que se acercan todos a la Casa Rosada.
A ello se le suma el subgrupo de diputados que integra Facundo Manes y que a veces juega en tándem con el espacio de Lousteau, para disgusto del jefe de la bancada, Rodrigo de Loredo. Al córdobés y a Ritondo les pasó lo mismo: apoyaron públicamente la versión anterior de la Ley Bases con privatizaciones incluidas y luego tuvieron que retroceder en medio de discusiones en sus propios espacios.
¿Por qué la relación entre Milei y el Congreso seguirá tensa?
Todo este clima amenaza el apoyo que tendrá Milei en el Congreso para la etapa post Ley Bases por varios flancos. Las internas que fragmentan a sus interlocutores, combinadas con el malestar por sus ataques (como cuando llamó "nido de ratas" al parlamento) no solo pueden complicarle negociaciones futuras para lograr una mayoría, sino también dejarle "cabos sueltos".
El proyecto para cambiar la fórmula de movilidad jubilatoria y otorgar un aumento adicional fue el primer ejemplo. En Diputados se aprobó por un acuerdo transversal entre dialoguistas molestos y peronistas K que se replicaría en el Senado en las próximas semanas y que proyecta una mayoría capaz de anular el anunciado veto de Milei. Los gobernadores radicales y del PRO que tallan sobre los bloques no pudieron hacer mucho para ahorrarle ese problema al Gobierno.
Según fuentes parlamentarias consultadas por iProfesional, en algunos sectores de esa oposición no descartan hacer algo similar con otros temas resistidos por el oficialismo. La revisión de los beneficios impositivos, que chocan con el discurso de Milei sobre el ahorro fiscal y el déficit cero "innegociable", podrían ser uno de ellos.
En la Casa Rosada por ahora no se inquietan. Milei nunca ocultó la molestia que le ocasiona el Congreso y la "rosca política", por eso lo delegó ese aspecto en el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Incluso llegó a decir que no necesitaba la Ley Bases, pero además ya prometió el 1 de marzo un paquete de proyectos de ley "anti casta" que apuntan a incomodar a los legisladores.
Allí figuran temas como la reforma del método para elegirlos (que había planteado en su proyecto original de diciembre), la eliminación de las jubilaciones de privilegio, del financiamiento público de las campañas electorales y la "democratización" de los sindicatos, cosas que generan roces en distintos sectores de la oposición y que serían su "contraataque" si lo complican.
Por ahora, Javier Milei se concentra en que salga la Ley Bases para avanzar con la organización de la firma del "Pacto de Mayo", prevista para el 9 de Julio en Tucumán, con la que también el Gobierno busca mantener abiertos los canales de diálogo con la oposición dialoguista mirando al Congreso, para no perder el apoyo que, aun con condiciones, consiguió hasta acá.