Ley Bases avanza con Ganancias pero sin la privatización de Aerolíneas: qué resignó Milei
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La Ley de Bases que el presidente Javier Milei envió al Congreso en diciembre quedó lista para su aprobación final en la Cámara de Diputados el próximo jueves tras haber logrado un dictamen consensuado con la oposición dialoguista, aunque sin la privatización de Aerolíneas Argentinas y otros puntos que la gestión libertaria se vio obligada a resignar para conseguir de una vez por todas su primer triunfo político concreto y abrir una nueva etapa.
El oficialismo llegó resignado a la reunión plenaria de las comisiones de Legislación General, de Presupuesto y de Asuntos Constitucionales donde se firmó el dictamen. "Nuestro bloque va a aceptar las modificaciones enviadas por el Senado", informó el jefe de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni, sobre el proyecto insignia de Milei luego de que no prosperara la intención de la Rosada de revertir esos cambios.
Además de la privatización de Aerolíneas Argentinas y otras empresas, las modificaciones incluyeron a la moratoria previsional y al régimen fiscal especial para grandes inversiones (RIGI), entre otros puntos. Buena parte de los diputados de Hacemos Coalición Federal, UCR y la Coalición Cívica le quitaron apoyo a la idea de insistir en la versión anterior aprobada el 30 de abril.
Hubo para ello argumentos jurídicos y políticos pero de todas formas esa decisión dejó a La Libertad Avanza sin margen e incluso arrastró al PRO, que sí quería insistir en las privatizaciones. Pero para tener el dictamen de mayoría en las comisiones el oficialismo necesitaba el consenso de todos los bloques de la oposición no kirchnerista.
Mucho más necesita ese acuerdo para lograr en el recinto el próximo jueves (la sesión fue convocada para las 12:00) la ansiada aprobación final que le dará al Gobierno su primera ley. Tras resignar los cambios sobre la Ley Bases el oficialismo quedó a solo un paso de ese objetivo y se conformó con el compromiso de los dialoguistas de no hacer lo mismo con la restitución del Impuesto a las Ganancias y el cambio en Bienes Personales en el proyecto fiscal que se trata en paralelo.
Avanza la Ley Bases: por qué Milei tuvo que resignar la privatización de Aerolíneas
El retiro de Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina (RTA) de la lista de empresas a privatizar en la Ley de Bases se ejecutó en el Senado al inicio de la sesión, antes de la votación en general y en medio de un escenario muy ajustado para el oficialismo, que necesitó del desempate de la vicepresidenta Victoria Villarruel para ganar.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, negó un acuerdo político en torno a esa modificación puntual pero varios de los senadores dialoguistas que tienen terminal en Diputados, como los de la UCR y algunos de bloques provinciales y el PRO, entendieron que sí porque ese cambio en el texto fue informado en el recinto a viva voz por el oficialista Bartolomé Abdala cuando el Gobierno comprendió que no tenía votos suficientes para su aprobación.
La jugada de Francos para dar vuelta ese cambio en Diputados generó un cortocircuito anticipado por este medio y se encontró con el argumento político de "respetar los acuerdos", por un lado, pero también con uno jurídico que se lo presentó la bancada Hacemos que lidera Miguel Pichetto: las privatizaciones podrían ser judicializadas si la Cámara baja insiste porque en el Senado no llegaron ni siquiera a votarse, dado que el oficialismo los retiró antes.
Según supo iProfesional, en la decisión de plantarse con este tema influyó algo que Milei volviera a agredir a los legisladores y llamarlos "degenerados fiscales" horas antes, pero el argumento que encontró Pichetto -que conoce como pocos los mecanismos y los "trucos" del debate parlamentario- terminó por clausurar la discusión para los libertarios.
En el bloque de la UCR varios compartieron esa mirada, que se sumó al pedido oficial que le hicieron sus pares del Senado para "respetar los cambios", entre ellos las privatizaciones, y se desmarcaron del jefe del bloque, Rodrigo De Loredo, que el fin de semana expresó su apoyo a insistir con la privatización de Aerolíneas Argentinas. La interna radical sigue.
¿Qué otros cambios resignó Milei para que avance su primera ley?
Además de la necesidad de anotarse un "gol político" que están esperando al igual que Milei el mercado financiero y el FMI, la otra razón por la que el oficialismo se resignó en Diputados a aceptar todos los cambios que hizo el Senado es que otras modificaciones se ven alcanzadas por el mismo argumento sobre el retiro de la Ley Bases antes de ser votados.
El capítulo que reformulaba la moratoria previsional y la reemplazaba por una prestación proporcional es uno de ellos. Es decir que si la Ley Bases se aprueba como se prevé el próximo jueves el esquema de moratoria que se sancionó durante la gestión de Alberto Fernández seguirá sin cambios hasta fin de año, cuando se vence.
El oficialismo también aceptó en el Senado que las obras públicas con 80% de avance o que tengan financiamiento privado o "internacional" seguirán adelante y agregó organismos públicos vinculados a la cultura a la lista de los que quedan fuera del alcance de la facultad que se le da al Presidente para modificar o suprimir distintas entidades del Estado.
Otros cambios clave que concedió el oficialismo en el Senado y que quedarían en la versión final de la Ley Bases, dado que en este caso sí fueron reconocidos por el Gobierno como parte de un acuerdo se hicieron en el RIGI, el régimen que otorga beneficios impositivos, cambiarios y aduaneros para proyectos de inversión de más de u$s200 millones.
Punto clave para el Gobierno: ¿cómo quedaría el RIGI?
El Gobierno aceptó acotar el régimen a cinco sectores puntuales: el agroforestal, infraestructura, minería, energía y tecnología, a los que luego se les agregó el turismo, y morigeró además el procedimiento y el plazo para la aprobación de los proyectos de inversión.
También modificó el alcance para el "desarrollo de proveedores locales", al incorporar que las firmas extranjeras que se inscriban en el RIGI deberán contratar a proveedores locales por un "20% de la totalidad del monto de inversión destinado al pago de proveedores" siempre y cuando la oferta local "se encuentre disponible y en condiciones de mercado en cuanto a precio y calidad".
Además, aceptó cambios en los porcentajes por los cuales los cobros de exportaciones de productos surgidos del RIGI quedarán exceptuados de la "obligación de ingreso y/o negociación y liquidación en el mercado de cambios". Serán de 20% luego de los dos años, 40% transcurridos los tres años y 100% luego de cuatro años.
A esto se le sumó la reforma laboral, donde los senadores de la UCR volvieron a incluir el artículo que califica como causal de despido el bloqueo a plantas, fábricas o empresas en el marco de protestas sindicales. Diputados lo había eliminado en la votación anterior y el oficialismo aceptó en el Senado que se vuelva a incorporar.
La diferencia con las otras modificaciones es que, en este caso, la promovió un sector puntual de la oposición y que en la Cámara de Diputados todavía no hay un consenso para mantenerlo. Se supone que, tras la aceptación del bloque oficialista esto quedaría, pero en el bloque de Pichetto lo resisten y llegará al recinto con alguna polémica.
El acuerdo de fondo, detrás de la presión y las internas de la oposición
A pesar del consenso forzoso en el que se apoya el oficialismo, el dictamen salió con disidencias por parte de varios diputados. Entre las 66 firmas estuvieron las del bloque Coalición Cívica pero con disidencias parciales sobre el texto y no estuvo la de la socialista santafesina Mónica Fein, que integra el bloque de Pichetto.
Pero más allá del dictamen hubo desacuerdos que quedaron planteados en el plenario de comisiones. Silvana Giudici (PRO) señaló que esa bancada está "en desacuerdo con que no se avance con las privatizaciones", aunque una parte del bloque estaba a favor en las horas previas según supo iProfesional en atención al acuerdo del Senado.
Lo mismo planteó la radical Karina Banfi, que expuso así una vez más las diferencias internas de la UCR donde un sector díscolo se inclinó por desmarcarse de esa postura, que era la que sostenía De Loredo. Todas estas diferencias internas en los bloques dialoguistas le ponen algo más de tensión a la sesión del jueves porque la votación podría ser ajustada.
No obstante, entre los dialoguistas hay consenso en cuanto a la necesidad de cerrar la discusión de una vez y darle al nuevo Gobierno su primera ley a casi siete meses de haber asumido, para lo cual entienden que, más allá de condicionar al oficialismo, deben ayudarlo a superar al kirchnerismo, que cuenta con un piso de 103 votos junto a la Izquierda y rechaza todo el paquete.
Para la bancada de Unión por la Patria la Ley Bases "es hija de oscuros arreglos en el Senado de la Nación", según afirmó el jefe del bloque, Germán Martínez, quien además sostuvo que el oficialismo y sus aliados hacen una "interpretación caprichosa" del artículo de la Constitución que regula la sanción de leyes.
Milei acaricia su primer triunfo: ¿qué le espera tras la aprobación de la Ley Bases?
En los bloques dialoguistas olfatean que el kirchnerismo tratará de judicializar la Ley Bases y sobre todo el paquete fiscal, con el argumento de que los temas que fueron rechazados por el Senado (Ganancias y Bienes Personales) no pueden tomarse como una modificación y por lo tanto Diputados no puede reponerlos, porque serían impuestos aprobados por una sola cámara.
Así lo señaló la diputada Silvia Lospennato, una de las espadas más afiladas del PRO y colaboradora central para los libertarios en la Cámara, quien defendió la legalidad del proceso y, además, sentenció: "Está prácticamente aprobada, porque el jueves, pase lo que pase, hay Ley Bases". Lo mismo espera el Presidente.
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Para Javier Milei es clave que la Ley Bases se sancione esta semana en Diputados para embarcarse luego la firma del "Pacto de Mayo" al que convocó a gobernadores y ex presidentes para el 9 de Julio y avanzar con el rediseño del Gabinete. Esa será la nueva etapa, una en la que ya tendrá la primera ley que le permitirá dar una señal positiva a los mercados y a los acreedores pero que también lo dejará con menos excusas para gestionar. Eso piensan en la oposición.