Hidrovía: en pleno proceso licitatorio, una advertencia de Prefectura Naval alerta a Jan de Nul
Los pobladores de las localidades por las que atraviesa el río Paraná en Argentina, Paraguay y Brasil están acostumbrados a vivir con el murmullo del agua. Lo perciben como un "ruido de fondo", una presencia constante que, a principios del año 2020, desapareció cuando se produjo la bajante histórica del río Paraná que llevó a la gente del lugar y a los productores cerealeros a preguntarse qué pasa con el agua.
Fue tan dramática la bajante del comienzo de la década que el paisaje por donde fluye el río se transformó dejando a la tierra desnuda, a la gente caminando por el lecho del río y a varios tramos de la ruta navegable completamente secas.
Hidrovía: nueva bajante del Río Paraná alerta al Gobierno y Jan de Nul
Los productores y la gente de a pie recuerdan los efectos del fenómeno hídrico y quedaron para los investigadores y académicos la indagación por las causas de la bajante sobre las que no hay un consenso unánime. Para algunos, se trató del cambio climático producido por el hombre, para otros de ciclos de la naturaleza y la incidencia de las temperaturas en la superficie del Océano Pacífico que tiene implicancias en el río Paraná.
Pero si analizamos los efectos, la gente, los prácticos, los capitanes de navíos cerealeros, los de las barcazas tienen malos sueños por lo que sucedió en el 2020 y frente a la actual bajante del Paraná reaparecen sus peores temores.
La parte buena del relato es que los funcionarios de la Prefectura Naval Argentina aseguran que la actual bajante no será tan cruel y dura como la que sucedió desde el 2020 hasta el 2022.
Y, se basan en la información provista por el Instituto Nacional del Agua, cuyos expertos explicaron a iProfesional que se trata de un problema de escasas lluvias.
"La bajante que experimenta el río Paraná por estas semanas se extenderá durante todo el invierno. El río perdió dos metros de altura según las mediciones de Prefectura a la altura de la ciudad de Rosario y la falta de precipitaciones en la cuenca alta pronostica que el fenómeno se prolongará, inclusive, durante agosto".
Juan Borus, es responsable del área de pronósticos del INA y en diálogo con el diario La Capital de Rosario explicó que, "si se miran los mapas acumulados de lluvia en la región formadora del río Paraná, más de la mitad del sector ha tenido en las últimas tres semanas muy pocas precipitaciones".
El Paraná se alimenta del aporte de lluvia de Brasil y Paraguay. Se trata, explicó Borus, "de una enorme cuenca de 2,5 millones de kilómetros cuadrados. En un gran porcentaje de esa región, cayó muy poca agua. Apenas unos eventos aislados" explicó el investigador.
En Paraguay, los integrantes de la Cámara Paraguaya Procesadores de Oleaginosos y Cereales (Cappro) siguen de cerca las mediciones hídricas que se realizan en el puerto de Asunción que supera levemente los dos metros y alertan que la bajante está frenando el comercio de exportación y las compras del exterior, por lo que piden por un plan maestro para la Hidrovía que incluya más medidas de dragado.
Javier Milei prepara aumentos en peajes y licitaciones por tramos
En Argentina, el Gobierno de La Libertad Avanza, analiza un nuevo aumento, aproximadamente entre el 25% y 30% en las tarifas de los peajes para poder subsanar el déficit operativo que arrastra la Administración General de Puertos (AGP).
Además, se prevé un nuevo proceso licitatorio para adjudicar las obras de mantenimiento y señalización de la vía navegable con la posibilidad de dividirla en tramos. De esa manera, se convocarían varios procesos de selección de compañías multinacionales que están interesadas en participar del principal proyecto de obra pública que tiene la Argentina en carpeta.
La empresa de origen belga Jan de Nul, que, en marzo, firmó un contrato con el consorcio de gestión del puerto de La Plata, para comenzar tareas de dragado, es la empresa encargada de mantener navegable la Hidrovía Paraná-Paraguay.
El experto Juan C. Donato publicó un trabajo en argentinayelmar.blogspot.com, donde analiza la actividad de la compañía Jan de Nul durante la crisis hídrica de 2020-22 y la actual.
Si bien durante, la gran bajante del río Paraná, la empresa dragadora enseñó un "...acertado abordaje de la crisis aumentando la cantidad de equipos en operaciones y a la orden, sondajes y relevamientos batimétricos continuos para posicionar dragas en pasos críticos y prontitud ante imponderables e imprevistos que por esos días se multiplicaban", en los últimos tiempos la empresa concesionaria de la vía navegable, una de las cinco líderes a nivel mundial junto a la china, Shanghai Dredging Corporation; la belga Dredging International; y las holandesas Boskalis y Van Oord, mostró un comportamiento diferente al del año 2020.
Para Donato, "...las planillas de determinantes y alturas hidrométricas a partir de julio 2023, muestran una prestación muy diferente, donde se constatan profundidades inferiores a los 9,50 metros en algunos tramos donde debería haber 11.50 metros. Columnas de observaciones cargadas con alertas por reducciones de márgenes, ajustes de traza y precauciones que presumen deficiencia en el dragado por parte de la empresa belga".
Una señal de alerta, cuando la Nación Argentina depende más que nunca de las ventas al exterior de su complejo oleaginoso cerealero para paliar su anemia de dólares, uno de los principales problemas a resolver por la administración de Javier Milei en el corto plazo.