Manuel Adorni quedó a cargo de las empresas públicas de comunicación y buscará el cierre de Télam
El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que quedará a cargo de las empresas públicas de comunicación e insistió en que se buscará la privatización o el cierre de las mismas, entre estas últimas se encuentra la agencia de noticias Télam.
En la habitual conferencia de prensa, el funcionario explicó: "La jefatura de Gabinete, que tiene a su cargo las empresas públicas, tomó la decisión de reestructurarse".
En la misma aclaró que "todas las empresas públicas van a pasar a la órbita de quien corresponda por una cuestión de competencias", y detalló que Télam, Radio y Televisión Argentina y Contenidos Públicos pasarán a depender de Comunicación, área que encabeza el vocero presidencial.
"El plan es el mismo: el de Télam su cierre y de los medios públicos dependemos de la decisión del Congreso, pero nuestra decisión es que todas las empresas públicas transiten el camino de la privatización", insistió.
La decisión responde a la intención de reorganizar la Jefatura de Gabinete, a cargo de Guillermo Francos, y descentralizar el área con la intención de dotar a los distintos ministerios de las facultades que les correspondan. En Gobierno consideran que "está mal diseñada desde la reforma de la Constitución de 1994″.
Manuel Adorni confirma cierre de Télam: ¿cuáles son los argumentos?
La agencia de noticias Télam no figura en la lista de empresas a privatizar que quedaron incluidas en la Ley de Bases que volvió en revisión a Diputados. De hecho, la empresa pidió un procedimiento de crisis, lo que abona el terreno para despedir periodistas y trabajadores administrativos. Y deja en claro que el Gobierno avanzará con su liquidación definitiva.
El cierre de Télam es un símbolo para la administración de Javier Milei. "No es sólo por aplicar la motosierra en oficinas del Estado, sino porque Télam es un símbolo de adoctrinamiento cultural y de información parcial con una mirada progre y de izquierda insoslayable y potenciada durante las gestiones kirchneristas. Por lo que, al igual que el INADI, es parte del cambio cultural que queremos dar", afirmó un asesor de la influyente secretaria general, Karina Milei en Casa Rosada.
La batalla cultural puede ser uno de los argumentos que justifiquen los recientes movimientos del Gobierno en el expediente Télam para comprender las razones de tanto ensimismamiento con el cierre y liquidación de una agencia de noticias que, a lo largo de su historia, contó con periodistas de primer nivel en su redacción, más allá de la irrupción del periodismo militante que se terminó quedando con el destino de la agencia en los últimos años.
El Gobierno y la intervención de Diego Chaher, un ex ejecutivo del Grupo América de televisión han decidido presentar un procedimiento preventivo de crisis para acelerar el cierre y la adhesión de los empleados a la propuesta de retiro voluntario que, en principio, tuvo poca adhesión.
La secretaría de Trabajo selló el expediente el 26 de abril pasado y, en el documento, Chaher pide que se habilite un plan para despedir al 82% de los trabajadores de la agencia de noticias.
Justifica el pedido en la crisis presupuestaria y financiera de la agencia lo que da pie a que los abogados que defienden a los trabajadores rechacen el recurso de crisis porque "no hay pruebas ni balances ni siquiera un ticket que demuestre la insolvencia de la que habla el interventor. Además, el Estado Nacional sería el propio insolvente en este caso, por lo que daremos la batalla judicial".
SI bien se abre un período de especulaciones jurídicas y contables, la decisión del interventor de Télam implica una advertencia a los trabajadores que dudan en aceptar el retiro voluntario ofrecido por la empresa.