La demora de la Ley Bases reavivó peleas internas en el Gobierno y ahora Villarruel se suma a la negociación
La dificultad del oficialismo para aprobar la Ley de Bases en el Senado antes del Pacto de Mayo, como pretendía el presidente Javier Milei, reavivó las peleas internas en la Libertad Avanza con reproches cruzados entre las figuras de la Cámara alta y de la Casa Rosada por supuestas fallas en la negociación con gobernadores y senadores de la oposición, que ahora intentarán encauzar.
Este jueves la vicepresidenta, Victoria Villarruel, recibió en su despacho del Senado al vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y al ministro del Interior, Guillermo Francos, los dos principales negociadores del Ejecutivo que tuvieron un rol central para cerrar acuerdos y aprobar el proyecto en la Cámara de Diputados, según confirmaron fuentes oficiales a iProfesional.
La reunión fue para tratar de limar las asperezas que aparecieron entre ellos en los últimos días, sobre todo entre Villarruel y Francos, por la estrategia para tratar de aprobar el proyecto antes del 25 de mayo, objetivo que finalmente se truncó cuando se toparon con más planteos de modificaciones de los que esperaban y resistencias a firmar el dictamen con tiempo para llegar a esa fecha, que Milei cargó de simbolismo político.
En el encuentro se conversó sobre el rol de la vicepresidenta con más participación en las negociaciones con los senadores, algo para lo que el Ejecutivo no le había dado margen antes y que generó malestar en el despacho. Ahora, intentarán revertir la situación de debilidad que exhibió el oficialismo durante dos semanas de debate sin resultados concretos.
Y es que la tensión por los obstáculos que encontraron los libertarios en el Senado también alcanzó al bloque, donde además del cruce público que tuvo días atrás Francisco Paoltroni con Bartolomé Abdala -que preside plenario de comisiones donde se demora la firma del dictamen- también se quejan por lo bajo de "la presión" que les metió Ejecutivo para acelerar sin haber sondeado el clima entre los senadores díscolos.
"Acá somos 7 de 72, nada más. Los planteos de los senadores ya se conocían desde la semana anterior y ellos no nos dieron margen para negociar y además empezaron a tomar nota recién el martes pasado", deslizó ante iProfesional una fuente del oficialismo. Villarruel comparte ese malestar, según supo este medio, y ahora intenta ponerse en la misma sintonía que el Ejecutivo para encauzar la estrategia, aunque las tensiones están y no son nuevas, sino que se reavivaron.
¿Cuáles fueron los cortocircuitos en el Gobierno que complicaron la Ley Bases?
La semana pasada Villarruel había bajado la orden a su tropa en el Senado de "no hablar de fechas" para la firma del dictamen ni para la sesión en la que se tratará la Ley de Bases. Sabía de las dificultades que podían aparecer con senadores de la UCR y de bloques provinciales para avanzar rápido y quiso evitar que cualquier cambios de planes se leyera como una derrota.
Por eso le molestó que el último martes, cuando las dificultades para armar una mayoría ya eran visibles, Francos dijera que esperaba que ese día las comisiones firmaran dictamen cuando todavía faltaban firmas. Antes de eso el ministro había dicho que tenían 38 votos para aprobar el proyecto en general y un día después deslizó la posibilidad de postergar el Pacto de Mayo por la demora del Senado, algo que terminó confirmando el propio Milei.
Si bien en el entorno de Francos aclararon que no hizo pronósticos y que solo fue una expresión de deseo, el manejo del tema cayó mal en el oficialismo del Senado porque sintieron que el Ejecutivo pretendía trasladarles la responsabilidad por la demora para aprobar la Ley de Bases y, en consecuencia, por la posible postergación del acuerdo político que impulsaba el Presidente.
Pero además, en el Senado también cuestionaban que los funcionarios que se hicieron cargo de la negociación en Diputados "no hicieron el trabajo en espejo con el Senado" para ganar tiempo de cara a la segunda parte del debate parlamentario. "Pareciera que se confiaron en que ya estaba todo listo", comentó otra fuente a este medio.
Otra de las quejas que se escucharon en los pasillos es que no le dieron margen a Villarruel para negociar con los bloques dialoguistas pese a que ya en diciembre había conseguido un acuerdo político con ellos para evitar que el kirchnerismo se hiciera con el control de las comisiones.
Entre los senadores de la oposición dialoguista que reclaman cambios al proyecto hicieron una lectura similar. "La orfandad del oficialismo en el Senado se nota mucho", señaló uno de ellos a iProfesional cuando veía que la verdadera negociación sobre los artículos del proyecto no arrancaba. Recién se inició el último martes, cuando Rolandi envió emisarios a recopilar planteos y observaciones. Esa tardanza también fue objeto de reproches.
Cerrar filas para una nueva negociación: Villarruel se suma a las gestiones
Este jueves, mientras volvían a caer las chances de firmar dictamen y se volvía un hecho que la sesión quedará para después del 25 de mayo, el oficialismo dio un primer paso para reorganizarse en la reunión que mantuvo Villarruel con Francos y Rolandi. Allí analizaron el panorama y evaluaron cómo seguirán de aquí en más. La vicepresidenta habría logrado que le den más juego en las gestiones.
De hecho, después de ese encuentro Villarruel recibió en su despacho a los radicales Martín Lousteau y Maximiliano Abad, junto con Tagliaferri, según supo iProfesional. Los tres tienen firma en el plenario de comisiones y, de acuerdo a las fuentes consultadas, la senadora del PRO es "una de las más duras" en su reclamo de modificaciones que apunta principalmente al blanqueo de capitales que figura en el proyecto de Medidas Fiscales.
Así, el Gobierno intenta ordenarse frente a un escenario que resultó más complejo de lo que esperaban y encauzar las negociaciones, con Francos y Rolandi atendiendo a los planteos, revisando los cambios propuestos por la oposición y en contacto con gobernadores, y la vicepresidenta enfocada en el diálogo con los bloques y los senadores que se ponen al frente de los reclamos.
Sin bien se impondrá la necesidad de dejar de lado los cortocircuitos para concentrarse en volver a buscar dictamen la semana próxima, las idas y vueltas de las últimas semanas ya dejaron planteado un clima tenso hacia el interior de La Libertad Avanza, donde hay heridas abiertas y las peleas son recurrentes.
La tensión no es nueva: ¿el oficialismo puede saldar sus internas?
Las tensiones por el destino de la Ley de Bases en el Senado se hicieron sentir desde el inicio del debate de comisiones la semana pasada, cuando se frustró el primer intento por firmar el dictamen y ello motivó críticas a viva voz del formoseño Paoltroni a su compañero de bloque Bartolomé Abdala, presidente de la Comisión de Legislación General.
A la vista de todos los senadores, Paoltroni se acercó a la cabecera de la mesa, donde se sientan las autoridades de las comisiones, tomó el micrófono de Abdala y disparó: "Una desilusión bárbara me llevo, Bartolo. Pensé que íbamos a tener dictamen hoy".
Todos entendieron que la reacción del formoseño fue un pase de facturas con origen en una rencilla anterior. Y es que tras el triunfo electoral de Milei, Paoltroni había sonado fuerte como presidente provisional del Senado pero ese lugar fue finalmente para Abdala. El senador por Formosa no ocultó su enojo en aquel momento ni tampoco olvidó el desaire.
No obstante, fue el complicado tratamiento de la Ley Bases lo que generó ese reproche público. "Muchas veces a los libertarios se los ve más preocupados por sus internas que por la agenda política grande", evaluó ante este medio un operador de uno de los bloques provinciales donde se preguntaron durante días cómo pretendía el oficialismo tener dictamen sin cerrar acuerdos con los senadores que reclamaban cambios.
En el Congreso nadie olvida todavía la fuerte pelea interna que se vio también en Diputados por la conformación de la Comisión de Juicio Político, que involucró al presidente de la Cámara, Martín Menem, patrocinado por la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, y a la diputada Marcela Pagano -que terminó internada con un pico de estrés por las presiones de sus colegas del bloque- y que derivó en el cambio de jefes para la bancada y su división.
Lo que hubo en Diputados y falta en el Senado: ¿cómo sigue el debate?
Para los bloques de la oposición dialoguista como la UCR, los partidos provinciales e incluso el PRO, el más fiel aliado del oficialismo, los libertarios muestran una tendencia a entrar en disputas internas que luego le dificultan la tarea en un Congreso donde no están lejos mayoría y necesitan buscar acuerdos por afuera.
Durante el tratamiento de los proyectos en la Cámara de Diputados varios de los más "acuerdistas" se quejaban de no encontrar interlocutores claros en el oficialismo y de cómo las diferencias internas complicaron muchas veces la negociación. Muchos lo atribuyen a la "falta de experiencia" política de los libertarios, pero muchas veces pusieron su paciencia al límite.
Así fue que, tras la votación frustrada en febrero, para el segundo tratamiento de la Ley de Bases en la Cámara baja tomaron un rol clave figuras del PRO como Silvia Lospennato, junto a legisladores como Miguel Pichetto (Hacemos Coalición Federal) y Rodrigo de Loredo (UCR) para ordenar el asunto. En el Senado, en cambio, no hubo hasta ahora nadie que ayudara al oficialismo de esa forma.
Esa falta es la que las figuras de La Libertad Avanza intentan subsanar ahora al tiempo que intentan dejar de lado los cortocircuitos previos. Resignados a que la Ley Bases no se votará en el Senado antes del 25 de mayo como en algún momento quiso Javier Milei, intentan que por lo menos no se empantane y se pueda votar el 30 del corriente, para volver a Diputados, que tendrá la palabra final sobre las modificaciones.