La pregunta del millón (o de miles de millones): por qué el patrimonio de los sindicalistas no es público
La estrategia del Gobierno, y de quienes se oponen al paro general de este jueves, fue cuestionar a los líderes sindicales de la CGT que lo convocaron. Así lo hicieron notar en las distintas apariciones.
José Luis Espert, por ejemplo, apeló al término "sindigarcas", mientras que Luis Caputo sostuvo que "el sindicalismo está cada vez más alejado de la realidad" y Patricia Bullrich les dijo: "Vayan a laburar".
Otro tópico que suele salir a la luz cada vez que hay medidas de fuerza de este tipo es el dinero que manejan estos líderes gremiales. Quienes, por ejemplo en el caso de dos de los referentes de la CGT, llevan alrededor de 20 años al frente de sus sindicatos.
En ese sentido hubo, en los últimos años, distintos proyectos para transparentar los patrimonios de los líderes sindicales. Pero todos naufragaron por el Congreso.
Por qué el patrimonio de los sindicalistas no es público
En Argentina no hay una reglamentación que obligue a los líderes sindicales a que hagan públicas sus declaraciones juradas, como sí ocurre con los integrantes del Ejecutivo.
Dada su relevancia social, de todas formas, en los últimos años se presentaron diversos proyectos en el Congreso que nunca siquiera llegaron a debatirse. Es por eso que el patrimonio de muchos de los líderes sindicales es todo una incógnita.
En 2008, el diputado Fernando Iglesias presentó un proyecto para democratizar los sindicatos mediante elecciones supervisadas por la Justicia Nacional Electoral. La iniciativa también buscaba vedar actividades empresariales a los líderes sindicales y limitar su permanencia en el cargo por un máximo de cuatro años. Pero la iniciativa nunca se trató.
En 2016, el legislador de la Coalición Cívica Fernando Sánchez impulsó un proyecto para modificar la Ley de Ética Pública, que pretendía que los sindiicalistas hagan públicas sus declaraciones juradas, que deberían ser publicadas en el Boletín Oficial a los 90 días de haber asumido en el cargo. La propuesta tampoco llegó a ser tratada por ninguna comisión parlamentaria.
Durante la gestión de Mauricio Macri, entre el 2017 y el 2018, también se intentó incluir en la reforma de la Ley de Ética un capítulo referido al patrimonio de los sindicalistas, pero finalmente esa opción se retiró.
Ya en 2022, Graciela Ocaña presentó otro similar: pretendía hacer públicas las declaraciones juradas de los líderes sindicales por ser personas políticamente expuestas. También buscaba hacer públicos los balances de las obras sociales, que manejan fondos millonarios. La iniciativa tampoco llegó a ser debatida en comisión.
En 2024, Fernando Iglesias lo intentó de nuevo: se refirió a la posibilidad de reflotar su proyecto para democratizar los sindicatos, aunque tampoco fue tratado en el Congreso por el momento. "Milei habló de ir contra la casta, y el sindicalismo es casta", sostuvo al respecto.
¿El patrimonio de los sindicalistas debe ser público?
Como suele ocurrir, hay argumentos a favor y en contra de estas iniciativas y de que los sindicalistas expongan al público en general sus patrimonios.
Por un lado, quienes insisten con que deben hacerlo público, señalan que los gremios son "personas jurídicas de carácter público no estatal", con un rol importante en la sociedad y que "manejan fondos privados pero de terceros".
Por otro lado, quienes se oponen, señalan que los sindicatos son entidades asociativas de derecho privado. Por lo que, sostienen, no deben hacer públicos sus ingresos o patrimonios.
De todas formas, un puñado de gremialistas formaron parte del Congreso y debieron presentar sus declaraciones juradas, por lo que se pudo conocer a cuánto asciende su patrimonio.
Según las declaraciones correspondientes al año 2022, que figuran en el sitio de la Oficina de Anticorrupción, Hugo Yasky (secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina - CTA-) declaró un patrimonio de $4.208.000; Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria, $16.761.000; Mario 'Paco' Manrique, secretario adjunto de Smata, de $24.414.000; y Carlos Cisneros, dirigente gremial de La Bancaria, $125.000.000.
Cuántos años llevan en sus puestos los líderes sindicales
En uno de sus anuncios cuando inaguró las sesiones ordinarias en el Congreso, Javier Milei dijo que a través de una ley o un decreto se obligará a los sindicatos a elegir a sus autoridades "a través de elecciones periódicas, libres, supervisadas por la Justicia Electoral y con mandatos limitados a un máximo de cuatro años, con una sola reelección posible".
Es que la permanencia en su cargo es otra de las cosas que les suele cuestionar a los dirigentes gremiales. Por caso, dos de los tres dirigentes de la CGT que convocaron al paro llevan alrededor de 20 años al frente de sus sindicatos.
Héctor Daer (Sanidad), lleva 23 años y Carlos Acuña (Estaciones), lleva 19. El tercero, Pablo Moyano, es secretario Adjunto de Camioneros desde 2014, gremio que dirige su padre Hugo hace 37 años.
Quien más tiempo lleva en el cargo es Amadeo Genta (Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires), lugar que ocupa hace 41 años; le sigue Rodolfo Daer (Alimentación) y Luis Barrionuevo (Gastronómicos), ambos con 39 años.