La Ley Bases se complica en el Senado: la firma del dictamen se demora y la suma de votos está ajustada
En la segunda jornada de debate sobre la Ley de Bases en las comisiones del Senado el oficialismo empezó a ver caer las chances de firmar el dictamen esta semana debido a las disidencias que hay en la oposición dialoguista, al tiempo que el conteo de votos da muy ajustado y todo indica que el proyecto se aprobaría, pero volvería a Diputados con cambios.
La aspiración de La Libertad Avanza en las comisiones de Legislación General, de Presupuesto y Hacienda y de Asuntos Constitucionales era firmar dictamen este jueves para la Ley de Bases y el proyecto de Medidas Fiscales, pero una importante fuente del bloque reconoció ante iProfesional que a esta altura es "una expresión de deseo".
En las bancadas dialoguistas como el PRO y la UCR también daban por descontado que ese paso central recién se cumpliría la semana próxima. Y es que antes de llegar al recinto, los proyectos tienen que tener dictamen y "hoy no tiene las firmas suficientes" ni tampoco hay voluntad en esos sectores de "ir a las apuradas", comentan los senadores de esos espacios.
El escollo son principalmente los cuestionamientos al capítulo sobre Régimen para Grandes Inversiones (RIGI) por la posible contraposición con leyes provinciales, la delegación de facultades y el artículo que introdjo Diputados para revisar los regímenes impositivos especiales, entre los que se destaca el de Tierra del Fuego.
A ello se le suma el rechazo de todos los senadores patagónicos a la restitución del Impuesto a las Ganancias que figura en el proyecto de Medidas Fiscales. Sin acuerdo en todos esos puntos, el oficialismo se ve obligado a medir cuidadosamente sus próximos pasos para no llevarle otra frustración al presidente Javier Milei.
Ley de Bases: ¿por qué se complicó en el Senado la firma del dictamen?
La vicepresidenta Victoria Villarruel bajó la orden a los suyos de no hablar más de fechas, según supo iProfesional. Quiere evitar que cualquier cambio en la hoja de ruta sea leído como una derrota del oficialismo, donde entienden que enfrentan un panorama más difícil de lo previsto.
Si bien la aprobación en general de los proyectos estaría encaminada -aunque con los votos justos- el problema es la particular por las disidencias que hay sobre esos artículos y capítulos. El oficialismo necesita encontrar un punto de acuerdo con los senadores que plantean disidencias antes de firmar el dictamen, para llegar al recinto con un panorama más claro y evitar sorpresas al momento de la votación.
Y es que entre los que cuestionan puntos como el RIGI, Ganancias y otros hay varios senadores de bloques provinciales que son clave para que el oficialismo tenga mayoría, como el entrerriano Edgardo Kueider, y un puñado de radicales como Martín Lousteau y Pablo Blanco. Ellos integran las comisiones y La Libertad Avanza necesita de su firma.
En este escenario, en el Senado cada vez más dirigentes dan por hecho que los dos proyectos volverán con modificaciones a la Cámara de Diputados. "Así como vinieron es casi imposible que se aprueben sin que se les toque ningún artículo", indicó una fuente de la oposición dialoguista a este medio.
De hecho, esto empezó a ser contemplado también en el Gobierno. En la primera jornada de debate que se llevó a cabo el martes, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, (uno de los principales negociadores junto al ministro Guillermo Francos) reconoció que podrían aceptar "modificaciones, si esto ayuda a juntar adherentes".
Incluso hay cambios que, aunque el oficialismo no los conceda, se harían por la fuerza de las mayorías. El caso paradigmático es el de Ganancias en el proyecto fiscal, un tema que votarían en contra todos los senadores de las provincias patagónicas y otros de bancadas independientes como Kuaider y el correntino Carlos "Camau" Espínola. Hasta ahora, este punto es el que tiene más riesgo de salir rechazado.
¿Como está el "poroteo" de votos en el Senado?
Sin embargo, los cambios concretos que podrían acordarse todavía no están definidos y esto también demora la firma del dictamen. El oficialismo necesita acercar posiciones con los díscolos de modo tal de no arriesgar la aprobación en general y que las modificaciones que se introduzcan en la votación particular se hagan con consenso como para no poner en riesgo un capítulo entero.
Y es que en el "poroteo" de votos, La Libertad Avanza está ajustado. De cara a la votación en general, con los 33 de Unión por la Patria plantados en el rechazo, el oficialismo -que tiene solo 7 senadores propios- alcanza 37 votos para aprobar los proyectos, la mayoría justa para tener quórum, en el escenario más optimista.
A ese número llegaría con el respaldo de los 6 del PRO más la tucumana Beatriz Ávila, que juegan en tándem con ese bloque, y con los 13 de la UCR que, según indicaron fuentes del espacio a iProfesional, luego de la reunión que mantuvieron con los gobernadores votarían a favor en general, aunque algunos siguen dudando de Lousteau.
A ellos se les sumarían los dos senadores de Misiones alineados con el gobernador Hugo Passalaqcua, la rionegrina que responde a Alberto Weretilneck, los 3 del bloque Cambio Federal que lidera Juan Carlos Romero, los 3 de Unidad Federal (donde están Kueider, Espínola y la cordobesa Alejandra Vigo) y la neuquina Lucila Crexell.
No obstante, algunos de esos senadores no están del todo firmes y quieren esperar a ver si hay cambios en el articulado, mientras que hay dudas sobre qué harán senadores de otros bloque como los dos santacruceños que responden al gobernador Claudio Vidal.
Ocurre que en ese escenario, la aprobación en general de la Ley de Bases estaría asegurada pero con lo justo y las críticas que hay entre varios de esos senadores frente a artículos puntuales amenazan con la caída de artículos o capítulos enteros. De allí que en el oficialismo ya estén pensando en que la modificación de los proyectos sería inevitable.
¿Cuáles son los puntos que traban el debate y podrían sufrir cambios?
Uno de los puntos más complicados de la Ley de Bases es el RIGI. Lousteau es uno de los principales críticos de este capítulo que establece ventajas impositivas, cambiarias y aduaneras para inversiones por más de u$s200 millones en grandes proyectos de ectores como el de los hirocarburos y la minería.
Lousteau lo calificó como "excesivamente generoso", pero según pudo averiguar iProfesional tampoco están dispuestos a votar a favor de este punto así como está senadores de bloques provinciales como Kueider y Crexell.
Los cuestionamientos apuntan a que este capítulo de la Ley de Bases anula normativas provinciales que limiten de alguna manera los beneficios que establece el RIGI y que, además, los inversores podrían acogerse a este régimen e ignorar la legislación sobre regalías. "A las provincias, dentro de 3 años, podría no quedarles nada", advierten.
En tanto, dentro de la UCR el senador fueguio Pablo Blanco ya adelantó que no votará a favor de la delegación de facultades para el Ejecutivo y pone la mira en el artículo que introdujo Diputados para revisar los regímenes tributarias especiales.
Blanco forma parte, además, del pelotón de legisladores patagónicos que en la votación particular sobre el proyecto de Medidas Fiscales están decidido hoy a rechazar la restitución del Impuesto a las Ganancias, que afectaría principalmente a los trabajadores registrados de esa región, por tratarse de los sueldos más altos.
A esto se le suman otros cambios que piden senadores cuyo apoyo es estratégico, como la cordobesa Vigo. Si bien se prevé que vote a favor en general, pidió que la Ley de Bases no elimine la moratoria previsional, sino esperar a que se venza su viencia el año que viene, entre otros puntos.
¿Qué pasa si vuelve a Diputados?
Con esas disidencias en un escenario de votación muy ajustada, la votación en particular se convirtió en un riesgo para el oficialismo y en un factor que casi con seguridad obligaría a que la iniciativa, a pesar de ser aprobada, tenga que volver en segunda revisión a la Cámara de Diputados.
Si se da esa situación, Diputados tendrá que volver a someter a votación las modificaciones que haya hecho el Senado -ya sea por cambios en la redacción o artículos eliminados a causa de un eventual rechazo- y tendrá dos opciones: aceptarlas o insistir en la versión votada originalmente.
No obstante, para insistir con la redacción original se necesita la misma mayoría con la que la Cámara alta haya hecho las modificaciones. Es decir que si alguno de los cambios tuviera una mayoría de dos tercios (algo que podría ocurrir si se juntan los votos de Unión por la Patria con los díscolos de la oposición dialoguista), en Diputados tendrían que reunir la misma mayoría.
Por ese motivo La Libertad Avanza empezó a prestar atención a la necesidad de encontrar un consenso con la oposición dialoguista antes de la firma del dictamen, para cuidar la mayoría con la que podrían hacerse los cambios, además de llegar al recinto con una hoja de ruta clara y evitar que las diferencias que se dan dentro de los bloques puedan complicar la aprobación en general.
¿La posible demora de la Ley de Bases complica el Pacto de Mayo?
La Ley de Bases avanza así en el Senado, pero a un paso más lento del que el oficialismo esperaba. Si la firma del dictamen se posterga para la próxima semana como todos indican, el proyecto ya no llegaría al recinto el 16 de mayo, como preveían en un principio, sino en la semana del 20 de mayo.
La posibilidad cada vez más concreta de que todo el paquete vuelva a Diputados haría que Javier Milei llegue a la firma del "Pacto de Mayo" con el objetivo a medio cumplir. Y es que su proyecto insignia se aprobaría, pero tendría que esperar para verlo convertido definitivamente en ley.
En el Gobierno aseguran que el acto previsto para el 25 de mayo en Córdoba se hará igual, pase lo que pase en el Senado. Esto se asienta sobre la previsión de que la Ley de Bases se aprobará en general.
No obstante, la Ley de Bases se verá demorada más de lo previsto el Senado y por ello el oficialismo apunta ahora a garantizar como sea la aprobación en general, aunque el texto sufra más cambios que obliguen a devolverlo a Diputados. Es, al día de hoy, la forma más directa de evitar una nueva derrota en la Cámara que ya rechazó el "mga DNU" de Milei.