Dura derrota de Ritondo, "aliado" del Señor del Tabaco: se desarmó el lobby y queda a un paso de pagar impuestos
La oposición dialoguista sacó a relucir su lado más confrontativo este martes a la hora de votar un artículo de la ley Bases que propone que el "Señor del Tabaco" vuelva a pagar la misma alícuota de impuesto interno a los cigarrillos que pagan sus competidores.
Es que, pese a los esfuerzos de La Libertad Avanza y el PRO (sobre todo de Cristian Ritondo), sorpresivamente, Hacemos Coalición Federal, la UCR e Innovación Federal provocaron un duro golpe al lobby empresario al lograr darle media sanción a este aspecto incluido en el paquete de medidas.
Ley de Bases: dura derrota para Ritondo y el "Señor del Tabaco"
La abstención de casi todos los legisladores de Unión por la Patria y 21 que votaron a favor (entre ellos Victoria Tolosa Paz) allanó el camino para que Pablo Otero, conocido como el "Señor del Tabaco" y dueño de la tabacalera Sarandí, deje de recibir privilegios impositivos.
El resultado de la votación fue muy cerrado: 82 votos afirmativos, 77 votos negativos, 69 abstenciones.
De este modo, Otero, que maneja el 33% del mercado, volverá a pagar la alícuota del 73% de los impuestos internos al tabaco (hoy paga 70%) en caso de que el Senado convierta en ley el proyeto.
En este marco, trascendió que el oficialismo hizo todo lo posible para que la quita de privilegios al "Señor del Tabaco" no se votara este martes y Ritondo era el más interesado por evitarlo. Sin embargo, el legislador de Propuesta Republicana fue tomado por sorpresa y, apenas finalizada la votación de la ley de Bases, se dirigió al despacho de Martín Menem para trasladarse sus reclamos. Sostuvo que lo que se había votado era solo la incorporación del capítulo en el texto, pero faltaba la aprobación en particular de sus artículos.
Cristian Ritondo, el gran aliado del "Señor del Tabaco"
Oficialmente se informa muy poco. Se habla en público de reuniones positivas y amables con legisladores de Hacemos Coalición Federal, bloque comandado por Miguel Ángel Pichetto, o con diputados aliados del PRO, liderados por Cristian Ritondo, o se recibe a Alfredo Olmedo, parlamentario salteño, sojero y millonario del PARLASUR, para analizar la nueva ley Bases que comenzó a tratarse en el Congreso. Y, todas son reuniones que transcurren con normalidad y terminan siendo positivas según expresan sin ponerse colorados.
Pero, lo que los voceros no dicen, es que las reuniones entre algunos funcionarios de Javier Milei y diputados "dialoguistas" son en la mayoría de los casos "a cara de perro" y, esto sucede, porque en su afán renovador, la administración libertaria está tocando intereses muy sensibles como el que beneficia al empresario Pablo Otero de Tabacalera Sarandí al que se lo vio muy nervioso en los últimos tiempos remitiendo, a través de sus costosos abogados, cartas documentos para todo periodista que se le ocurra informar acerca de la cuestión.
Lo sufrió Andrés Sanguinetti de este medio, pero, también, Diego Cabot y Camila Dolabjian de La Nación, y Marcelo Longobardi de Radio Rivadavia.
Sea como fuere, la realidad indica que, de las extensas negociaciones políticas por el nuevo envío de la ley Bases al Congreso, Otero sale beneficiado una vez más en su lucha contra Massalin Particulares S.A, la controlante de Philip Morris y la British American Tobacco, que observan cómo Tabacalera Sarandí, en sociedad con la multinacional británica Imperial Brands, ganan cada vez más volúmenes de venta de paquetes de cigarrillos de sus marcas, Red Point, West o Nevada, no por las propiedades exquisitas del tabaco que comercializan sino por su atractivo precio, mucho más barato para el desahuciado consumidor argentino que prefiere pagar un poco menos por su vicio y no convalidar los precios de venta de marcas como Phillip Morris, Marlboro o Chesterfieldde Massalin o Camel, Lucky Strike de la British American Tobacco.
No es que el resto de las compañías no quisieran ofrecer sus atados de cigarrillos al mismo precio que los comercializa Tabacalera Sarandí, sino que no pueden hacerlo porque tienen encima la carga impositiva de un impuesto interno que la empresa de Pablo Otero no paga gracias a una decisión de la Justicia.
A fines de febrero, iProfesional lo había adelantado de manera exclusiva, ni Javier Milei pudo quitar los privilegios en el Congreso de Tabacalera Sarandí.