El Gobierno envía señales al sindicalismo para evitar el paro nacional del 9 de mayo
A pesar del paro anunciado por el consejo directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) para el 9 de mayo, el gobierno confía en que se levante la medida de fuerza. Para eso, no sólo convocó a los sindicalistas a la Casa Rosada -como señal de apertura a un diálogo que estaba vedado-, sino que el secretario de Trabajo, Julio Cordero, dio un giro de 180 grados en el discurso oficial, anunciando que se homologarán las paritarias por encima de la inflación, apelando a la "responsabilidad de la sociedad" para llegar a acuerdos que no impacten en la inflación.
Las declaraciones del jefe de la cartera laboral están en sintonía con las del ministro del Interior, Guillermo Francos, quien calificó el cónclave con la dirigencia cegetista como "muy bueno". Si bien se mostró sorprendido por la convocatoria a una huelga general, fuentes cercanas al funcionario revelaron que "era esperable, ya que el llamado del Ejecutivo fue justo un día antes de poner la fecha del paro…. No anunciarlo podía hasta generar una división en la central, cosa que no les conviene ni a ellos ni a nosotros".
Tal es el optimismo de Francos que señaló: "Yo creo que hasta mayo tenemos mucho tiempo para seguir conversando. Veremos…". Coincidencias o no, quien fue por esa línea fue el secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, a quien interrogaron: "¿El paro no se suspende, no?", y el también titular de UPCN respondió: "Veremos…".
Rápido de reflejos, agregó: "La huelga está confirmada, tendrían que transformarse un montón de cuestiones de la realidad. Por ahora no hay motivos para suspenderla".
Cordero: "Las paritarias son libres en un marco de responsabilidad".
A diferencia de las expresiones del ministro de Economía, Luis Caputo, quien aseguró que no autorizará el aumento salarial que reclama la Federación de Choferes de Camiones, Cordero explicó que el gobierno "tiene una mención absoluta de la libertad", destacó que no hay intención de congelar los salarios y que Trabajo lleva homologados 113 acuerdos en la gestión libertaria.
Explicó que "más allá de que hay un combate de la inflación, se solicita una responsabilidad de la sociedad para que negocien conteniendo la inflación, porque los salarios cuando se fijan no se pueden bajar". En ese marco, agradeció el esfuerzo de la sociedad para combatir la inflación, en lo que definió como "una gesta argentina» y remarcó que deberá ser "por poco tiempo".
También se refirió a una reforma laboral, indicaron que "debemos poner el foco en la generación de empleo, para lo que debemos darle los marcos necesarios. Los distintos espacios políticos tienen las mismas ideas, esto se está alineando y la necesidad de una modernización es algo que se puso sobre la mesa como un elemento esencial".
El anuncio del paro no lo sorprendió: ratificó que sigue el diálogo con la CGT
En cuanto al paro nacional de CGT, afirmó que no lo sorprendió, calificó la medida como una "metodología que debe revisarse" y evitó hablar del acatamiento que tendrá por "respeto" a los dirigentes sindicales. Aseguró que a pesar del anuncio del plan de lucha "no se va a romper el diálogo" con la central obrera.
Insistió en que los paros "son una receta de un remedio vencido", y reiteró que "jamás voy a cortar el diálogo con la CGT. El objetivo es sacar al país adelante".
Si bien después de la reunión en la Casa Rosada -que contó con la participación de Francos, Cordero y el jefe de Gabinete, Nicolas Posse- no se fijó la fecha de una nueva reunión, se espera que en los próximos días se cite a un nuevo encuentro; en tanto que voceros oficiales admitieron a iProfesional que "los celulares con los máximos referentes de la CGT están abiertos para que nos consulten cuando lo crean necesario".
Según Francos, falta mucho para el paro del 9 de mayo: "Veremos…"
Francos también aclaró que mantendrán abiertos los canales de diálogo con la mesa chica de la central obrera. El ministro apuntó que "decretar un paro el día posterior a una reunión muy buena que tuvimos nos sorprendió. A mí me sorprendió particularmente. Pero está dentro de las decisiones que puede tomar la CGT, quizás tienen distintas posiciones. Igual está previsto para dentro de un mes, así que seguiremos conversando, no tenemos por qué frenar las conversaciones por esto".
Reiteró que la reunión "fue muy buena", y que hubo "comprensión recíproca", pese a que la CGT defiende los intereses de los trabajadores y el Gobierno "los intereses generales". Advirtió que la CGT "tendrá que pensar si la convocatoria al paro tendrá el acatamiento que ellos buscan o tendrá un acatamiento como el del paro anterior, donde fue muy bajo", y sostuvo que "la sociedad está cansada de este tipo de manifestaciones, que finalmente no conducen a nada".
En otro mensaje al sindicalismo, Francos coincidió con Cordero y confirmó que el gobierno sostiene que las paritarias tienen que ser libres, aunque "dentro de los parámetros de equilibrio para enfrentar la inflación: Una situación de emergencia económica por esta continuidad inflacionaria que ha habido en los últimos años, y este intento del Gobierno de ponerle fin haciendo esfuerzos enormes con el déficit cero, equilibrando las cuentas públicas, lleva a este pedido del Gobierno de que hay que equilibrar un poco".
Francos: "vamos a seguir conversando"
Francos explicó que "hubo entendimiento de parte del sector gremial y desde el gobierno también hay entendimiento de los reclamos gremiales. Por eso seguiremos conversando. Somos gente de diálogo".
Sobre la posibilidad de que se suspenda o levante el paro general, admitió: "Yo creo que hasta mayo (está anunciado para el 9) tenemos mucho tiempo para seguir conversando. Veremos. Tenemos que analizar bien y analizar con ellos los motivos centrales por los que convocan a un paro".
El ministro del Interior es, quizás, uno de los pocos funcionarios que tenía contactos con la dirigencia gremial, que los utilizó tanto en campaña como cuando La Libertas Avanza (LLA) ganó el ballotage, transmitiendo tranquilidad a los sindicalistas. Luego sus gestiones fueron abortadas por el propio presidente Javier Milei, quien ahora deberá definir su relación con la CGT: O sigue la línea de Francos o vuelve a romper lanzas.