El "método casta": el plan del Gobierno para debilitar los paros y medidas sindicales
La casta versus todos los demás. Esa es la noción con la que se guían en la administración de La Libertad Avanza. Los integrantes del Gobierno de Javier Milei son los puros e inmaculados que vienen a cambiar el estado de cosas y "los que no la ven" son aquellos que convocan a medidas de fuerza, intentan realizar piquetes, convocan paros o huelgas generales a plazo como los dirigentes de la CGT.
En el medio de esa batalla dialéctica, comunicacional, queda atrapada la gente que, por ejemplo, el jueves 11 no pudo regresar a sus hogares porque no había un solo medio de locomoción público disponible.
A las escasas frecuencias con la que circularon hasta ayer jueves la mayoría de las líneas de colectivos hay que añadir que no hubo ni trenes ni subterráneos ni nada que acerque a un precio accesible en tiempos de crisis a miles de trabajadores y transeúntes de la Ciudad de Buenos Aires y los barrios del Conurbano bonaerense a sus casas.
La estrategia del Gobierno ante el paro y el malestar social
La orden que bajo el "triángulo de decisiones" que conforman Javier y Karina Milei y Santiago Caputo en la Casa Rosada y dejan trascender, en conferencias de prensa y con tweets informales, los voceros Manuel Adorni y Javier Lanari, es la de echar la culpa de todo lo malo que pasa en la vía pública o altere la vida social a dirigentes políticos, sindicales y empresariales que, en la visión del partido gobernante, conforman lo que han denominado "la casta".
Una caracterización que invalida cualquier argumento en boca de aquellos que, en el pasado, hicieron todo lo posible por dejar desautorizada su palabra.
En los pasillos de Casa Rosada explican a iProfesional: "¿Qué poder o efecto puede tener en la imagen del presidente Milei o en su Gobierno si Baradel llama a un paro de docentes en la provincia? Nos está haciendo un favor. ¿O no sabemos quién es Roberto Baradel?"
En ese sentido, iProfesional preguntó: ¿Cómo se enfrentará el Gobierno a las protestas que realizarán los gremios aeronáuticos cuando avance el proceso privatizador de Aerolíneas Argentinas?
El mismo vocero, influyente en redes, explicó con reservas: "No nos importa. Nosotros cuidamos el mayor capital político de Javier Milei que es su credibilidad para hablarle a la gente de manera directa y concreta. Los de Aerolíneas están desesperados buscando un nuevo vocero por la lucha que quieren comenzar a dar. ¿Quién se va a oponer a Javier? ¿El piloto Biro? Quedó recontra pegado a Cristina. Están tratando de convencer a Traniela Carle Campolieto, la comandante trans, para que encabece la lucha contra el gobierno porque el resto está todo quemado y desprestigiado ante la sociedad".
Se refería a la piloto Traniela Carle Campolieto que hace un año protagonizó un hito en la aviación nacional al convertirse en la primera mujer trans pilota del país y, en consecuencia, la primera en comandar un vuelo, integrando la tripulación del Airbus A330-200 de Aerolíneas Argentinas.
Traniela fue de las primeras en reaccionar con indignación en chats que circularon entre grupos de Whatsapp de trabajadores de la empresa y cosechó una gran cantidad de adhesiones por sus sentidas palabras.
"Estoy realmente muy preocupada con esta decisión del levantamiento de la ruta a Nueva York. Me gustaría ver los números porque siempre dependemos de decisiones que no sabemos, no conocemos los números de las rutas y nosotros vamos a estos destinos permanentemente. Entonces, me gustaría saber cuál es el motivo del levantamiento y dónde están los números porque nunca nos muestran los números", explicó la piloto.
Las dos hipótesis del Gobierno ante las marchas
Lo cierto es que en el Gobierno trabajan con dos hipótesis. La primera es la avanzada que realizarán los gremios kirchneristas, de la izquierda y los opositores a la gestión de Milei con marchas en las calles, los universitarios preparan manifestaciones y la CGT prometió otra, y todo tipo de movilizaciones que tendrán como fin intentar cambiar el rumbo de las reformas que busca realizar el Gobierno nacional antes que consolide su política económica.
La segunda hipótesis con la que trabajan, es que el Gobierno deberá sortear estos complicados meses inflacionarios con sueldos e ingresos muy bajos en la población porque serán los que aprovecharán, en la oposición política, para desplegar su estrategia e intentar regresar al poder en 2027.
Para contrarrestar este escenario el gobierno ha decidido colgar el cartelito de "casta" a todo aquel que resista sus propuestas y en el caso específico de los conflictos gremiales, la orden es evitar dictar conciliaciones obligatorias.
Una decisión egoísta porque persigue un fin político y provoca innumerables problemas en la sociedad civil, pero detrás de los inconvenientes, está operando la idea que la gente se "las va a agarrar con los sindicalistas, los gordos, los piqueteros, que están en el poder desde hace décadas y que nos han traído a este desastre. Nunca se la van a tomar con Javier Milei porque saben que, durante todo ese tiempo, él fue un ciudadano más, generalmente, perjudicado por las políticas de gobiernos horribles como los de Cristina", señaló un asesor presidencial.
La respuesta del Gobierno al paro de la CGT
Uno de los funcionarios de prensa de Casa Rosada, Javier Lanari, en su cuenta de X, se indignaba, como un ciudadano más esperando un colectivo en Constitución, por el paro de los choferes de la UTA del jueves 11 de abril y escribía: "Que quede claro: el Gobierno no va a permitir que un gremio tenga de rehenes a los argentinos. Hay millones de personas afectadas por el paro de la UTA. La medida es injustificada y extorsiva. Se aplicarán las sanciones correspondientes".
En todo momento se cuidó de expresar que el Gobierno podría convocar a una conciliación obligatoria y los usuarios del transporte público podrían haber evitado la pérdida de una jornada laboral.
Otro posteo en X de Javier Lanari, en este caso acerca del nuevo paro que convocó la CGT de Daer, Moyano y compañía, pone en blanco sobre negro, que el Gobierno está decidido a jugar con su popularidad y a apalancarse con la mala imagen, bien ganada por otra parte, de un montón de sindicalistas que, en realidad, parecen empresarios y tienen un tren de vida digno de algún emprendedor millonario de la nueva tecnología.
"La CGT está decidida a que Milei sea el Presidente con mayor cantidad de paros generales. Sindicalistas con síndrome de abstinencia. Hibernaron 4 años en el periodo de mayor empobrecimiento de los trabajadores. ¡Es un gran honor!", desafió Lanari, completamente convencido que la mayoría de la sociedad comparte esta nueva brecha entre aquellos que "la ven" y "los que no la ven" o entre los que son parte del problema, "la casta" y parte de la solución, "los libertarios".