Los gobernadores, frente a Milei y el Pacto de Mayo: los que adhieren, los que no y los que esperan la letra chica
La convocatoria del presidente Javier Milei a los gobernadores puso la mira de la opinión pública en la postura que toma cada uno de ellos frente al "Pacto de Mayo" que el mandatario quiere firmar en Córdoba dentro de dos meses, pero mientras algunos ya expresaron su predisposición a acompañar esa iniciativa son varios los que quieren ver la letra chica y adelantan condiciones.
Por esa razón serán clave las reuniónes que empezarán el próximo viernes, incluso a pesar del cambio de última hora que anunció el Gobierno respecto de hacer más de un encuentro. La conversación entre el Ejecutivo y las provincias apunta a buscar un acuerdo en torno a los temas que Milei puso como condición para avanzar en ese pacto de 10 políticas de Estado: la aprobación de la Ley de Bases que se frustró en enero y un nuevo acuerdo fiscal, que en los hechos funcionará como pieza de negociación.
La mayoría de los gobernadores tiene previsto ir a la Casa Rosada, sino todos. Incluso el bonaerense Axel Kicillof, referente del kirchnerismo que se presenta como uno de los más duros frente a la iniciativa de Milei, tenía previsto asistir a alguno de los encuentros, si lo invitan.
Y es que la clave está precisamente allí. No todos los que vayan comprometen su firma para el pacto que el Presidente quiere firmar el 25 de mayo en la ciudad de Córdoba sino que, por el contrario, muchos están dispuestos a apoyar esa propuesta pero quieren ver primero que posición adopta el Gobierno el próximo viernes.
¿Qué gobernadores adhieren al Pacto de Mayo que propone Javier Milei?
Después del resonante anuncio que realizó Milei en la apertura de sesiones del Congreso, varios gobernadores adelantaron su adhesión al Pacto de Mayo o, al menos su disposición a acompañar las 10 políticas de Estado que definió el Presidente. En rigor, más de la mitad de mostraron de acuerdo con la idea.
Los que picaron en punta fueron los del PRO, con el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, y el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, a la cabeza. Sorprendió que a ellos se les sumó rápidamente Ignacio Torres, el mandatario de Chubut que viene de mantener un duro enfrentamiento con Milei por los recursos coparticipables.
A ellos se les sumaron los radicales Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Carlos Sadir (Jujuy). También expresaron su adhesión otros gobernadores del extinto Juntos por el Cambio como Claudio Poggi (San Luis) y Marcelo Orrego (San Juan).
Además, en adhirieron rápidamente al Pacto de Mayo varios gobernadores del peronismo no K entre los que se destacó el tucumano Osvaldo Jaldo, que viene de romper con el bloque de diputados de Unión por la Patria, y también el catamarqueño Raúl Jalil. Ambos mantienen hoy un diálogo fluido con el Gobierno nacional.
En ese esquema, otro de los que sorprendió al mostrar su predisposición a firmar el pacto fue el cordobés Martín Llaryora, quien también protagonizó un fuerte cruce con el Presidente algunas semanas atrás por el recorte de fondos que ejecutó el Ministerio de Economía sobre las provincias.
También se inscriben en este pelotón de gobernadores que muestran predisposición a aceptar el llamado del Presidente Gustavo Sáenz (Salta); Hugo Passalaqcua (Misiones) y Claudio Vidal (Santa Cruz). Todos estos jefes provinciales expresaron su adhesión al Pacto de Mayo o al menos su predisposición a firmar un gran acuerdo como el que propone Milei.
¿Quiénes rechazan el acuerdo y quiénes optan por el silencio?
Entre los que mostraron su rechazo al pacto nacional en los términos que dio a conocer el Presidente durante su discurso ante la Asamblea Legislativa se destacaron Kicillof, el riojano Ricardo Quintela y el pampeano Sergio Ziliotto.
Kicillof lo hizo durante la apertura de sesiones de la Legislatura bonaerense. "Se nos lanza una invitación que se parece más a una amenaza o una imposición que a un diálogo", expresó el gobernador de la provincia de Buenos Aires para dejar en claro sus reparos ante la convocatoria.
"Siempre vamos a buscar el diálogo, pero cuando enfrente hay una imposición, se hace difícil. Mi pregunta es por qué no cumplimos los pactos existentes. ¿Cómo voy a discutir una nueva coparticipación si no me cumple con la actual?", expresó a su turno Ziliotto, en referencia a uno de los 10 puntos que planteó Milei en el Pacto.
En tanto, Quintela advirtió: "El Pacto de Mayo se condiciona a que uno apruebe lo que es la Ley Ómnibus. Desde el vamos, eso no va a ser factible. No se puede debatir algo que fracasó. No hay un solo tema en beneficio de la sociedad".
Otro grupo de gobernadores cercanos al kirchnerismo juegan con su silencio en torno al Pacto de Mayo. Es el caso de Gildo Insfran (Formosa) y de Gerardo Zamora (Santiago del Estero), a quienes se suma Alberto Weretilneck (Río Negro) líder del partido provincial que es independiente de todas las otras vertientes políticas.
En tanto, el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, fue crítico. "Nadie firma un contrato en blanco, todo el mundo quiere aportar. Falta mucho tiempo. La Argentina necesita de consensos. Tenemos que ponernos de acuerdo con los ejes claves".
Apoyo, pero condicionado: ¿cuál es la clave para que avance el Pacto?
Si bien Melella es sindicado como uno de los "duros" contra el Gobierno de Milei, esa postura resume lo que plantean la gran mayoría de los gobernadores, incluso muchos de los que expresaron su adhesión a la idea del Pacto de Mayo. En efecto, la "idea" o la propuesta es una cosa pero la concreción es otra.
Por eso la clave estará en las reuniones que empezarán el próximo viernes, donde casi todos los gobernadores evaluarán la propuesta del Gobierno desde una óptica que la gran mayoría comparte: diálogo para buscar un acuerdo sí, pero acuerdo a libro cerrado o con condiciones indiscutibles, no.
Uno de los ejemplos más claros es el de Torres, que si bien saludó la iniciativa del Presidente anticipó que "Milei necesita escuchar al mal llamado interior del país" y que "hay que concentrarse en una agenda de desarrollo, la convocatoria del viernes responde a esa urgencia que tenemos".
El santafesino Pullaro mantiene una posición similar. Este martes confirmó que irá a la reunión en Casa Rosada y que está dispuesto a adherir a un gran acuerdo nacional pero también recordó que la Nación le debe a su provincia alrededor de $600.000 millones.
La misma postura de ir a la Casa Rosada a escuchar el planteo del oficialismo y elevar pedidos es la que llevaría a Kicillof a poner en pausa su rechazo cerrado al Pacto de Mayo para ver si puede abrir un canal de negociación con la Nación.
Gobernadores como Llaryora y Sáez también remarcaron, al expresar su ahdesión al Pacto de Mayo, las palabras que parecen ser clave: "diálogo" y "acuerdo". Muchos de los mandatarios entienden que esto es distinto de aceptar sin discusión las condiciones que adelantó Milei: acordar la aprobación de la Ley ómnibus, un "alivio fiscal" para las provincias y luego ir a Córdoba a firmar.
Así, la convocatoria que lanzó Javier Milei a los gobernadores tiene todavía mucho recorrido por delante y las adhesiones al Pacto de Mayo son, en la mayoría de los casos, de palabra y a la espera de ver con qué se encuentran en la primera reunión.