Jan de Nul: hasta la Iglesia del Papa Francisco hace lobby para que Milei vuelva a licitar el dragado del canal Magdalena
"No hay plata". Tres palabras que sintetizan una política de estado, al menos bajo la administración del libertario Javier Milei, y que está condicionando cualquier plan futuro de desarrollo de cualquier tipo que implique recursos para grandes obras.
El dragado y posterior balizamiento del Canal Magdalena es una de esas obras que pueden cambiar la fisonomía del puerto de La Plata en momentos en que el puerto de Buenos Aires acaba de recibir un mazazo en términos de competitividad frente al de Montevideo, que recibió el visto bueno de la Argentina para comenzar a dragar en el canal de Punta Indio que convertirá a la estación portuaria charrúa en uno de aguas profundas, lo que implicará, entre otras ventajas, que los mega portacontenedores que sólo llegan hoy en día hasta el puerto de Santos en Brasil, puedan alcanzar Montevideo, en el Río de la Plata.
La Iglesia Católica exige retomar la licitación del dragado del Canal Magdalena
En ese contexto de "no hay plata" y de un primer intento fallido de privatización de la empresa pública Administración General Puertos S.E. (AGP) que recientemente quedó bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete de la Nación conducida por Nicolás Posse que, a la vez, nombró a Gastón Alejo Benvenuto como interventor de la compañía estatal que tiene, entre otros desafíos, mantener la Hidrovía Paraná-Paraguay, hasta la Iglesia Católica, a través de sus obispos se preocuparon por la ausencia de trabajos en el canal Magdalena.
La Pastoral Social de la arquidiócesis de La Plata compartió un comunicado en referencia al canal Magdalena donde plantea que "la autorización por parte del Gobierno nacional para que el puerto de Montevideo pueda realizar las obras necesarias de dragado en el canal Punta Indio y su consecuente ampliación, nos pone en la obligación de preguntarnos: ¿el canal Magdalena dio un paso hacia el olvido?".
La Pastoral Social de una determinada diócesis es la herramienta por la cual la Iglesia se hace presente en la sociedad, en las personas y las estructuras para orientar y promover el desarrollo integral del individuo, según los principios del Evangelio.
En el comunicado donde se muestra preocupación por la situación portuaria se explica que, "El canal Magdalena es una vía natural, paralela a la costa argentina del Río de La Plata. Es una ruta de salida de nuestros productos hacia el exterior. Sin él, la oportunidad estratégica que se pierde es que los productos, por ejemplo, que vienen de la vía del Paraná, pasarían por Montevideo y no por el Puerto de La Plata, perdiendo con eso una oportunidad histórica de desarrollo de nuestra región".
Ahora bien, llegados a este punto lo primero que hay que señalar es que el fracaso por la licitación del dragado del canal Magdalena pertenece por completo a la gestión de Sergio Massa y Alberto Fernández.
Luego de muchas presiones del ala kirchnerista del Frente de Todos encabezadas por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, el expresidente, Alberto Fernández y su ministro de economía, Sergio Massa lanzaron, en abril de 2023, un proceso licitatorio para realizar las obras de dragado que, prácticamente, estaba hecho a la medida de la empresa belga Jan De Nul.
Casi nadie dudaba que la multinacional experta en dragado con intereses en la Hidrovía Paraná-Paraguay, en Quequén, y en Montevideo, se iba adjudicar la obra.
Desde el sindicalismo, no había casi ninguna duda teniendo en cuenta que un mes después de lanzada la licitación, en mayo de 2023, Juan Carlos Schmid anunciaba un programa de capacitación del Sindicato de Dragado y Balizamiento con la empresa belga, por la que tripulantes especializados en embarcaciones de dragado participaron de una capacitación intensiva en la ciudad de Aalst en Bélgica como parte de una serie de cursos que suele realizar Jan De Nul.
Sin embargo, la licitación de las obras del Canal Magdalena quedó desierta y con ello se cayó la convocatoria para realizar una nueva vía navegable que sirva de alternativa de ingreso a la Hidrovía Paraná-Paraguay.
Entre las razones de la debacle de la licitación hay que anotar un factor fundamental, entre varios.
La licitación quedó bajo la Ley de Obras Públicas, cuyo régimen de contratación de la administración pública establece el pago en pesos, moneda nacional, y no en dólares.
Pues bien, Jan De Nul, pero, también otras multinacionales que podrían haber participado del proceso licitatorio, tienen sus costos atados al valor del dólar. En medio de devaluaciones semanales y de inflación en ascenso, para el management de las compañías dragadores fue pertinente dejar pasar la oportunidad como sucedió en el intento de licitación del año 2014.
O sea, las intenciones del kirchnerismo tropezaron dos veces con la misma piedra.
A este punto hay que sumarle la precariedad fiscal y monetaria de la gestión de Sergio Massa que posibilitó que el político oriundo de Tigre no insistiera demasiado con una licitación que contaba con una partida plurianual de $40.000 millones, inexplicables para los burócratas del FMI con el que se negociaban perdones y en plena campaña electoral y auge del plan "platita".
A pesar de estos antecedentes, la Pastoral Social de La Plata, que conduce desde Julio de 2023, el arzobispo, Gabriel Mestre, que tuvo activa participación en la campaña electoral presidencial pasada criticando la figura de Javier Milei de quien subrayó, "...está lejos de los consensos democráticos", dejo de lado cuestiones más generales del quehacer social y fue preciso con el pedido por una nueva licitación para el Canal Magdalena.