Preocupación en el "círculo rojo": la pelea de Milei con gobernadores siembra dudas entre empresarios
"El círculo rojo no la ve". Javier Milei repitió tres veces esa frase en la última entrevista que le hicieron para la televisión, en la previa de su viaje a los Estados Unidos para encontrarse con Donald Trump.
El Presidente no profundizó en la cuestión porque no le preguntaron al respecto, pero era evidente que quería enviarle ese mensaje a los empresarios. Sobre todo a los dueños de los conglomerados más grandes de la Argentina.
El mercado, por ahora, acompaña a la gestión Milei
Milei está convencido de que el respaldo obtenido por parte de los máximos líderes de los Estados Unidos -la administración Biden y directamente de Trump- así como también la buena onda recogida en su reciente viaje a Israel e Italia tiene que ver con que "ellos sí la ven".
El jefe de Estado supone también que el "mercado financiero sí la ve", y por ese motivo se evidencia un resurgimiento en los precios de los bonos de la deuda y una caída -nominal y real- en las cotizaciones de los dólares libres. "Toto Caputo y Bausili convencen a los contingentes de inversores extranjeros que, semana tras semana, visitan Buenos Aires para ver de cerca la realidad", destacan desde los despachos oficiales.
"Las cuentas cierran y nosotros nos guiamos por eso. Al menos por ahora", admite el representante de uno de los fondos que pasó por la Argentina hace diez días.
El panorama pinta diferente entre las empresas locales. Inclusive entre algunas de las que respaldaron de manera contundente al nuevo Gobierno, cuando el Ejecutivo envió al Congreso la Ley Bases.
Empresarios del círculo rojo: respaldo con dudas
"Milei está conduciendo el país a los empujones. Eso interfiere en la economía", determina el gerente de una de las empresas más grandes del país, que pide anonimato en su diálogo con iProfesional.
Para las compañías líderes, el ordenamiento fiscal anunciado por el Gobierno es una buena noticia. Quieren creer que la salud de la economía puede mejorar en los próximos meses.
Como afirman incluso en los despachos oficiales, la mayoría de los gerentes consultados sostienen que la clave será que Caputo pueda mostrar una caída fuerte de la inflación de acá a no más de 60 días.
Los empresarios prevén que esa es la clave para que "la calle aguante". De otro modo, si los aumentos de precios siguen descontrolados, no habrá forma de estabilizar la macroeconomía.
Las dudas, en todo caso, vienen por el lado de la gestión del oficialismo. El hecho de que el Presidente quiera sumar poder enfrentándose con los gobernadores -sobre todo con aquellos que por afinidad ideológica deberían estar en la misma vereda- por ahora agrega una cuota de incertidumbre a la crisis.
"Un escenario así crispado no le conviene a ningún sector. La gente y las empresas necesitamos estabilidad y tranquilidad. Una señal de un futuro mejor. Así sea para dentro de unos meses. Pero eso no está, al menos por ahora", señala otro gerente general, también de un conglomerado líder.
Muy parecido es el diagnóstico que efectúan desde el sistema financiero, un sector que empezó con tironeos con el actual Gobierno, pero que ahora parece encontrar una dinámica más estable.
Economía derrumbada
La actividad económica luce mal. Lo cuentan los últimos registros de las cámaras empresariales, y también algunas empresas líderes. Uno de los distribuidores de hierro y chapa más grande del país da cuenta de un retroceso del 45% a 50% en las ventas de febrero, en relación al mismo mes del año pasado.
Las ventas de vinos también registran caídas en torno al 35%-40%, sobre todo en las marcas consumidas por la clase media-media alta.
Un derrumbe similar muestran las ventas de productos congelados, cuyos precios se dispararon por la devaluación y, ahora también, los anuncios de las nuevas tarifas eléctricas.
Por ahora, no se hicieron evidentes los despidos en aquellos rubros a los que peor les va, salvo en el sector de la construcción, en donde fue determinante el anuncio del Gobierno de que se mantendrá un recorte total a las obras públicas.
La respuesta obvia sobre lo que vendrá en materia de empleo es que todo dependerá de las señales que dé el Gobierno sobre la economía que viene. Una cosa es si se vislumbra una salida más o menos rápida de la crisis, y otra muy distinta es si no hay luz al final del túnel.
La exposición de Milei en el Congreso, en la apertura de las sesiones ordinarias, tendrá un elevadísimo rating entre los ejecutivos. De eso nadie duda.
El "círculo rojo" -tal vez más que nadie por fuera de la política- estará muy atento a cada palabra, a cada señal que envíe el Presidente sobre el porvenir.