Negociación clave: Milei tiende puentes con un grupo de gobernadores, con la mira en el Congreso
El presidente Javier Milei se muestra duro con la dirigencia política pero su enfrentamiento con los gobernadores empezó a encontrar un punto de equilibrio a partir de la decisión de que el ministro del Interior, Guillermo Francos, reabra el diálogo con un grupo de ellos de cara al inicio de las sesiones ordinarias del Congreso en marzo.
Este martes Francos mantuvo un encuentro con los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta); Raúl Jalil (Catamarca); Osvaldo Jaldo (Tucumán); Hugo Passalacqua (Misiones) y Carlos Sadir (Jujuy). La reunión se llevó a cabo en la residencia del gobernador salteño y fuentes del oficialismo aseguraron a iProfesional que el clima "fue amistoso".
Así lo demuestra la foto en la que posaron, sonrientes, los mandatarios provinciales junto al ministro después de compartir durante dos horas unas empanadas salteñas, asado y quesillo, un postre típico de la provincia, para amenizar la charla sobre "las realidades de las provincias y del Estado Nacional", según las fuentes consultadas.
El rol clave de Francos
La reunión fue así un primer acercamiento para distender la relación entre la Casa Rosada y las provincias, tras la disputa que empezó a escalar durante las negociaciones sobre la Ley ómnibus en la Cámara Diputados y que llegó a su punto más álgido luego de la votación frustrada. El Presidente no dudó en calificarlos a todos de "traidores" y los gobernadores, entre ellos Sáenz, no se quedaron atrás en las respuestas.
Esto empezó ahora a cambiar. El gobernador de Salta comentó en sus redes sociales que hubo coincidencia en que "el diálogo y el consenso son un camino esencial en la búsqueda de soluciones para todos los argentinos". En el Gobierno, en tanto, señalan que no se cerraron acuerdos concretos en esta reunión, pero que "el diálogo continúa abierto".
Eso ya es mucho más que lo que se vio hasta ahora, con la reacción furiosa de Milei, que incluyó el despido de funcionarios nacionales vinculados a Sáenz y al cordobés, Martín Llaryora, y las advertencias de los jefes provinciales sobre un diálogo directamente cortado.
A pesar de su decisión de mantener el discurso de choque contra la "casta", el Presidente deja que su ministro político salga a reconstruir puentes. En ese sentido, el próximo paso de Francos se dará el 2 de marzo cuando, según adelantaron en la Rosada, asistirá a la Fiesta de la Vendimia en Mendoza, la provincia que gobierna el radical Alfredo Cornejo.
Por qué el Congreso es el objetivo detrás de los nuevos movimientos
Un día antes de esa visita, Milei tendrá que presentarse ante el Congreso para dejar inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias. La reapertura del diálogo con estos gobernadores luego de las fricciones no deja de esta ligada a este tema que es central para un oficialismo sin mayoría que viene de tener su primera frustración.
Por estos días en el Ejecutivo no descartan hacer el intento de reflotar la Ley de Bases, coloquialmente llamada "Ley ómnibus", debido a que todavía tiene estado parlamentario. Ciertamente, tendría que volver a discutirse en las comisiones para firmar un nuevo dictamen antes de volver al recinto, pero en teoría esto no es imposible.
En paralelo, el oficialismo dejó trascender la posibilidad de conversar sobre un pacto fiscal con las provincias si los gobernadores le dan apoyo a la Ley ómnibus en un eventual segundo intento de aprobarla.
La reunión de Francos en Salta y su visita programada a Mendoza se da en este contexto y nada parece desconectado. Si bien en el oficialismo continúa el malestar con Llaryora y con el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, la búsqueda de nuevos acuerdos mira a otros mandatarios como Sáenz, Jaldo, Jalil y Cornejo, a quienes se suma el correntino Gustavo Valdés, que el lunes recibió a Milei en el aeropuerto de su provincia y lo saludó cálidamente.
Las dudas que persisten: ¿estrategia pensada o un Milei dispuesto a todo?
No es casual tampoco que el encargado de reabrir el diálogo sea Francos y esto no es solo por ser el ministro de Interior. Como contó iProfesional, tanto él como su par de Economía, Luis Caputo, serían los más preocupados dentro del Gabinete por las fuertes expresiones de Milei que complican llegar a acuerdos con gobernadores y diputados.
La línea de acción del Presidente desorienta a propios y extraños. Por un lado, no duda en llamar "nido de ratas" al Congreso, ni en criticar con palabras muy fuertes a los gobernadores, pero al mismo tiempo tampoco le prohíbe a Francos reunirse con ellos, dado que nadie se atrevería a pensar que el ministro se mueve sin la venia del jefe de Estado. Algo así hablaría de un problema grave en el Ejecutivo.
Lo cierto es que nadie entiende esta dualidad con exactitud. En el Congreso hay quienes creen que se trata de una estrategia pensada para dividir a los gobernadores y evitar que armen un frente común con fuerza suficiente para imponerle la agenda al Presidente, según fuentes consultadas por iProfesional. Pero en otros sectores creen que Milei está fuera de control y que esto preocupa a una parte del Gabinete.
De hecho, un día antes de la reunión que mantuvo Francos en Salta, la vicepresidenta Victoria Villarruel mantuvo un encuentro con el mismo grupo de gobernadores. Ambos, el ministro y la vice, fueron juntos al acto por el Aniversario de la Batalla de Salta, pero al momento del diálogo político se movieron por separado.
Según pudo constatar iProfesional, en el oficialismo cuentan que Villarruel dejó en claro sus diferencias con el estilo confrontativo de Milei y fue receptiva con los planteos de los mandatarios. En tanto, en la Casa Rosada se ocuparon de remarcar que la vice no participó de la reunión con Francos. Ruido.
Mientras tanto, Javier Milei no deja de mostrar un discurso muy duro mientras al menos parte de su Gobierno, con Guillermo Francos como pieza central, busca el punto de equilibrio y tiende puentes con los gobernadores sin perder de vista el desafío que tienen por delante. Planificado o no, el oficialismo ya empieza a jugar sus cartas.