El mega DNU de Milei, en riesgo: qué factores juegan en contra del oficialismo en el Congreso
El "mega DNU" del presidente Javier Milei empezará a ser tratado en la Comisión Bicameral del Congreso que el oficialismo convocó para el jueves bajo una creciente presión opositora, aunque la bancada libertaria tiene un margen escaso para defenderlo y evitar una derrota en el mediano plazo debido a la división en la oposición dialoguista, entre otros factores.
A ello se le suma una compleja discusión legal impulsada principalmente por el kirchnerismo, que sostiene que los plazos para tratar el decreto en la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo que tiene que emitir un dictamen ya están vencidos y que, por lo tanto, debería ser sometido directamente a votación en el recinto del Senado o de la Cámara de Diputados.
El principal problema para La Libertad Avanza, que está en minoría en ambas cámaras y no le alcanza con el apoyo monolítico del PRO, es que si el DNU se pusiera a votación hoy mismo "gana el rechazo", según coincidieron fuentes de distintos espacios del Senado consultadas por iProfesional, aunque en Diputados el panorama no es mucho mejor para el oficialismo.
Es por ello que la única estrategia del oficialismo hasta el momento parece ser ganar tiempo. Así lo hizo la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, al resistir la presión del kirchnerismo para convocar a una sesión especial durante las últimas semanas y ahora, el llamado a la Comisión Bicameral parece ir en la misma línea.
Y es que primero se elegirán las autoridades de la comisión, después se daría la discusión reglamentaria sobre los plazos y, por último, la firma del dictamen que ni siquiera será el mismo jueves. Pero además, el oficialismo quiere poner sobre la mesa de discusión también los DNU del ex presidente Alberto Fernández que nunca se trataron. Todo esto estira la resolución final soobre el decreto de Milei mientras el Gobierno pelea en la Corte Suprema para revertir el fallo judicial que suspendió todos los artículos del DNU que modificaban la legislación laboral actual.
Por qué el "mega DNU" de Milei corre riesgos en el Congreso
La demora para constituir la Comisión Bicameral se debió, en rigor, a que la Cámara de Diputados que preside Martín Menem no designó en tiempo y forma a sus representantes porque Unión por la Patria reclamaba cuatro lugares y el oficialismo le otorgaba solo tres. Finalmente, Menem impuso esta segunda alternativa.
La Comisión Bicameral de Trámite Legislativo está integrada por 8 diputados y 8 senadores nacionales. Con la composición que quedó establecida, La Libertad Avanza se quedó con 3 lugares; el PRO con 2; la UCR con 2; los bloques "federales" con otros 3 y Unión con la Patria con 6.
Aquí aparece el primer factor que complica al oficialismo para defender el DNU, dado que hasta ahora solo tendría aseguradas seis firmas para emitir un dictamen favorable: las tres de los libertarios Lisandro Almirón, Oscar Zago y Juan Carlos Pagotto, más las dos de Luis Juez y Hernán Lombardi del PRO y la del senador de Cambio Federal Juan Carlos Romero, cercano al oficialismo.
Ocurre que para asegurarse el dictamen de mayoría en la comisión necesitaría 9 firmas. Con esto, el oficialismo quedaría a un paso de blindar la vigencia del DNU en el Congreso, debido a que un decreto debe ser rechazado por las dos cámaras del Congreso para "caer", por lo que la aprobación de solo una eliminaría todo riesgo para el Gobierno.
Por ahora el oficialismo no tiene garantizada esa mayoría en la Comisión Bicameral por las divisiones en la oposición dialoguista que, a su vez, tienen mucho que ver con los ataques verbales de Milei al Congreso, al que recientemente llegó a calificar como "nido de ratas".
Una UCR dividida y una oposición dialoguista, pero sin garantías: otro factor en contra del DNU
Los bloques federales tanto del Senado como de Diputados son una parte esencial de la oposición dialoguista cuyo apoyo Milei necesita como el agua, pero ninguno de ellos tiene una unidad a prueba de balas. Esto ya se vio en la frustrada votación de la Ley ómnibus en la Cámara baja.
En el Senado, el bloque Cambio Federal de Romero juega por un lado y Unidad Federal por otro. Esta segunda bancada tiene en la Bicameral al correntino Carlos "Camau" Espínola que hoy está en contra del DNU, según deslizaron en su entorno a iProfesional. En tanto, la posición de Nicolás Massot, del bloque Hacemos Coalición Federal que lidera Miguel Pichetto, es una incógnita.
Pero la división que más complicaría al oficialismo se da en la UCR, que hace días discute como pararse ante el "mega DNU". Por un lado está el sector alineado con el presidente del partido y senador nacional, Martín Lousteau, quien ya adelantó que si tuviera que votar lo haría en contra del decreto. Por el otro, el llamdo "grupo Malbec" que se referencia en el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y que es más abierto a apoyar al Gobierno.
En esa división el sector más dialoguista del radicalismo no quiere rechzar totalmente el DNU pero tampoco apoyarlo totalmente. "Quieren ver si pueden forzar una interpretación sobre el desglose del DNU" para votar a favor de algunos artículos y en contra de otros, según confirmaron fuentes partidarias a iProfesional.
Como esta alternativa no tiene antecedentes en el tratamiento parlamentario de los decretos, la división de la UCR puede ser un problema para el oficialismo en la Bicameral, dado que sus dos representantes responden uno a cada grupo: el senador Víctor Zimmermann estaría con los más "duros" y el diputado Francisco Monti con los dialoguistas, según las fuentes partidarias.
La táctica del oficialismo: ¿se discutirán primero los decretos de Alberto Fernández?
El otro factor que no favorece al oficialismo es la cuestión reglamentaria sobre los plazos para tratar el DNU de Milei, que entró al Congreso el 5 de enero pasado. Sobre esto machaca el kirchnerismo para reclamar su votación en el recinto pero incluso en la oposición dialoguista hay quienes dudan de que los libertarios "tengan margen para forzar el debate en comisión", según una fuente consultada por este medio.
No obstante, en La Libertad Avanza sugirieron a este medio que su alegato en esa discusión podría ser que el plazo de 10 días que la ley le impone a la Bicameral para dictaminar sobre un DNU "empieza a correr cuando la comisión se conforma". Pero además, el oficialismo aclara que tampoco el decreto de Milei debería "empezar a tratarse inmediatamente".
Esto odebece, en parte, al eje central de la estrategia que durante los últimos meses condujo Villarruel en el Senado: ganar tiempo. En ese contexto, el oficialismo no descarta proponer a la Bicameral que además de tratar el DNU 70/2023 de Milei se discutan también todos los de su antecesor, Alberto Fernández, que nunca se dictaminaron.
De hecho, aclaran que el próximo jueves solo se dedicarán a elegir a las autoridades y fijar la agenda de la comisión para los días siguientes. El oficialismo quiere poner al senador Juan Carlos Pagotto en la presidencia de la Bicameral. Habrá discusión sobre este tema, porque en la oposición hay críticas a la posibilidad de que el cuerpo lo encabece alguien sin experiencia parlamentaria.
No obstante, toda demora le sirve al Gobierno para que el "mega DNU" siga vigente mientras sus espadas parlamentarias buscan el apoyo que todavía les falta y, sobre todo, mientras espera que la Corte Suprema resuelva el planteo que presentó la Procuración del Tesoro para revertir el fallo que suspendió el capítulo laboral del decreto.
El 30 de enero pasado la jueza nacional del Trabajo Liliana Rodríguez Fernández declaro inválidos los artículos 73, 79, 86, 87, 88 y 97 del DNU que imponían cambios sobre la legislación laboral, al hacer lugar a un amparo de la CGT. Uno de sus argumentos fue que es necesario que el Congreso se pronuncie sobre el decreto.
En ese contexto, la apertura del debate sobre el "mega DNU" de Javier Milei en la Comisión Bicameral del Congreso es un tema clave para el Gobierno más allá del tiempo que efectivamente tarden los legisladores en definir su suerte.