Eduardo Serenellini evalúa renunciar tras perder poder dentro del Gobierno
Tal como había anticipado iProfesional, el ahora exSecretario de Comunicación y Prensa, Eduardo Serenellini, estaba en el ojo de la tormenta y había desatado la ira del presidente Javier Milei, por los presuntos negocios personales que llevaba a cabo dentro de la propia Casa Rosada.
Sus reuniones, que no tenían ninguna relación con las funciones que se le habían asignado, pero que estaban vinculadas con grupos empresarios que siempre habrían financiado su actividad periodística, generaron alarma en el asesor presidencial Santiago Caputo y también en la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
Esta última fue quien le pidió a Serenellini que dejase su cargo lo antes posible, dado que el Gobierno no quiere dar la imagen de que sigue despidiendo funcionarios, después del affaire que le costó el cargo al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro.
Pero el periodista, conocido por su frase "la gente tendrá que adaptarse a comer una vez al día", demoraba su dimisión, esperando que los vientos cambiasen de rumbo.
Incluso en el día de ayer, una persona se presentó ante los trabajadores de la dependencia oficial que dirigía Serenellini, y dijo ser el nuevo subsecretario de comunicación. Se trató de Javier Orcoyen, ex gerente financiero de Radio Continental, donde el ahora exsecretario lo conoció.
Serenellini, sin cargo de relevancia dentro del Gobierno
Por la resistencia del periodista a abandonar su cargo, Karina decidió cortar por lo sano. Directamente lo degradó. Esta misma mañana en el Boletín Oficial, se publicó una reestructuración del organigrama presidencial, en el que se crea una "Subsecretaría de Vocería y Comunicación Presidencial", que estará bajo la órbita de la Secretaría General de Presidencia, es decir de la propia Karina, y que manejará Manuel Adorni.
Tal subsecretaría, tiene entre sus misiones y funciones, la elaboración de los contenidos y el pautado de la publicidad oficial del Estado.
Es decir, Adorni se queda no solo con el rol de vocero sino con el de real secretario de comunicación, dado que toda la pauta oficial, cuando la haya, y los equipos de la manejarán, planificarán y luego ejecutarán los pagos de la misma, están bajo la dependencia que conduce Adorni, y por debajo de Karina Milei, "el Jefe".
A Serenellini le quedó una Secretaría de Prensa bastante deslucida y casi sin funciones. Y con una sola Subsecretaría, también de prensa. Por lo tanto, el candidato a funcionario que se presentó ayer frente a los empleados como su nuevo jefe, no tiene funciones que cumplir, a menos que Adorni lo tome bajo su tutela, algo que parece poco probable.
"Se le había hecho el malo a (Manuel) Adorni también, y Manuel está bien visto acá, es obediente, respetuoso, nada que ver con Serenito", dice una fuente de la Rosada que vivió de cerca el estridente y casi inmediato ocaso del periodista, usando el apelativo que alguna vez le puso la locutora Edith Hermida.
El castigo le pegó fuerte a Serenellini, que ahora sí evalúa presentar su renuncia. Según el decreto 111/2024 publicado en el día de hoy, la ex figura periodística de Canal 26 solo tendrá el rol de supervisar el informe de prensa que se le acerca al presidente a diario, elaborar la información que se brinda a los medios, y un par cuestiones irrelevantes más como redactar gacetillas presidenciales.
¿Renuncia Serenellini?
Después del cimbronazo recibido, el periodista no sabía cómo reaccionar. El gobierno no es muy proclive a dar avisos, así que se encontró con el instrumento legal que contenía su nueva función de sorpresa, cuando un conocido le mando el Boletín Oficial muy temprano a la mañana.
"Acá son así, no hay sentencia previa, ni ves venir al pelotón, de golpe, te encontrás fusilado", explica una fuente a este medio.
Como respuesta, Serenellini subió un tuit donde se lo ve en una fotografía al lado de su amigo el presidente Javier Milei, en la que se lee: "trabajando desde Olivos". Dicen que la imagen está muy lejos de ser de hoy. "Mirá el desconcierto del tipo, que pretende desmentir al Boletín Oficial con un posteo en X", dicen con lástima en las inmediaciones de la Secretaría General.
De tal modo, Karina suma un poder extraordinario: el de la comunicación oficial y la pauta, cuando eventualmente el gobierno decida reinstalarla. Nunca un secretario general de Presidencia había contado con tal instrumento.
Y lo hace mediante un funcionario de su confianza, el propio Adorni, que ya trabaja en completar el equipo con gente que conozca el funcionamiento publicitario, un área en la que ha incursionado poco. Siempre claro, con la atenta mirada de Karina que el periodista respeta a rajatabla. Mientras tanto Serenellini, estaría empezando a pensar en volver al periodismo y a cotizar espacios para comprar en alguna radio.