El Gobierno retira los puntos más resistidos de la Ley ómnibus pero continúa la puja con los gobernadores
En medio del ruido entre el Gobierno del presidente Javier Milei y los gobernadores por la Ley ómnibus, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció en una sorpresiva conferencia de prensa el retiro de los puntos más resistidos del proyecto, como la suba de retenciones, para "facilitar su aprobación" pero cumplió la advertencia de que habrá un "mayor ajuste" que caerá sobre los fondos que reciben los gobernadores.
Caputo anunció que el Gobierno nacional tomó la decisión de "retirar el capítulo fiscal de la Ley de Bases, de manera de facilitar y acelerar su aprobación" en la Cámara de Diputados, donde varios de los artículos que figuraban allí corrían el serio riesgo de ser rechazados y quedar afuera del proyecto por falta de consenso con la oposición dialoguista de Hacemos Coalición Federal, la UCR y en parte también el PRO.
Entre los temas que se retiran, según precisó, estarán "el blanqueo, la moratoria, el adelanto de Bienes Personales, las retenciones" y también el cambio en la "fórmula jubilatoria". Todo ello supondría que la negociación se destrabe y la iniciativa resulte finalmente aprobada por el oficialismo con la ayuda de los bloques que negocian desde hace dos semanas.
Sin embargo, en la lista de temas a retirar el ministro también mencionó la restitución del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría. Esto no forma parte de la Ley ómnibus pero había sido pedido por varios gobernadores, que sintieron la caída en su recaudación tras la eliminación que le habían permitido a Sergio Masssa y la ausencia de la compensación prometida.
El Gobierno cambia el juego con Ley ómnibus: por qué la puja sigue con gobernadores
Desde su presentación en el Congreso, a inicios de esta semana, ese proyecto fue leído como parte de las negociaciones entre la administración de Milei y los distintos gobernadores para lograr la aprobación de la Ley ómnibus. Un tema paralelo a los cambios que se le pidieron al Ejecutivo en la redacción de la iniciativa más importante.
Pero Caputo anunció su retiro mezclado con el detalle de los puntos de la Ley ómnibus que trabaron la negociación y que ahora el Gobierno decidió voluntaria y unilateralemente, según le indicó Caputo a iProfesional durante su conferencia de prensa, dejar afuera. Todo ello, con un mensaje conciliador hacia los gobernadores después de varios días de tensión: "Cómo no voy a entender a algún gobernador que está tratando de proteger los intereses de su provincia".
De esta manera, el Gobierno cambió el tono hacia los gobernadores para que permitieran el avance del proyecto sin más modificaciones, pero no el núcleo de la advertencia que venía haciendo: que el ajuste fiscal se hará igualmente por el lado del Estado y que eso incluirá a las provincias.
Y es que el ministro señaló que las medidas que tomará para "reemplazar ese ingreso" que iba a tener el Estado a través de las retenciones y los cambios en la movilidad jubilatoria implican "un mayor ajuste para todos" y "por su puesto para la política, la Nación y las provincias".
¿Se cumple el advertencia a los gobernadores?
Según cálculos preliminares, el Gobierno perdería alrededor de 1,8 puntos del ajuste que se proponía hacer con las medidas de la Ley ómnibus al renunciar a los puntos más objetados por la oposición dialoguista.
Es por ello que Caputo sostuvo que, si bien espera destrabar el proyecto con el retiro del capítulo fiscal porque busca "facilitar la situación de muchos legisladores y gobernadores" que resistían esos puntos del proyecto, eso no implica que el Gobierno vaya a dejar de lado su "compromiso de ir al equilibrio fiscal, el objetivo de déficit 0".
"Las medidas que vamos a tomar para reemplazar ese ingreso son las medidas que dijimos que estamos evaluando e implica obviamente un mayor ajuste para todos. Los argentinos hoy lo están haciendo, por supuesto es un mayor ajuste para la política, la Nación y las provincias", aseguró.
En todo momento el ministro evitó el tono de advertencia y buscó mostrarse conciliador con los gobernadores y con la oposición dialoguista, pero ante las preguntas de la prensa sobre ese ajuste remarcó: "Nos incluye a todos, Nación y provincias también".
Con esto, el ministro cumplió la advertencia que hizo días atrás y que molestó a gobernadores y legisladores que lo acusaron de "apretar" pero con otro tono y al mismo tiempo, puso la pelota del lado del Congreso. En la primera fila estaban el ministro del Interior, Guillermo Francos, el asesor presidencial Santiago Caputo y el presidente de Diputados, Martin Menem, protagonistas centrales de la negociación con los bloques opositores.
Las primeras reacciones en el Congreso: ¿avanzará la Ley ómnibus tras el cambio?
El capítulo fiscal es el que más trabas generaba en la negociación. Los diputados de casi todos los bloques -incluidos los del PRO que hoy son los más colaborativos con La Libertad Avanza- se oponían a la suba de retenciones, especialmente los que responden a gobernadores de provincias exportadoras. La UCR y Hacemos rechazaban también el punto sobre la movilidad previsional porque, según afirmaban, se les "comía" un mes de aumento.
Al ser consultado por iProfesional sobre si este cambio se había conversado con los gobernadores o con los referentes de los bloques de la oposición dialoguista, Caputo respondió que no: "Es una decisión que tomamos nosotros" para "agilizar la aprobación", afirmó el ministro.
No obstante, sin esos temas el proyecto debería tener el camino allanado. Las primeras reacciones al anuncio fueron positivas en ese sentido. "Una Ley de Bases debe partir del acuerdo entre la Nación y las Provincias. Celebro que el Gobierno retire de la Ley ómnibus el capítulo que perjudicaba las economías de las provincias y a los más humildes", resaltó la radical Karina Banfi, una de las diputadas más involucradas en las negociaciones dentro del Congreso.
Pero según indicaron a iProfesional otras fuentes de los bloques dialoguistas luego de la conferencia hubo un pedido de cautela a la espera de tener mayores precisiones sobre los artículos puntuales que se retirarán. "Hay que ver si incluye lo de la Ley de Pesca, biocombustibles e hidrocarburos", comentaron.
La sensación que corrió por algunos despachos fue que el Gobierno entendió que podía tener "un bautismo parlamentario con 22 votos en contra en jubilaciones y retenciones" y decidió cambiar de dirección. Si bien algunos consideraron que se dio cuenta "un poco tarde", nadie adelantó ninguna otra traba para el tratamiento del proyecto.