El "detrás de escena" en la interna del Gobierno que terminó con la salida de un ministro: cómo se originó
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En medio de una interna abierta en el área de Comunicación del Gobierno, que por el momento incluye cortocircuitos que se comentan por lo bajo, el presidente Javier Milei tomó la decisión de desplazar al ministro de Infraestructura, Guillemo Ferraro, por haber filtrado "información sensible" del Ejecutivo nacional.
"El Presidente ya tomó la decisión", respondieron a iProfesional fuentes de la Casa Rosada respecto a la determinación de que Ferraro deje de formar parte del Ejecutivo por considerarlo responsable de filtrar información de una reunión de Gabinete.
Fuentes con despacho en Balcarce 50 precisaron que la comunicación oficial llegará en las próximas horas y deslizaron la posibilidad de que la cartera de Infraestructura pueda ser absorbida por el ministro de Economía, Luis Caputo.
¿Qué fue lo que encendió el enojo de Javier Milei?
A poco más de un mes y medio de gestión, el libertario decidió realizar el primer cambio en la estructura de su Gobierno ante el enojo que le provocó el hecho de que uno de los integrantes del Ejecutivo diera detalles de lo conversado durante una reunión privada.
Según supo este portal, Milei se enfureció al conocer que un integrante de su Gabinete había conversado con la prensa sobre temas que se trataron en un ámbito de trabajo privado, específicamente una frase que se le atribuyó respecto a los gobernadores.
De acuerdo a versiones periodísticas dadas a conocer por el diario Clarín, el jefe de Estado habría dicho en privado que dejaría "sin un peso" a los gobernadores que no acompañen el proyecto de ley ómnibus.
De esta manera, la gestión de La Libertad Avanza enfrenta su primera salida de peso en el Gabinete nacional, ya que hasta el momento solo había sucedido con subsecretarios o secretarios, principalmente en el área de la Secretaría de Medios y en Capital Humano.
La frase de Manuel Adorni que anticipó cambios en el Gabinete
Durante su habitual conferencia de prensa matutina en la Casa Rosada, el vocero presidencial Manuel Adorni afirmó que no habría que sorprenderse si continuaban las modificaciones "en el gabinete o en el Ejecutivo nacional" luego de que este jueves se conoció el desplazamiento de las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud.
"El Presidente busca cada día de su vida tener y hacer que trabajen los mejores en cada área. Cuando el Presidente considere que una persona tiene que ser removida por determinada cuestión que implica necesariamente que haya una persona más capacitada, con mayor experiencia o que el Presidente considere que es más atinada para el cargo, eso va a ocurrir", argumentó el vocero.
Al respecto, el funcionario nacional continuó: "Va a seguir ocurriendo en un montón de casos más y no hay que sorprenderse por eso. Hay que acostumbrarse a que hay cosas que son diferentes en este gobierno y una de ellas es que buscamos a los mejores en cada una de las posiciones".
"La prioridad siempre va a ser que esté la mejor persona, el más profesional, en cada uno de los puestos. Repito: no se sorprendan si eso sigue ocurriendo en el gabinete o en el Ejecutivo nacional", sentenció Adorni.
El mileismo mira con recelo el "vuelo político" del secretario de Comunicación
Las reuniones que encabeza a diario en la Casa Rosada el secretario de Comunicación de la Presidencia, Eduardo Serenellini, con distintos sectores empresariales comienzan a generar conflicto entre los mileista, ya que consideran que "está tomando un protagonismo que no le corresponde".
Fuentes de la Casa de Gobierno aseguraron que el funcionario planteó durante una reunión de Gabinete que convocaría a distintos sectores para buscar el apoyo tan deseado por el Ejecutivo al proyecto de ley ómnibus, pero lo que parecía contar con el visto bueno de la mayoría de los integrantes hoy genera ruido.
"El único protagonista es Javier, el resto somos soldados del Presidente", resumió a iProfesional una fuente que conoce la dinámica del mundo libertario, donde la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el asesor presidencial Santiago Caputo son los máximos confidentes del jefe de Estado.
En tanto, el vocero presidencial ganó visibilidad con su habitual conferencia de prensa matutina en la Casa de Gobierno, pero no cosecha críticas en el entorno de La Libertad Avanza, ya que se dedica a la comunicación presidencial, cuya agenda se desarrolla casi exclusivamente por las mañanas, a diferencia de Eduardo Serenellini que amplió sus actividades y funciona como un "falso" ministro.
La polémica antes de desembarcar en la Casa Rosada
Previo a asumir su rol en la función pública nacional, Serenellini había quedado envuelto en la polémica de las redes sociales por un video en el que hablaba del ajuste que lleva adelante el Ejecutivo y cómo eso se replicaría en la vida de cada ciudadano.
"Uno recortará la plataforma para ver películas, otro el auto no lo usa más. Otro, y ese será el que está grave, dirá no hay desayuno o no hay almuerzo. Una comida por día. En distinto nivel, todos estamos recortando, todos", expresó Serenellini durante su intervención en LN+ el sábado 16 de diciembre, canal en el que trabajó hasta desembarcar en el gobierno de Milei.
Sus últimos dos trabajos como periodista fueron como conductor del mencionado canal de noticias durante los fines de semana y un programa semanal en Radio Continental, donde justamente Milei realizó su primera entrevista como presidente electo.
Comunicación: el área caliente del gobierno de Milei
La comunicación de la Presidencia es una de las áreas más sensibles del Gobierno, ya que en el mundo mileista son sumamente reacios a que se filtre información en "off the record" a los periodistas sin que previamente sea autorizado por la cúpula del Ejecutivo.
Tal es así que la ahora ex secretaria de Medios Belén Stettler, que venía del riñón de Santiago Caputo, dejó su cargo a tan solo tres semanas después de asumir y fue reemplazada por Serenellini. "Estamos haciendo cambios en la Secretaría de Comunicación", fue la breve respuesta que dieron fuentes oficiales previo al inicio del 2024, los cuales fueron oficializados luego del 1 de enero.
Si bien Stettler estuvo en su cargo menos de 30 días, el tiempo fue más que suficiente para que en la Casa Rosada comenzaran los reproches. "No es nuestra culpa si no quiere hablar o aparecer públicamente, pero tiene que entender que la relación con los medios es parte de su función. Si no salimos a marcar nuestra línea, lo hacen otros", fue el pase de factura que realizó en aquel entonces una fuente que conoce desde adentro el manejo de la comunicación oficialista en diálogo con iProfesional.
La salida de Stettler se produjo luego de que renunciara el experimentado Eduardo Roust, quien nunca fue oficializado como subsecretario, pero ocupó durante 10 días un despacho en la Casa Rosada.