• 11/12/2024

Milei minimiza el impacto del paro y promete ir a fondo contra "las minorías que buscan mantener sus privilegios"

"No podemos dialogar con gente que quiere voltear al gobierno", explican en La Libertad Avanza y cuestionan a los líderes sindicales por el paro
25/01/2024 - 08:01hs
Milei minimiza el impacto del paro y promete ir a fondo contra "las minorías que buscan mantener sus privilegios"

"Hubo apenas 40 mil personas y no nos pudieron cortar las avenidas". La frase forma parte de un reporte que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, le llevó en persona a Javier Milei a la residencia de Olivos tras supervisar la desconcentración de la marcha a la plaza del Congreso, donde la CGT protagonizó el paro con movilización contra el DNU 70 y la ley ómnibus, apenas 45 días después de la asunción del libertario en la Casa Rosada.

En la vereda de enfrente, los caciques cegetistas subieron la apuesta y hablaron de 200 mil personas. Una discrepancia que suele ser un clásico en este tipo de movilizaciones.

Detrás habían quedado el discurso incendiario del jefe camionero Pablo Moyano -quien parece aspirar a quedarse con la conducción en solitario de la CGT- y las advertencias lanzadas a los diputados en caso de atreverse a reimponer un impuesto a las Ganancias que pega en la línea de flotación de gremios como bancarios, camioneros y aceiteros, entre otros.

A esos diputados -tres peronistas que responden al gobernador de Tucumán que decidieron formar un bloque aparte y votarían la ley ómnibus-, Moyano les avisó que si hacía falta irían "despacho por despacho" a buscarlos. Cualquier cosa antes que los empleados vuelvan a tributar Ganancias, aseguró.

Por su parte, Armando Cavalieri, líder del gremio más grande de la Argentina, el sindicato de Comercio, tuvo una participación activa en la marcha y advirtió que "el ajuste es una realidad que no podemos ignorar. Los trabajadores, que son el motor de la economía, enfrentan constantes desafíos ante medidas que comprometen su estabilidad financiera y calidad de vida".

Algo quedó claro tras el acto: si había alguna puerta abierta para dialogar entre el gobierno y la CGT, por ahora se acaba de cerrar. "No podemos dialogar con gente que quiere voltear al gobierno", explican en La Libertad Avanza.

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El gobierno de Javier Milei salió a responder las críticas de Pablo Moyano

Paro de la CGT: repercusiones de la ameneza de Pablo Moyano a Luis Caputo

Para colmo, la amenaza de Moyano al ministro de Economía, Luis Caputo, causó asombro y repudio en el gobierno, pero también en el universo empresarial. Advertir que van a llevar en andas al funcionario para arrojarlo al Riachuelo remite a las peores experiencias de terror que debió vivir la Argentina durante la última dictadura.

No fueron los únicos focos de polémica en el discurso del dirigente camionero. Llamó la atención en círculos empresariales que haya focalizado sus críticas en Paolo Rocca -líder de Techint- y en Marcos Galperin, dueño de Mercado Libre. Son los dos empresarios más importantes de la Argentina junto con Alejandro Bulgheroni (PAE). Entre todos dan empleo a decenas de miles de personas en forma directa, y a miles de pymes.

En el "círculo rojo" seguramente habrá algún análisis en las próximas horas sobre cómo manejar esta ofensiva sindical sobre los máximos empleadores de la Argentina.

En el mundo empresarial hay preocupación por la escalada de protestas: antes de la manifestación, la Cámara de la Construcción, que mantiene grandes diferencias con Milei por el freno a la obra pública, salió igual a cuestionar el paro y a advertir que ese no es el camino.

La dureza de Patricia Bullrich

La ministra Bullrich se mostró dura a lo largo de toda la jornada: salió en persona a recorrer el barrio de Flores y filmó cómo la mayoría de los comercios permaneció abierto a pesar de algunas advertencias que hicieron llegar sindicalistas a los propietarios de esos negocios. Para la Federación de Comercio porteña (FECOBA), apenas el 4 por ciento de los comercios bajó la persiana.

En todo momento, la línea del gobierno fue diferenciar a las cúpulas sindicales de "la mayoría de los argentinos que quiere trabajar y tener una jornada normal y en paz". Para el Poder Ejecutivo, por el paro se perdieron entre 1.300 y 1.600 millones de dólares.

"Hubo apenas 40 mil personas y no nos pudieron cortar las avenidas", sostuvo Patricia Bullrich

El mundo que viene: cómo lo ve Milei

Para el jefe de Estado, la protesta -y sobre todo algunas imágenes de escenas de agresividad vividas en las calles por ejemplo contra movileros de televisión- profundizará la mala imagen de los sindicalistas. "Es obvio que lo único que buscan es mantener sus privilegios, el palacete en Parque Leloir -por el lugar donde vive Hugo Moyano- y sus BMW blindados y con chofer", disparaban cerca de Milei y Bullrich.

"El panorama está cada vez más claro: están los que quieren mantener sus privilegios, y los que buscamos una Argentina libre, pujante y moderna", fue la línea que bajó Milei a sus ministros.

Tal vez el más aplicado en cumplir ese mandato fue Luis Caputo, ya que el ministro de Economía hizo varios posteos en la red X para cuestionar la medida. En el Gobierno dicen que tanta insistencia derivó después en que Pablo Moyano lo amenazara con tirarlo al Riachuelo.

Ahora se abre un tiempo de recargar energías hasta el martes, cuando el oficialismo intentará tratar en el recinto de Diputados un proyecto de ley ómnibus al que se le sacaron más de 100 artículos en el marco de las negociaciones con el bloque del PRO, el radicalismo y Consenso Federal.

"Hay un cambio de paradigma que ya no se puede parar", repetía Milei a sus interlocutores en Olivos, donde lo acompañaba su hermana Karina, secretaria general de Presidencia. Milei estuvo en línea permanente con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, su asesor estrella Santiago Caputo y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.

Y se deleitó con los posteos de Caputo, quien pareció soltarse un poco más durante la jornada y mantuvo cruces picantes con algunos usuarios.

Bullrich, por su parte, estaba satisfecha: "No nos acorrala nadie, menos una marcha de 40 mil personas, cuando hay 8 millones que quieren trabajar. Los que fueron a la marcha son el 0,5 por ciento. No existe...", disparó la funcionaria, a quienes los sindicalistas duros llaman "Pepita la pistolera".

La ministra prometió seguir castigando a los "sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza, jueces cómplices y políticos corruptos", mientras batalla contra la inseguridad que se llevó a la niña Uma, hija de uno de sus custodios, en las últimas horas.

Bullrich, quien era ministra de Trabajo en el 2001 cuando cayó Fernando de la Rúa, advirtió a los sindicatos que por más que "repitan la historia para intentar que los gobiernos se debiliten, con nosotros no lo van a lograr". En tanto, la canciller Diana Mondino, no se quedó atrás: "El paro fue convocado por una oligarquía de millonarios con autos blindados y chofer, falsos representantes de los trabajadores. No les tenemos miedo", disparó.

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