El plan Milei enfrenta una semana crucial: paro general, dólar récord y Ley ómnibus
Javier Milei no tiene fácil la gobernabilidad en el comienzo de su administración. Un ejemplo sirve para ilustrarlo. Lo comenta el politólogo Lucas Romero: Alberto Fernández demoró 11 días en tener su primera ley, que también hablaba de emergencia y suspendía la fórmula de actualización para los haberes de los jubilados. Milei ya lleva 40, y recién ahora cierra la primera negociación con la oposición en el Congreso.
El Presidente y su flamante administración tendrán un verdadero test esta misma semana. Una prueba de fuego para su respaldo popular y también en las calles, con el paro y movilización organizada en tiempo récord por la CGT, a la que adhirió la oposición más dura a la gestión de La Libertad Avanza.
El otro cara o cruz se disputará en el mercado cambiario, donde se supone que el líder libertario juega de local pero en el que claramente subsisten demasiadas dudas a poco de haber empezado el partido.
La brecha cambiaria ya saltó al 60%, y para el mercado financiero ese es el límite. Una suba adicional ya no se consideraría un éxito, sino que más bien reaparecierían las mismas dudas que existieron durante la gestión Massa. Ya se sabe perfectamente que la economía no puede funcionar con una brecha más grande.
Por ahora, el Banco Central pudo adquirir unos u$s163 millones diarios, en promedio, en lo que va del año. ¿Podrá sostener esta misma dinámica de acá para adelante?
Entre la oposición, los gremios y la inflación: ¿cómo saldrá el experimento?
De todos los tests que Milei debe rendir en el cortísimo plazo, el más relevante refiere a los precios. "Tiene que mostrar que la escalera de la inflación va para abajo", dice Pablo Goldín, economista jefe de la consultora MacroView.
"La suerte de la política económica se juega entre febrero y, sobre todo, marzo", afirma Goldín en su diálogo con iProfesional.
La tendencia inflacionaria no está para nada clara. De acuerdo al último relevamiento de la consultora LCG -conocido en las últimas horas- dio que la inflación de los alimentos en la tercera semana del mes se ubicó en el 2,1%, por debajo de las dos semanas anteriores.
El rubro que menos se movió, con la única excepción de las frutas, precisamente, fue el de la carne, con el 0%. Precios totalmente estabilizados. Es la segunda semana consecutiva que la carne se mantiene sin cambios.
Esta realidad le permite a Luis Caputo mostrar que el proceso inflacionario va para abajo en esta última quincena. Se trata de un punto polémico, porque los demás rubros siguen mostrando una tendencia alcista. Pero, lo dicho más arriba, el rubro cárnico tiene una fuerte incidencia en el índice de precios.
De hecho, la suba promedio de los precios de los alimentos de las últimas cuatro semanas -siempre según LCG- da un 28,6%. Pero -advierte la consultora- un 39% de ese movimiento se relaciona con el aumento de la carne en el comienzo del mes.
Precios, sueldos y dólar: la carrera
Uno de los puntos centrales que se observará esta semana tiene que ver con la dinámica que tengan los precios de la economía, inclusive el valor del dólar, y la presión que empezaron a ejercer los salarios.
La CGT convocó a un paro nacional y a una movilización en contra de las primeras medidas tomadas por el Gobierno, incluidas en el DNU con el que inició su mandato.
En simultáneo, parte de la oposición -la más negociadora- intentará llegar a un acuerdo base con la Casa Rosada para darle al líder libertario las herramientas para gobernar. ¿Será un proceso calmo, sin alteraciones? ¿Se sancionará la ley, finalmente?
Este es el gran test de la semana: la CGT en las calles, con legisladores que intentarán darle gobernabilidad al nuevo Gobierno. ¿Le extenderán la mano, o Milei quedará solo en el escenario expuesto a su propio ajuste?
La cuestión es clave. El aumento de las tarifas del transporte -anunciado para la semana que viene- le sumarán al menos 5 puntos a la inflación de febrero. Otro tanto le adicionará la quita de subsidios energéticos, que provocará alzas en las boletas de gas. Lo mismo sucederá con las cuotas de los colegios y de la medicina prepaga.
¿Qué sucederá con los demás precios de la economía? ¿Seguirán hacia arriba, como los regulados? ¿O se mantendrán al margen? Acá la clave será el precio de la comida. Y el de la carne en particular.
De estos movimientos, que por ahora el Gobierno prefiere no coordinar, se juega la suerte del plan A de Milei y Caputo. ¿Tendrán un Plan B bajo la manga, por la dudas?