Milei confía en el acuerdo para la Ley ómnibus, pero sigue la negociación por la letra chica en Diputados
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El presidente Javier Milei revisa los cambios a la Ley ómnibus que negociaron sus delegados con la oposición dialoguista de la Cámara de Diputados y en el Gobierno confían en que tienen los votos para su aprobación, aunque las conversaciones para pulir el acuerdo no se agotaron. La lupa está ahora en los detalles de la devolución que hizo el oficialismo y el debate interno en cada bloque.
Luego de las numerosas modificaciones que habían pedido el PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal, entre otros espacios, el Gobierno les devolvió el documento en el que figuran las concesiones, en el que puso de relieve que se adaptaron "más de 100 artículos" entre los más de 600 que tenía el proyecto original.
El Presidente, que dejó la negociación en manos de su asesor, Santiago Caputo, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, mientras regresaba del Foro de Davos, revisa esos cambios pero confía en lograr la aprobación en Diputados y mientras prorroga las sesiones extraordinarias hasta el 15 de febrero, en una señal de entendimiento de los tiempos parlamentarios con la mira puesta ya en el Senado.
Los bloques de la oposición dialoguista también también confían en lograr el consenso suficiente para aprobar el proyecto pero aclaran que "todavía hay charlas para ver bien la letra chica", según indicaron a iProfesional.
El Gobierno aceptó hasta ahora muchos de los cambios que propuso la oposición en temas como el nuevo esquema de retenciones para las exportaciones y dejar a YPF afuera de las empresas públicas a privatizar, pero no todos los planteos al respecto fueron contemplados en el documento que les envió a los diputados. Otros, como la reforma previsional, también siguen siendo objeto de charlas.
Milei confía en aprobar la Ley ómnibus: ¿cuál es la letra chica que conversan ahora los diputados?
La continuidad de la charla sobre los detalles tiene que ver con que, salvo por el PRO que tiene mayor uniformidad interna, las otras bancadas están integradas por sectores más heterogéneos que tienen que ponerse de acuerdo sobre la postura que tomaran de cara a la firma del dictamen y algunos todavía tienen dudas sobre los cambios que aceptó el Gobierno.
El oficialismo aceptó excluir a YPF de la lista de privatizaciones y accedió a que se incluya el procedimiento de informar a la Comisión Bicameral de Reforma del Estado y Seguimiento de las Privatizaciones para que el Congreso tenga mayor control sobre esa parte del programa. Pero una parte de la UCR y otros bloques más chicos habían pedido dejar afuera también al Banco Nación y sobre esto no tuvieron precisiones por ahora.
El Gobierno también accedió retroceder con las retenciones que propuso para las economías regional y dejarlas en 0% para la industria vitivinícola, olivícola, frutícola, algodón textil y maní entre las 35 que no pagarían derechos de exportación, pero hay otras que no fueron mencionadas y generan dudas.
Por caso, la suba de retenciones para los subproductos de la soja, maíz, trigo e industria, entre otros, seguirían por ahora en el proyecto y esto "no le termina de cerrar a todos", según deslizó a iProfesional una fuente parlamentaria. Miran a los cordobeses y los socialistas santafesinos, que se había pronunciado en contra de cualquier aumento de las retenciones.
Esos diputados forman parte de Hacemos Coalición Federal, la bancada que encabezan Miguel Pichetto y Emilio Monzó y sobre la cual tienen injerencia los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut). En ese espacio también está la Coalición Cívica. Todos intentan unificar una postura.
Respecto de la eliminación de la fórmula de movilidad jubilatoria, uno de los puntos más calientes, hay conversaciones para acordar un nuevo mecanismo en el corto plazo o tomar otro camino intermedio entre los aumentos por decreto sin fecha límite que planteó el Gobierno y los aumentos indexados por inflación que pidió parte de la oposición.
Cuándo será la sesión y por qué hay optimismo en el Gobierno
En ese marco, en la oposición dialoguista hay confianza en que para este fin de semana o el lunes a más tardar se alcanzará un consenso. Ninguno quiere dejar a Milei sin la herramienta para avanzar con su plan a poco más de un mes de haber asumido. En el peor de los casos, algunas diferencias podrían expresarse en la votación particular por artículos, sin grandes riesgos de que los más importantes caigan.
Cerca de Milei el optimismo es mayor. Dan casi por cerrado el acuerdo que les garantizaría la firma de un dictamen de mayoría en el plenario de comisiones la próxima semana y los 129 votos (como mínimo) que necesita en el recinto. Incluso, deslizan que tampoco sería un problema consensuar el día para la sesión, otro punto que se llegó a discutir.
Una parte de la oposición le hizo saber al oficialismo que no era oportuno sesionar antes ni durante el paro de la CGT previsto para el próximo miércoles, como pretende parte del bloque La Libertad Avanza. Al respecto, una fuente del Gobierno consultada por iProfesional indicó que "aca nadie habló del paro de la CGT, la prioridad siempre fue tener la ley lo antes posible y ahora hay que ver los tiempos parlamentarios".
Esa última frase es casi una aceptación de que la definición dependerá de las charlas entre los jefes de bloque y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. En el bloque del PRO, el más cercano al Gobierno, contaron a este medio que la idea que quedó más firme tras la última reunión de su jefe, Cristian Ritondo, con Francos es la de firmar dictamen el martes y sesionar el jueves.
Más allá del mensaje político sobre una sesión antes, durante o después del paro, algunos diputados remarcan que la elección del día pasa más por un tema de logística porque "no saben si va a haber o no actividad aeronáutica y eso puede generar problemas para algunos del interior que tengan que dar quórum".
En cualquier caso, Javier Milei revisa por estas horas los detalles de la negociación para avanzar con la Ley ómnibus y confía en tener el primer triunfo político en la Cámara de Diputados que le dé impulso para pasar luego el filtro del Senado, donde el escenario es algo más difícil aunque todavía no imposible.