Milei, preparado para generar controversia en Davos: criticará la Agenda 2030 y el "marxismo cultural"
El presidente Javier Milei parece empeñado en seguir llamando la atención del mundo desarrollado: según declaró en vuelo hacia Alemania -donde hará escala para dirigirse a la ciudad suiza de Davos- su participación en el célebre Foro no tendrá como objetivo principal la atracción de inversiones para Argentina sino "plantar las ideas de la libertad en un foro que está contaminado de la agenda socialista 2030 y que lo único que va a traer es miseria al mundo".
En otras palabras, prevé que su exposición -titulada "Libertad, la clave de la prosperidad"- pueda generar controversia, en un foro al que hace algunos años se consideraba como promotor del neoliberalismo y el emprendedorismo, pero que, en los últimos tiempos, mutó hacia posturas más intervencionistas.
De hecho, Milei no será la norma sino la excepción en el Foro de Davos, donde habrá mandatarios y funcionarios de organismos internacionales que se opusieron a la prédica "libertaria". Entre ellos, se destacan el español Pedro Sánchez, el francés Emmanuel Macron, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, la presidente del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, y el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Entrevistándolo durante su exposición, estará Klaus Schwab, el empresario alemán que fundó y preside el Foro Económico Mundial. Este dirigente está identificado con el movimiento globalista e hizo discursos públicos denunciando a las posturas "libertarias" como una revolución anti-sistema que "pretende destruir todo lo que implique una influencia de los gobiernos en las vidas privadas de la gente".
Ese libertarianismo que combate Schwab será, precisamente, el que defenderá Milei, que llega a Davos precedido por una inusual curiosidad mediática, que, desde la elección de noviembre, hizo una intensa cobertura sobre la condición de "anarco capitalista" con la que se autodefine el Presidente argentino.
Si bien la postura radical de Milei no es sorpresa para nadie, sí lo es el hecho de que haya decidido establecer esa controversia en un evento al que asiste "la crema" del empresariado mundial, incluyendo líderes de sectores en los que Argentina está interesada en captar inversiones directas, como las áreas de tecnología, petróleo y minería.
Una agenda neo keynesiana
El foco del discurso de Milei será la controvertida "Agenda 2030", una iniciativa de la ONU presentada en 2019, que enfatiza la necesidad de adoptar un consenso global en 17 objetivos, con foco en la sostenibilidad ambiental y la inclusión social.
El hecho de que haya recomendaciones específicas sobre insumos de producción agrícola, legislación laboral, generación energética y políticas de género, despertó la desconfianza de la derecha a nivel mundial. Suelen circular interpretaciones conspirativas respecto de que la Agenda 2030 es un plan global para menoscabar las libertades individuales y los márgenes de acción de los gobiernos nacionales, en favor de una burocracia global que impondrá un "nuevo orden".
El propio Milei se había referido al tema en tono crítico durante la campaña electoral: "No vamos a adherir a la Agenda 2030. Nosotros no adherimos al marxismo cultural", había dicho en el debate de candidatos. Y, sobre el punto específico de las políticas ambientales, sostuvo que "las políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas y sólo buscan recaudar fondos".
La Agenda 2030 está, a su vez, emparentada con otra iniciativa, autoría del Foro de Davos, llamada "el Gran Reseteo", y que fue presentada en 2020, como una propuesta para reordenar el sistema capitalista global tras el impacto de la pandemia de Covid.
Esa iniciativa tiene algunos tintes "keynesianos" para superar la crisis económica, incluyendo estímulos fiscales para estimular la actividad económica. Y también plantea indicadores alternativos a los usados tradicionalmente para medir el desarrollo económico -como el PBI-, para tomar como nueva referencia otros que tengan más en cuenta la distribución de la renta.
Además, enfatiza en los principios de sostenibilidad ambiental para la producción industrial y también adhiere a principios de nuevos estándares éticos en el mundo del trabajo, que incluyan una mayor inclusión y diversidad.
Teorías conspirativas
Tanto la Agenda 2030 como la iniciativa del Gran Reseteo, fueron objeto de furibundas críticas por parte de los partidos de derecha y los movimientos libertarios en todo occidente. Se tejieron todo tipo de teorías conspirativas respecto de estas propuestas, donde el denominador común es que se trata de un intento de dominación global por parte de una élite que quiere imponer un nuevo orden y disminuir los márgenes de autonomía nacional, así como menoscabar las libertades personales.
La frase que más repiten quienes combaten la Agenda 2030 es "No poseerás nada y serás feliz". Se trata de una ponencia hecha en la versión 2016 de Davos, donde Ida Auken, una política danesa de filiación socialdemócrata, hizo una predicción respecto de que en el futuro ya no habría una compulsión hacia la compra de autos y electrodomésticos, sino que todos los servicios serían tercerizados.
Esa frase, sacada de contexto, fue adoptada por el movimiento libertario como una advertencia sobre el riesgo que estaba corriendo el principio de la libertad privada por culpa de Davos y la Agenda 2030.
Es en ese contexto que Milei llega a Davos y su intención no es la de poner paños fríos en el debate sino todo lo contrario: jugando de visitante, pretende erigirse en un nuevo referente global de los principios libertarios y la condena al avance estatista y la burocracia de los organismos globales.
¿Dirá "Viva la Libertad, carajo"?
Por cierto, no es el mejor momento para hacerse de rivales entre la élite de los más ricos e influyentes del mundo. Como el propio Milei señaló desde su elección, Argentina tiene un total cierre de acceso al crédito internacional.
Y, por otra parte, desalentó la inversión externa directa con regulaciones como el cepo cambiario, que restringe el movimiento de capitales. Por no contar, claro, con la larga lista de conflictos en los estrados judiciales del mundo con inversores que acusan al país de ruptura de contratos. El fallo condenatorio por la estatización de YPF -que obliga al país a erogar u$s16.000 millones- es apenas el caso más reciente.
Milei quiere diferenciarse de sus antecesores en la Presidencia argentina, con una declaración de principios respecto del respeto a la propiedad privada, la ley y los contratos, así como la promesa de jamás incurrir en default ante una crisis de balanza de pagos.
Hasta ahí, su discurso será "market friendly" para el auditorio de empresarios de Davos. Pero, la otra parte de su ponencia, la más ideológica, estará centrada en la condena a cualquier atisbo de neo-keynesianismo y a una decidida defensa de los postulados ultra liberales de la escuela austríaca.
Es decir, un discurso que, en este momento de retroceso del libre mercado y auge de las posiciones proteccionistas incluso en países como Estados Unidos, puede causar controversia.
El temario de discusiones que planteó el Foro de Davos para este año marcan, justamente, una orientación contraria a la que plantea Milei y el movimiento libertario. Los ejes temáticos son
- Lograr seguridad y cooperación en un mundo fracturado.
- Crear crecimiento y empleos para una nueva era.
- La inteligencia artificial como motor de la economía y la sociedad.
- Una estrategia a largo plazo para el clima, la naturaleza y la energía.
Desde el punto de vista de Milei, todo el temario tiene cierto tufo a lo que él denomina "el marxismo cultural". En su primera misión internacional tras asumir la presidencia, consideró que Davos le da la oportunidad para presentarse ante el mundo como líder global del movimiento libertario.
Queda el interrogante sobre qué tan lejos está dispuesto a llegar en su confrontación con quienes empujan la agenda de una gobernanza global. Y, además, si frente a Klaus Schwab y Bill Gates podrá reprimir el impulso de terminar su exposición con su clásico mantra "Viva la Libertad, carajo".