Milei enfrenta su primera marcha piquetera con Bullrich a prueba y Kicillof como referente opositor
Mientras se encofa en defener las primeras medidas de su plan económico, el presidente Javier Milei enfrenta la primera protesta callejera de su gestón en un clima que se tensó tras la presentación del protocolo "anti piquetes" de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que verá puesta a prueba su promesa de impedir los cortes de calle.
Esa es la garantía que la funcionaria le dio a Milei de cara a la intención del mandatario de mostrar desde el arranque de su gestión que puede cumplir con la consigna "el que las hace las paga", que repitió a lo largo de la campaña.
La movilización de este miércoles convocada por el Polo Obrero y otras agrupaciones reunidas en el frente Unidad Piquetera, es la primera de la "era Milei" y representa un desafío para el plan de Bullrich, al que las organizaciones sociales y piqueteras califican como "ilegal" y violatorio del "derecho a la protesta.
La ministra señaló oportunamente que las cuatro fuerzas federales intervendrán frente a cortes, piquetes y bloqueos, fueran totales o parciales en la zonas de su competencia, pero que también tiene que haber un trabajo en común con las policías provinciales.
El interrogante que se abre ahora es si podrá hacer cumplir este protocolo en la movilización de este miércoles, la cual las agrupaciones aseguran que será masiva. Y es que la ministra intentará no verse desautorizada en su decisión de impedir los cortes de calle, pero también tendrá que evitar incidentes que puedan complicarle el panorama político a Milei.
Milei enfrenta su primera marcha piquetera: ¿Bullrich podrá aplicar su protocolo "anti piquetes"?
La marcha se hace todos los 20 de diciembre a modo de conmemoración de las protestas y la violenta represión que marcaron el final del gobierno de Fernando de la Rúa, aunque el ajuste conómico anunciado por Milei la convirtió en la primera protesta contra su administración.
El simbolismo de la fecha es de por sí todo un desafío para la "muñeca" del Gobierno y, en especial, para la de Bullrich como ministra. La forma en la que la funcionaria intente impedir la interrupción del tránsito para cumplir con la tarea que le asignó el Presidente y que es además un reclamo de su base electoral, será clave.
Del lado de las organizaciones, sostienen que, si hay incidentes, serán responsabilidad del Gobierno. En diálogo con iProfesional, el referente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, aseguró que "va a ser una marcha absolutamente pacífica" como "fue siempre", pero advirtió que "puede haber una provocación".
"Si hay incidentes, seguramente será porque habrá infiltrados", sostuvo Belliboni, en referencia a la posibilidad de que en la movilización se cuelen personas con actitudes violentas hacia las fuerzas de seguridad que justifiquen una eventual represión: los famosos "servicios" cuya intervención acusaron las agrupaciones en oportunidades anteriores.
Con esa hipótesis de conflicto en mente, las organizaciones hicieron una presentación ante la Justicia de habeas corpus y amparo "preventivos" para todos los manifestantes, encabezada por el Premio Nobel de la Paz Adolfo Perez Ezquivel, entre otros referentes sociales, políticos y de derechos humanos. "Es el medio idóneo para prevenir la amenaza ilegal que afecta la libertad ambulatoria e integridad física de todos", afirmaron.
El rol de Kicillof: desafío a Bullrich y debut como referente opositor
En tanto, el martes por la mañana la funcionaria mantuvo una reunión con los secretarios de Seguridad de distintas jurisdicciones del país, dado que la marcha se presenta como "federal" y las columnas llegarán desde distintos puntos del país. Del encuentro de coordinación, participaron también los jefes de la Gendarmería Nacional, la Policía Federal Argentina (PFA), la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Prefectura Naval Argentina.
Aquí, aparece otro factor que influye en la posibilidad de Bullrich de hacer cumplir su protocolo "anti piquetes" sin tener incidentes graves: el rechazo de Kicillof a la medida anunciada, que fue comunicado por el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, hombre de estrecha confianza del gobernador.
"No vamos a aplicar ese protocolo porque no estamos de acuerdo con las disposiciones", sostuvo Bianco, quien subrayó que el plan presentado por Bullrich "criminaliza, en cierto sentido, la protesta" y, por lo tanto, viola un derecho constitucional. Esto influye en la capacidad de acción de la ministra nacional porque algunas de las columnas llegarán a la Ciudad de Buenos Aires desde la Provincia, por el Puente Pueyrredón.
Al adelantar que el Gobierno bonaerense no impedirá ese corte en uno de las conexiones principales entre la Provincia y la Ciudad, Kicillof mostró el primer gesto concreto de diferenciación frente al recién iniciado Gobierno de Milei. Empieza así a cumplir el rol de principal referente opositor con peso territorial específico.
La otra vía del Gobierno: presión sobre los planes sociales
En este contexto, el Gobierno apeló a una vía menos confrontativa para tratar de reducir la convocatoria a la marcha, con las medidas anunciadas por la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, cuyo eje es la quita del plan social a los beneficiarios de esa asistencia que corten calles.
Mientras que el protocolo anunciado por Bullrich sigue la línea del choque frontal con las organizaciones piqueteras, las medidas de Pettovello apuntan a eliminar la intermediación de las agrupaciones sociales, a la vez que apelan directamente a los beneficiarios de planes como el Potenciar Trabajo -uno de los más importantes- para que desistan de participar de las movilizaciones.
"Iniciaremos un proceso para la eliminación de la intermediación", indicó la ministra de Capital Humano en un breve mensaje grabado y, al dirigirse a los beneficiarios, indicó que "nadie puede obligarlos a ir a una marcha con la amenaza de no cobrar el plan". En ese sentido, confirmó la decisión de "suspender el control de presencialidad" por parte de las organizaciones.
Tras señalar su preocupación por "las madres que van con sus hijos a la marcha", la funcionaria remarcó que "los únicos que no van a cobrar el plan son los que vayan a la marcha y corten la calle" y, en otro intento por apelar directamente a quienes reciben estas asistencias del Estado, subrayó: "No van a poder dar de baja tu plan". Además, puso de relieve la decisión de "duplicar la Asignación Universal por Hijo y aumentar 50% la Tarjeta Alimentar".
El Gobierno abrió, además, la línea telefónica 134 para que los beneficiarios de planes sociales puedan denunciar cualquier tipo de presión que reciban por parte los referentes de las numerosas organizaciones a las que, a través de todas estas medidas, además, intentan disuadir de movilizarse el 20 de diciembre. El vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que hasta el martes habían recibido más de 4.000 denuncias.
Pettovello se refirió puntualmente a esa convocatoria y sostuvo que, "si bien es un derecho manifestarse, también lo es respetar el derecho de las personas a circular libremente para dirigirse a su trabajo". Y, en la línea de doblar la presión sobre las organizaciones, indicó que "todos aquellos que hayan promovido o instigado los cortes perderán todo tipo de diálogo con el Ministerio".