Cómo es la reforma laboral que aplicará el presidente Milei: aportes, libre contratación y seguro de desempleo
Agilizar procesos de despido y contratación, menos impuestos y mayor productividad de las empresas son algunos de los ejes que el nuevo Presidente de la Nación, Javier Milei, promueve y planea implementar en los próximos cuatro años.
En sus primeras semanas como presidente, el libertario espera aplicar reformas laborales significativas, enfocadas en la reducción de los aportes patronales, la promoción de la libre contratación y la eliminación de las indemnizaciones por despido sin causa. Su propuesta incluye la instauración de un "seguro de desempleo", basado en el modelo presente en la industria de la construcción.
Durante la campaña electoral, el candidato de orientación libertaria se reunió con Gerardo Martínez, secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), buscando comprender la perspectiva de los trabajadores sobre este sistema.
La reforma laboral del presidente Milei: contratación sin regulaciones
El plan de Milei contempla la creación de un entorno de "libre contratación", donde las empresas puedan negociar directamente con los empleados sus salarios, prescindiendo de regulaciones y convenios colectivos de trabajo, lo que implicaría la eliminación de las paritarias y la participación sindical. Milei supo criticar la legislación laboral argentina como obsoleta y obstaculizante para la generación de empleo.
Tras su victoria en las PASO del 13 de agosto, el equipo de Milei presentó un programa detallado que abarca una "modernización laboral" y la sustitución del sistema de indemnizaciones por un modelo de seguros de desempleo. En particular, Milei hace mención al "Fondo de Cese Laboral de la UOCRA", una iniciativa que también fue considerada por administraciones anteriores, incluyendo la gestión de Mauricio Macri y propuestas de Roberto Lavagna durante la pandemia.
El funcionamiento del fondo de desempleo en la construcción es claro: el empleador deposita un porcentaje del salario del trabajador (12% durante el primer año y 8% a partir del segundo) en una cuenta bancaria especial. Este dinero genera intereses y es inembargable, destinado al empleado en caso de finalización del vínculo laboral. Se concibe como una alternativa a las indemnizaciones, constituyéndose mediante convenios colectivos con respaldo tanto de cámaras empresariales como del gremio principal de la actividad.
Milei ha expresado su interés en incorporar a compañías de seguros privadas en este sistema, aunque no ha especificado quién sería responsable de los aportes, si el empleador o el empleado.
El enfoque del proyecto se asemeja a iniciativas anteriores, como la intentada durante la gestión de Macri. Según el proyecto de ley, el trabajador tendría derecho a los fondos una vez que el empleador haya comunicado oficialmente la terminación del contrato laboral. El instituto a cargo del fondo tendría la responsabilidad de realizar los pagos dentro de los cuatro días hábiles posteriores a la notificación del despido.
Milei, en su programa presentado ante la Justicia Electoral, sostiene que la reforma propuesta permitirá a los 8 millones de argentinos fuera del sistema laboral ingresar con los beneficios correspondientes. Considera que la actual regulación laboral argentina representa un obstáculo para la creación de empleo y que su modelo propuesto podría mejorar esta situación.
Gremios, en alerta: preparan resistencia contra Milei si va por una reforma laboral
Para el movimiento obrero y las organizaciones sociales vinculadas al peronismo, el pronóstico no es nada alentador con la llegada de la alianza entre La Libertad Avanza y un sector del PRO, más un menemismo reciclado. La sensación reinante es de expectativa y dura realidad. Expectativa porque nadie sabe a ciencia cierta qué hará Javier Milei con la legislación laboral y su relación con los sindicatos. Y dura realidad porque el gabinete está formateado para apostar al circuito financiero en detrimento del consumo interno y la industria nacional, con una mirada de férreo control en las calles.
Los referentes de las dos CTA -la de los Trabajadores que conduce Hugo Yasky y la Autónoma que lidera Hugo Godoy- prevén un clima de alta conflictividad, mientras que en la Confederación General del Trabajo (CGT) esperan ver cómo se desarrollan los hechos. El conjunto de las centrales coincidió en rechazar cualquier intento de reforma laboral integral, aunque admiten que los convenios colectivos de trabajo pueden ser adaptados a los tiempos que corren.
En la semana previa a la asunción de Milei, ya comenzaron a escucharse las voces de los principales referentes gremiales. Quienes fueron más duros con la llegada del libertario a la Casa Rosada fueron el camionero Pablo Moyano y el bancario Sergio Palazzo, quienes de una u otra manera confirmaron que las centrales obreras y espacios sindicales "vamos a salir a la calle a defender los derechos de los trabajadores".