Reforma del Estado con ajuste de shock: la idea de Milei para sus primeros 6 meses de gestión
Un total de 75.000 millones de dólares pretende recortar Javier Milei del gasto público. Es el 15% de todos los bienes y servicios que la Argentina produce anualmente. Actualmente, el PIB ronda los $450.000 millones. Al dólar mayorista de este miércoles, el recorte que se busca es enorme: 27 billones de pesos. Más que las todas las Leliqs en manos del Banco Central.
Esa es la magnitud del ajuste de "shock" en el que Milei está pensando para los primeros seis meses de gobierno, cuando prevé poner en marcha la que considera será "la reforma del Estado más importante del siglo". "Es ahora. Por primera vez un partido ganó las elecciones diciéndole a los electores que piensa recortar el gasto. La gente sabía lo que venía, el 56% votó un cambio de fondo, y nosotros vamos a cumplir", sostiene Milei.
La poda de gastos, sin precedentes, será a todo o nada, dicen cerca del libertario. Milei está convencido desde hace tiempo de que tiene que ir a cortar de raíz el desquicio en materia de gasto público que hizo el kirchnerismo, cuyo momento de apogeo fue el Plan Platita con el que Sergio Massa intentó retener el poder a como dé lugar. Y que dejó un tendal de deudas que ahora deberá honrar el próximo gobierno.
La pregunta que por estas horas se hacen hasta los propios libertarios de paladar negro, es cómo hará el nuevo gobierno para lograr un recorte a gran escala como el que viene planteando Milei, en un escenario en el que la Argentina hace una década que no tiene crecimiento económico.
El presidente electo piensa, en cambio, que en avanzar con esa poda difícil de cuantificar es lo que le dará a su administración el empuje necesario para realizar, durante su primer mandato, las reformas de "primera generación", que planteó en su plataforma electoral.
"No tenemos 100 días, ante esta desastre le diría que no tenemos ni 100 minutos", exageró a iProfesional uno de los integrantes de los equipos técnicos del libertario.
Ambiciosa reforma del Estado
Milei quiere avanzar rápido con proyectos que le permitirían poner en marcha una ambiciosa reforma del Estado. Para ello, necesitará del Congreso, donde no llega a tener 40 diputados. Ahí entra en juego el PRO, con sus principales espadas a la cabeza: Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Esos legisladores le permitirían tener el peso necesario para definir, por ejemplo, que Aerolíneas Argentinas sea administrada durante un año por los gremios (son siete los aeronáuticos), para después evaluar qué camino elegir, sobre la base de los resultados.
La respuesta llegó rápido: Pabló Biró, de los aeronáuticos le advirtió a Milei que si pretendían avanzar sobre Aerolíneas los iban a tener que "matar". En el campamento libertario tomaron nota, pero se quedaron con una parte de las declaraciones del sindicalista en la que abrió una ventana para que ingrese una propuesta de parte del nuevo gobierno. Es que Milei promete que el Estado trasladará a los gremios la responsabilidad de transformar Aerolíneas Argentinas en una empresa rentable. La idea parece no desagradar del todo al jefe de los pilotos: Biró dijo que "si hay mesa de diálogo, y quieren discutir, tenemos argumentos para discutir. Los trabajadores ya demostramos que una compañía pública generar riqueza". Incluso, pareció acercar una "idea": "Si le quitan impuestos, Aerolíneas sería superavitaria de inmediato. Aporta de manera impositiva más del doble de lo que el Estado pone para su funcionamiento", disparó Biró.
La respuesta llegó desde Patricia Bullrich: "Las mafias sindicales estuvieron cuatro años en silencio y son cómplices del peor gobierno de la historia. No les importa la democracia, no les importan los argentinos. Y ahora se sacaron todas las caretas: solo les preocupa no perder sus privilegios, destruyendo aún más las posibilidades de los trabajadores", afirmó la dirigente opositora y excandidata, que se quedó afuera del balotaje pero de a poco parece ir encontrando su lugar en el mundo.
El otro frente abierto por Milei está vinculado con la obra pública. "No hay más plata", les dijo a los contratistas del Estado, que se cuentan por decenas de miles. Se trata de un tema muy sensible. En primer lugar, porque no pocos constructores dependen del envío de fondos frescos dese el Tesoro. Por las dudas, la Cámara de la Construcción fue la primera entidad del Grupo de los 6 en felicitar a Milei el domingo por la noche. "Se frenarán las obras públicas", fue la primera respuesta inmediata del libertario. Se trata de un presupuesto multimillonario. Sólo en obras viales, en el país se destinaron unos $800.000 millones este año.
Paso por paso, cómo será la reforma del Estado
Las reformas de primera generación que plantea Milei tienen como ejes recortar el Estado nacional y reducir el déficit fiscal. Se estima que el ajuste sería de entre 13 y 15 puntos del Producto Bruto. Los recortes se aplicarán sobre la obra pública, las compañías estatales que esperan privatizar y modificaciones en subsidios y planes sociales, junto a una baja de impuestos atada a la reducción del gasto público.
"Empezamos recortando la obra pública y llevándola a cero, y las que están en curso las licitamos. Los contratos se respetan", dijo el presidente electo. Los constructores está en alerta. Esperan una reunión con el futuro ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro. Hay unas 3.500 obras en ejecución en todo el país iniciadas por Nación. Fuentes del sector privado indicaron que, en el mundo desarrollado, la inversión privada "pura" ronda entre 7% y 8%, una cifra baja. Habrá que ver cómo sigue el tira y afloje entre el presidente electo y los sectores interesados, cuando comiencen a mostrar los dientes.