Milei presidente: quiénes son los ganadores y perdedores detrás de la elección que abrió una nueva era
Detrás de la elección que consagró a Javier Milei como nuevo presidente hay ganadores y perdedores políticos, algunos obvios y muy claros, como Mauricio Macri y el ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa, y otros más difusos, como el gobernador bonaerense Axel Kicillof y la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Sin dudas, el factor determinante para el triunfo de Milei fue la crisis económica, con una inflación descontrolada, que escaló durante el gobierno de Alberto Fernández al ritmo de una pelea pública entre el Presidente y su vice, y que Massa pudo domar apenas por unos meses. La necesidad de hacer campaña (con lo que se llamó el "plan platita") agravó la situación.
Pero el triunfo de Milei también dejó a varios actores políticos en una posición ganadora, entre los cuales el más claro es el ex presidente. Macri coqueteó con el libertario desde el inicio y apenas terminadas las elecciones generales en las que perdió su candidata Patricia Bullrich con todo Juntos por el Cambio detrás y ganó Massa, salió a respaldar al referente de La Libertad Avanza.
Con ese movimiento, en el que Bullrich lo acompañó, no solo fortaleció al libertario para el balotaje (algo que se evidencia en la transferencia de votos que le permitió alcanzar el 55%) sino que además puso un pie adentro del nuevo Gobierno y se desprendió de los aliados que siempre le resultaron incómodos.
Con Milei presidente Macri quedó entre los ganadores: ¿y Cristina Kirchner?
Macri dejó de lado a los sectores de Juntos por el Cambio que le marcaron la cancha durante su gestión y que trataron de sacarlo de la centralidad de la alianza después, como la UCR -o al menos buena parte de ella- y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Pero también se quitó de encima a los dirigentes de "centro" de su propio partido, entre los que se destaca Horacio Rodríguez Larreta.
En resumen, Macri ganó con el triunfo de Milei por haber sido el primero en apostar por ello, mientras casi todos los referentes de Juntos por el Cambio eligieron la neutralidad por su desacuerdo con la posición de extrema derecha que adoptó el libertario durante toda la campaña. Su presencia en el búnker del presidente electo, que le agradeció, augura el inicio de una nueva alianza y de una nueva centralidad en la etapa política que empieza.
Junto a él también se anotó como ganadora en términos de política práctica -y aunque suene extraño- Cristina Kirchner. La vicepresidenta fue la primera en advertirle a Alberto Fernández que la gestión de gobierno llevaba al peronismo y a todas las fuerzas progresistas en rumbo de colisión. En su intento de condicionar al Presidente, ciertamente aceleró la debacle, pero ganó por otro lado.
Cristina Kirchner aceptó el pedido de gobernadores e intendentes de llevar a Massa como candidato de unidad del espacio que ella armó en 2019 para ganarle a Macri, pero a cambio se quedó con los lugares más importantes de las listas de diputados y senadores de la provincia de Buenos Aires, la que más cargos elige, y metió nombres en las nóminas de otros distritos.
Massa fue un socio al que se vio obligada a recurrir, pero nunca fue un subordinado. El líder del Frente Renovador siempre fue su propio jefe y ella nunca dejó de tenerlo presente. Esto, combinado con la necesidad del candidato de mostrar una identidad propia para tratar de reciclar a un oficialismo que ella misma sabía que caía en picada, la llevó a tomar distancia de la campaña.
Al no participar de las actividades proselitistas y dejarle a Massa el mando de la campaña y también del Gobierno, Cristina Kirchner pudo también despegarse de la derrota que les propinó Milei, al menos en la foto.
Ya en las elecciones generales se había desentendido de las decisiones gubernamentales que atribuyó únicamente a Alberto Fernández. Su ausencia en el búnker perdedor y en la campaña le permiten hacer lo mismo con este resultado electoral, a pesar de que la derrota fue para la alianza política que ella misma armó, con todo el peronismo detrás.
Los "perdedores" de una elección histórica
Pero además, Cristina Kirchner deja en la provincia de Buenos Aires no solo a legisladores nacionales de su núcleo duro, como su hijo Máximo, que reeligió como diputado, y los senadores electos Eduardo "Wado" de Pedro y Juliana di Tullio entre muchos otros, sino al gobernador Kicillof que siempre fue su heredero político natural aunque esto pueda molestar a su hijo.
Kicillof está en una posición política intermedia. Si se observa que Milei sacó un impresionante 49% de los votos en la provincia que él gobierna y que quedó apenas un punto por detrás de Unión por la Patria, puede decirse que perdió. Pero su reelección como gobernador por otros cuatro años lo posiciona como posible nuevo líder del peronismo bonaerense y potencial candidato para 2027.
El mandatario bonaerense ganó por la posición en la que quedó hacia adentro de su espacio político, pero perdió porque ese espacio en su territorio no estuvo ni siquiera cerca de conseguir los votos que buscó, además del hecho de que tendrá que gobernar cuatro años más con una administración nacional que está en las antípodas.
No obstante, Kicillof no perdió tanto como Juntos por el Cambio, la coalición que logró unificar en últimos ocho años al polo no peronista y que, frente a un Gobierno en crisis terminal, estaba a un paso de volver a la Casa Rosada, pero arruinó ese potencial con una pelea interna excesivamente agresiva entre Larreta y Bullrich. Cuando trataron de superarla ya era demasiado tarde.
La derrota de Massa, más allá del resultado
Finalmente, Massa también se anotó en el bando de los perdedores. El Ministro no solo fue derrotado a pesar de haber hecho una campaña profesional, sino que además dejó como saldo una inflación que, al asumir el cargo en julio de 2022, prometió bajar al 3% mensual y hoy está en dos dígitos. Esto es probablemente lo que le quitó efecto a la llamada "campaña del miedo" contra Milei.
Pero además, aunque posiblemente nunca será reconocido en público, perdió contra el candidato que él mismo alimentó. Se comentó y se publicó en reiteradas ocasiones la ubicación de gente del massismo y del peronismo del interior del país en las listas de legisladores que llevó Milei, la ayuda que le dio el aparato peronista al libertario en las PASO, a lo que se sumó el hecho de que durante toda la campaña jugó a confrontar con el libertario para desplazar a Bullrich.
Distintas fuentes confirmaron a iProfesional a lo largo de la campaña el entendimiento por lo bajo entre Massa y Milei para conseguir ese objetivo, con contactos frecuentes entre gente de ambos bandos. Era algo que tenía lógica: todos saben que un oficialismo que deja los números de la economía peor de como estaban, no gana elecciones y que su mejor esperanza es dividir a los votantes opositores.
Ese fue el rol que jugó Milei, con la colaboración indirecta de Massa que llegó hasta las generales. Pero al final del camino, la creación se le fue de las manos al creador y Macri aprovechó su potencial para ganarle a su enemigo personal.