• 24/11/2024

En un final voto a voto, ¿cómo se preparan Massa y Milei a dos semanas del balotaje?

Se largan las últimas dos semanas de campaña electoral y los candidatos miran los números con cautela, ya que las encuestas los muestran cabeza a cabeza
Por S.R.
06/11/2023 - 20:23hs
En un final voto a voto, ¿cómo se preparan Massa y Milei a dos semanas del balotaje?

Hoy se largan las últimas dos semanas de un farragoso año de campaña electoral, después de votar interminablemente a lo largo de un período que comenzó en el mes de febrero, los argentinos tendremos al fin un presidente el domingo 19, en un balotaje que promete ser para el infarto.

Los candidatos llegan tan agotados como los ciudadanos, pero deben darlo todo en esta etapa final y están ajustando los motores para llegar con las mejores chances posibles a esa segunda vuelta electoral. Todo indica que el postulante Javier Milei, dio un golpe de timón que lo devuelve a la carrera después de la inesperada derrota de las elecciones generales.

Tan sorprendente fue su victoria en la PASO como lo fue su caída en la elección general cuando el mismo esperaba estar al borde de una victoria en primera vuelta. "Javier ha tenido que reconstruir su electorado para volver a ser competitivo. Perdió de los sectores populares que suelen seguir al PJ, unos ocho puntos a manos de Massa. Espontáneamente los recuperó de Juntos por el Cambio, pero ahora, para ganar, debe buscar muchos más votos de ese espacio", dice uno de sus estrategas de campaña.

Mauricio Macri y Patricia Bullrich le hicieron un favor poco frecuente en tal sentido. Inmediatamente después de su derrota en la elección del 22 de octubre, se pronunciaron a favor de Milei. No solo eso: le hacen campaña y prometen fiscalizarle. Otro déficit de alta gravedad del libertario, en un esquema con urnas que llegan vacías al recuento o telegramas que indican que todos los votos de una mesa, se inclinaron por Sergio Massa.

"El fraude en términos generales no incide en más de un 3% promedio en todo el país. En una elección con cinco candidatos es difícil que defina nada, pero en un mano a mano ajustado, es la presidencia, el triunfo o la derrota", sigue reflexionando el experimentado político que influye cada vez más en Milei.

¿Cómo están los números a dos semanas del balotaje?

Si bien es cierto que Bullrich contaba con estudios que indicaban que la mitad de sus votos, en caso de perder, migraría espontáneamente al economista, el otro cincuenta por ciento representa nada menos que doce puntos porcentuales. Sin su manifestación y la Macri a favor de votar a Milei, muchos hubiesen dudado o votado en blanco, tal vez, ni siquiera hubiesen asistido a sufragar. De este modo "perderemos de ahí un tres por ciento que es más radical, y otro dos por ciento que quedó muy herido por la violencia de la campaña. Pero tenemos un siete asegurado", concluyen en el espacio bulrrichista.

Massa y Milei disputan un balotaje voto a voto, según las encuestas
Massa y Milei disputan un balotaje voto a voto, según las encuestas

Esto lo pondría a Milei al borde de la presidencia con un 49% de los sufragios. De todos modos, en la Libertad Avanza aparecen algunas dudas. Si Massa, con el clásico manejo peronista de los "planes platita" y otros repartos de prebendas más cara a cara, consiguió recuperar un alto porcentaje de votos, en este lapso entre la general y la segunda vuelta, podría "comer" todavía más de ese sector social, que representó la base electoral del inolvidable triunfo del libertario en agosto.

Por eso, el discurso electoral recuperó algo de la mística de entonces: "La dolarización no se negocia" bramó el candidato la semana pasada. Y hace bien, la ilusión de algunos ciudadanos de pasar de cobrar cien mil pesos a cien mil dólares, fue uno de los secretos de su explosión y no es cuestión de andar desilusionando votantes ahora. Si claro, era tiempo de descartar el espanto: nada de perseguir minorías, ni de vender órganos o niños, menos todavía de privatizar ballenas.

Por el lado de Massa, la jugada consiste en tratar de mantener en marcha el exitoso camino que lo llevó al triunfo en octubre. Planteos de seriedad, llamado a la unidad nacional buscando votos ajenos, y más y más reparto de beneficios, incluso, anuncios en períodos prohibidos por la ley. Al cabo, ¿cuándo la Justicia Electoral sancionó a alguien por tal nimiedad? ¿A quién le importa la Justicia?

El trabajo de los punteros

Los punteros del conurbano aceitan el inicio del reparto de obsequios electorales, aunque en este caso, con algunas dudas. "Estos hijos de put… están más quietos, hay que cagarlos a palos", dicen en el Frente Renovador. "A ellos ya los eligieron, son intendentes o concejales electos, incluso Axel (Kicillof) consiguió su reelección por muerte, algo que también necesitaban porque de ahí sacan la guita. Es más complejo hacerlos moverse ahora", dice un massista de vieja data que conoce al dedillo al peronismo bonaerense. "Ojo que si no mueven el ojet…los que votaron a Milei en la PASO y a Sergio en la general, vuelven a Milei", asegura, inquieto.

Otros dentro del mismo espacio, dudan también de tanto coqueteo con los radicales. "Tenemos que ir a buscar a los de (Juan) Schiaretti, a la larga son peronistas" opinan. Sin embargo, en el mismo palo, otros opinan que: "No sirve para nada, la mayoría de esos son cordobeses, no nos van a votar jamás, se van a unir a la gran mayoría de esa provincia que voto a Milei, más de uno o dos puntos de Juan no nos vamos a quedar", indica con preocupación, una fuente cercana al tigrense.

Lo que sí está consiguiendo Massa es colocarse como punto. Las encuestas empiezan a dar encima a su contendiente, algo que el ministro de Economía trataba de forzar con fervor. "Yo no sé si es cábala o estrategia, pero Sergio opina que en agosto y en octubre, ganaron los que venían desde abajo y ahora volverá a pasar lo mismo".

No es una mala lectura, hace tiempo que el "voto ganador" no funciona como imán de más votantes, sino que, por el contrario, genera la necesidad de ciertos electores de respaldar al menos fuerte. No falta nada, pero falta un montón, todo está por verse.