Cristina Kirchner abrió nuevo conflicto con la Corte en el Senado: ¿opacó el "día histórico" de Massa?
La vicepresidenta Cristina Kirchner forzó y consiguió la aprobación en el Senado del pliego que extendía el mandato de Ana María Figueroa en la Cámara de Casación Penal, a pesar de que la Corte Suprema la dio por jubilada. La jugada abrió un nuevo conflicto de poderes pero además corrió el foco de la sesión en la que Sergio Massa esperaba ser el protagonista central.
Ocurre que, por el reglamento del Senado, los pliegos judiciales siempre se votan primero en una sesión. Así, el tema de la jueza Figueroa -que el kirchnerismo había intentado aprobar sin éxito antes de que cumpliera los 75 años, edad jubilatoria para los magistrados- se votó antes de que empezara el debate sobre la modificación del Impuesto a las Ganancias, una bandera de la campaña de Massa.
Para colmo, se votó dos veces y hubo empate en 35 votos, algo que no se registraba hace años en el Senado y por el impacto político del tema le quitó algo más de brillo al que iba a ser el tema central de la sesión o, al menos, el que más le interesaba al candidato presidencial del oficialismo, que había calificado el día de la sesión como un "día histórico". De hecho, Massa no fue a ver la votación, como sí había hecho en la Cámara de Diputados.
La decisión de Cristina Kirchner de insistir con el pliego de Figueroa en contra de la decisión de la Corte y en atención a su propia agenda político-judicial justo en la misma sesión para tratar el tema Ganancias solo se entiende por la dinámica de las pulseadas parlamentarias y por la debilidad que ya mostró el oficialismo tras perder la mayoría.
¿Por qué Cristina Kirchner puso a Figuroa en la sesión más esperada por Massa?
Al poner temas como Ganancias, Ley de Alquileres y otros que interesaban a senadores de otros bloques como o la creación de nuevas universidades y los pliegos de jueces y fiscales de provincias que vienen sufriendo las vacantes en el Poder Juicial, el oficialismo se aseguró que la sesión tuviera quórum y a partir de allí tejió acuerdos con un puñado de aliados.
El rechazo de Juntos por el Cambio al pliego de Figueroa -fundado en la cercanía que le atribuyen con el kirchhnerismo y en que el tribunal era el que tenía entre manos la reapertura de la causa Hotesur-Los Sauces que implica a la vicepresidenta- hizo que la bancada oficialista fracasara en varios intentos por aprobarlo. La sesión de Ganancias y Alquileres le dio una oportunidad a Cristina Kirchner para volver a intentarlo.
Si bien la jugada de Cristina Kirchner corrió el foco de la sesión, Massa no acusará recibo. No obstante, se notó su ausencia en el palco el recinto del Senado, en contraste con lo que hizo cuando el tema se trató en Diputados. En el oficialismo daban por hecho que la vicepresidenta le adelantó al candidato oficialista sus planes, según supo este portal.
En definitiva, el ministro de Economía igualmente se llevó lo que quería y tendrá su propio festejo este viernes en el acto que le organizó la CGT con ese fin. Además, lo hecho en el Senado no afecta en la práctica la posibilidad de Massa de expotar electoralmente el cambio en Ganancias.
La trastienda de la sesión: enojos en las bancas y una "picardía" de Juntos por el Cambio
A pesar de todo, en la primera votación el kirchhnerismo no logró tener mayoría porque tuvo varias bajas entre sus aliados habituales, como el rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana, quien se retiró molesta del recinto minutos antes de que se votara el pliego de Figueroa, según pudo constatar iProfesional.
Tras el empate, y sin Cristina Kirchner en el recinto (algo que remarcaron varios senadores opositores como el radical Alfredo Cornejo, que le reclamó que "ponga la cara"), desempató la presidenta provisional del Senado, la santiagueña Claudia Ledesma Abdala, esposa del gobernador Gerardo Zamora.
Además, el oficialismo tuvo un traspié antes. La bancada opositora hizo una moción para que el pliego de Figueroa se votara separado de los otros 32 pliegos judiciales, precisamente porque sabía que el Frente de Todos (Unión por la Patria) estaba flojo de votos para ese tema y logró aprobarla.
Esto fue porque cuando la senadora Guadalupe Tagliaferri presentó la moción -que debe votarse siempre de inmediato- varios senadores del Frente de Todos (Unión por la Patria) no estaban en sus bancas. La "picardía" fue obra de Martìn Lousteau, según deslizaron fuentes opositoras a este medio.
Conflicto con la Corte: ¿por qué el kirchnerismo insiste con Figueroa?
Esa jugada que incomodó al oficialismo y el empate posterior muestran que la bancada liderada por Cristina Kirchner ya no tiene la misma fuerza ni los mismos reflejos de otros tiempos. Varios opositores incluso chicanearon a sus colegas durante el resto del debate: "Los van a retar".
Conocedora de esas limitaciones, Cristina Kirchner no dudó en aprovechar la oportunidad que le brindó la sesión sobre Impuesto a las Ganancias y Ley de Alquileres para insistir con el pliego de Figueroa. Las razones son judiciales y también políticas, dado que es conocido el enfrentamiento que mantiene la vicepresidenta con la Corte Suprema.
Sin importarle que el máximo tribunal ordenó la jubilación de la camarista cuando el Senado no logró aprobar su pliego antes de que cumpliera los 75 años, ni tampoco que la Cámara de Casación Penal reabrió en el interín la causa Hotesur-Los Sauces, la vicepresidenta avanzó con el pliego.
Constitucionalistas como Félix Lonigro consideran que la aprobación del pliego es "nula" y "ateporal", pero con el pliego aprobado la jueza tiene una herramienta para pelear, ahora con apoyo del kirchnerismo, por su continuidad en la cámara a la que, eventualmente por efecto del proceso judicial, la causa Hotesur va a volver.
El pliego ahora irá al Consejo de la Magistratura, que deberá remitir el caso a la Corte. Se prevé que el máximo tribunal declare nulo lo actuado por el Senado. Nuevamente, un conflicto de poderes. La jueza podría apelar a la Corte Interamericana.
En la oposición creen que la jugada apunta a generar un barro de apelaciones, pedidos de nulidad y otras herramientas de pelea jurídica alrededor de la causa que preocupa a la vicepresidenta.