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La cabeza del Poder Judicial se siente amenazada por el kirchnerismo y ahora también por Milei, y se prepara para resistir

Frente a un nuevo proceso electoral, la Corte vuelve a enfrentar un desafío, y como le ocurre también a la clase política, el desafío es extraño, diferente
Por S.R.
25/09/2023 - 07:41hs
La cabeza del Poder Judicial se siente amenazada por el kirchnerismo y ahora también por Milei, y se prepara para resistir

Desde que el kirchnerismo llegó al poder, la Corte Suprema de Justicia vivió en medio de turbulencias permanentes. Primero, fue el deseo de Néstor Kirchner de terminar con la llamada "mayoría automática menemista", esos cinco jueces designados por el presidente riojano que solían votar siempre a conveniencia del Poder Ejecutivo. 

Pero destituidos estos, el gobierno no se contentó y fue por los demás. Le apuntó directamente al entonces ya anciano Carlos Fayt, que resistió fruto de su valentía y especialmente, de su inteligencia, y dimitió al 10 de diciembre de 2015, después de que Mauricio Macri ganase las elecciones: es decir, se fue cuando el kirchnerismo tuvo que dejar el poder derrotado en las urnas.

Ya sin aquellos jueces, de la mano de un Alberto Fernández que era "diferente", las huestes de Cristina volvieron al poder y esta vez, los ministros del más Alto Tribunal del país, volvieron a ser un objetivo político, especialmente su presidente, Horacio Rosatti. 

La explicación para esto es simple: los gobiernos populistas necesitan someter la ley a su imperio y no estar ellos al servicio de la ley como dicta el sistema democrático, simplemente porque las normas de carácter general y obligatorio suelen complicar sus objetivos políticos. Lo mejor, sería tener una Justicia adicta y carente de independencia, que siga sus lineamientos.

El nuevo desafío para la Corte

Ahora, frente a un nuevo proceso electoral, la Corte vuelve a enfrentar un desafío, y como le ocurre también a la clase política, el desafío es extraño, diferente, casi insólito. Por un lado, les resulta un misterio saber si, en caso de ser electo Sergio Massa, va a seguir la línea de confrontación kirchnerista, aunque sospechan que, en el mejor de los casos, su estilo de gobierno será similar y el enfrentamiento, inminente. Pero el que más les preocupa, claro, es Javier Milei.

"Es que nada de lo que dice que va a hacer es constitucional, vamos a tener que salir a cruzarlo desde el primer día. Vos imagínate que el tipo en serio quiere dolarizar y saque un decreto reemplazando la moneda nacional por el dólar. Los planteos van a llover y lo mejor sería que nos abocaremos para resolver la cosa de inmediato", dice un secretario del Alto Cuerpo, inquieto, en el lustroso pasillo del cuarto piso del Palacio de Tribunales.

Frente a un nuevo proceso electoral, la Corte vuelve a enfrentar un desafío
Frente a un nuevo proceso electoral, la Corte vuelve a enfrentar un desafío

La avocación es un mecanismo clásico del derecho administrativo que la Corte ha utilizado en algunas oportunidades, para lanzarse sobre un caso presentado en primera instancia y resolverlo de inmediato, evitando el largo proceso que requiere que una causa pase por todas las instancias.

Para peor, Milei parece estar preparando el terreno para su ataque fulminante contra el Tribunal. Esta no es una Corte cuestionada por fallos "poco ortodoxos" como los de aquella "mayoría automática", solo el kirchnerismo la ha combatido, pero en un combate que, en algún punto, los ministros del alto cuerpo, consideran leal.

¿Qué pasará con Milei y la Corte?

"Y mira, los tipos son jodidos, están todo el tiempo queriendo violar las normas a su gusto, pero cuando los parás, paran. No se, por caso, cuando les impedimos en medio del proceso electoral que se eligiera a los consejeros de la Magistratura por el voto popular, putearon pero acataron. Después te operan, no te mandan plata, te inician juicio político de la nada, pero antes, acatan", dice la fuente judicial.

"El problema con este tipo es que parece no estar dispuesto a acatar nada, ¿y entonces?. Si dolariza por decreto y lo invalidamos, ¿Qué pasa? Si cierra el Banco Central por la suya y sentenciamos que no es constitucional y lo cierra igual ¿Qué hacemos?. Claramente sería en ese caso un presidente de facto. ¿Y a quien llamamos, a la ONU?", ironiza un hombre muy cercano a los altos magistrados, desnudando la fragilidad del sistema.

Sin embargo y con todas esas dudas en el Tribunal no se amedrentan y están dispuestos a dar pelea. "Cavamos trincheras", dicen en el cuarto piso de Talcahuano 550. Mientras tanto, el candidato más autoritario que libertario, se ocupa de mostrar su alianza con el sindicalismo más rancio y en un acto público, brama que "Rosatti es aliado de los ladrones". Su argumento es que el Banco Central que emite pesos es usado por los políticos para robar y que el presidente de la Corte ha dicho que dolarizar no es constitucional.

Pero desnuda un perfil agresivo que va a materializarse de alcanzar el poder. "En definitiva el incumplimiento de los fallos es causal de juicio político, derivaremos la cosa al Congreso y allí tendrán que proceder conforme a la Constitución" dicen en los tensos pasillos del Palacio de Justicia, tratando de repartir la responsabilidad con otro de los poderes del Estado, donde Milei no tendría números para evitar una "resistencia institucional".

Milei  desnuda un perfil agresivo que va a materializarse de alcanzar el poder
Milei desnuda un perfil agresivo que, en tribunales temen, vaya a materializarse al alcanzar el poder

Este último término también se escucha entre la boiserie, los altos techos, y las clásicas arañas del Siglo XIX de los despachos de los ministros del cuerpo. "Al tipo claramente no le importa nada, mucho menos las instituciones de la república, lo que pasa es que en definitiva es lo único que nos queda, tengan o no prestigio social. Se autodenomina anarco capitalista, pero por lo que se ve, es un demagogo autoritario, un pretendido iluminado que busca la totalidad del poder, por acá no va a pasar" dice desafiante una fuente cortesana.

El personaje que ganó las PASO empieza a granjearse demasiados enemigos. Cuando se lo compara con Donald Trump o con Jair Bolsonaro, se omite que ambos fueron, al final del camino y al margen de la retórica desafiante, parte del sistema, ninguno de ambos se animó a avasallar a la Corte. Tampoco los Kirchner. En todo caso, los jueces que encabezan el Poder Judicial, no van a dejarse pasar por encima tan sencillamente.