El triunfo de JxC en Mendoza alienta la estrategia territorial de Bullrich, entre dudas sobre el "efecto Milei"
Las elecciones a gobernador de Mendoza le dieron a Patricia Bullrich exactamente lo que buscaba luego de los batacazos en Santa Fe y Chaco: mostrar tres victorias consecutivas de Juntos por el Cambio antes de las generales octubre para cobrar impulso en el tramo final y enfocarse, a partir de ahora, en convertir a las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos en los motores que la lleven al balotaje.
El radical Alfredo Cornejo, que ya gobernó la provincia entre 2015 y 2019, se impuso cómodamente con el 39% de los votos sobre Omar de Marchi, el diputado nacional del PRO que luego de romper con la coalición a nivel local para competir por afuera obtuvo el 29%. Durante la celebración, Cornejo fue categórico al pedirle "a los mendocinos" el voto en octubre "para la fórmula de Patricia Bullrich presidente y Luis Petri, mendocino, vicepresidente".
Y es que todo Juntos por el Cambio sabía que las elecciones en Mendoza eran clave para la estrategia nacional y la campaña de Bullrich, que quería tener para este domingo, en las últimas elecciones antes de las presidenciales, el tercer triunfo consecutivo y una nueva vidriera para mostrarse en racha ganadora en una de las cinco provincias con mayor cantidad de votantes.
Allí están, junto a Mendoza, Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires. Bullrich espera que las últimas tres, que eligen a sus autoridades el 22 de octubre, junto con las presidenciales, le den el empujón final para meterse en el balotaje y romper la expectativa de una elección polarizada entre el oficialista Sergio Massa y el libertario Javier Milei.
En las PASO nacionales, Milei ganó en Mendoza, como lo hizo en Santa Fe y en Córdoba. Otra razón por la que el triunfo de Cornejo era importante para la campaña de Bullrich. No obstante, los comicios volvieron a exponer el desafío que implica para Juntos por el Cambio trasladar los éxitos locales a la pelea nacional.
Triunfo de JxC en Mendoza: cómo sigue la estrategia de Bullrich
Cornejo le sacó 10 puntos de diferencia a De Marchi, que contó con el apoyo de los dirigentes locales referenciados en Milei (a pesar de que el candidato de La Libertad Avanza no apoyó a ningún postulante en la provincia). En un lejano tercer lugar con el 15% quedó Omar Parisi del Frente Elegí Mendoza, expresión local de Unión por la Patria.
Bullrich no dudó en capitalizar el triunfo al tiempo que destacó la seguidilla de victorias de Juntos por el Cambio que, además de retener Mendoza (donde gobierna la UCR desde 2015), le arrebató al peronismo Santa Fe, Chaco, Chubut, San Juan y San Luis en lo que va del año. "Hemos sido los únicos que le hemos hecho fuerza en todo el país al kirchnerismo", remarcó la candidata presidencial.
"Hoy, con el triunfo de Mendoza, quedan tres provincias: la Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos y la provincia de Buenos Aires. Con estas tres vamos a lograr un triunfo contundente en las elecciones nacionales", arengó Bullrich, quien mostró así su apuesta a que el peso de todos estos distritos en el padrón nacional logre cambiar en octubre la foto que dejaron las PASO, con Milei primero y apenas 2 puntos de diferencia entre las tres fuerzas más competitivas.
Como contó iProfesional, en Juntos por el Cambio creen que en las primarias de agosto las estructuras políticas de las provincias que manejan, gobernadores -en ejercicio y electos- e intendentes "no se movieron" lo suficiente en los distritos que separaron sus comicios de los nacionales y esto favoreció a Milei, pero que en octubre será distinto.
El resultado de Mendoza abre una gran interrogante sobre esa hipótesis, porque pone bajo la lupa la capacidad de reproducir en cada distrito, pero a nivel nacional, los triunfos locales. Es decir, si los candidatos locales pueden trasladar sus votos, en este caso, a Bullrich.
El interrogante del "factor Milei" para Juntos por el Cambio
En las PASO de agosto Milei le sacó 20 puntos de diferencia a Juntos por el Cambio a pesar de que la fuerza es ser gobierno a nivel local y, además, tiene a un referente provincial como Petri en la fórmula que encabeza Bullrich. Ahora, sin embargo, Cornejo se impuso con una ventaja de 10 puntos sobre De Marchi, que contaba con apoyo de sectores afines a Milei.
De alguna manera, el triunfo de Cornejo muestra que el "aparato", esto es la estructura política de la provincia, tiene peso. No obstante, también se desprende del resultado de Mendoza que De Marchi creció 8 puntos desde las primarias locales de junio. Un posible aporte del sector identificado como libertario y cercano a la figura de Milei.
Sin embargo, ese empuje no fue suficiente para De Marchi, ni siquiera después del triunfo que obtuvo en agosto el candidato de La Libertad Avanza en este distrito. Es decir que no hubo tanto votantes influenciados por el efecto del "caballo ganador".
La provincia le dejó así a Bullrich un lógico envión anímico para el 22 de octubre pero también algunos interrogantes clave para su estrategia: cuál es el poder real a nivel local de la sorpresiva victoria de Milei en las PASO y cuál es la verdadera capacidad de Cornejo, así como de los gobernadores recién electos y toda la estructura local que manejan, de trasladarle votos.
Por lo pronto, en Juntos por el Cambio creen que en octubre esos "aparatos" políticos empujarán con más énfasis que en agosto la candidatura de Bullrich porque se juegan también el ingreso de sus propios diputados y senadores nacionales al Congreso.
Es en ese contexto que la candidata presidencial de Juntos por el Cambio cuenta las provincias donde ya ganaron y mira con especial atención las que quedan por definir, en coincidencia con las elecciones nacionales.
Mendoza consolidó la expensación territorial de JxC: el nuevo mapa político
Por otro lado, el triunfo en las elecciones de Mendoza también consolidó el crecimiento territorial de Juntos por el Cambio, algo que también le sirve a Bullrich para reforzar uno de los ejes discursivos con los que intenta diferenciarse de Milei: el de la "capacidad" para llevar a cabo "el cambio profundo" que, a su criterio, quieren los argentinos.
La coalición opositora modificó sensiblemente este año el mapa político del país al ganar las provincias de Chaco, Chubut, San Juan, San Luis y Santa Fe, las cuales se suman a la Ciudad de Buenos Aires, Corrientes, Jujuy y Mendoza, donde ya era gobierno.
Con un protagonismo central de la UCR, empieza a tomar forma el armado de una nueva liga de gobernadores para medirse con la que históricamente tuvo el peronismo. Este nuevo polo será muy importante a partir de 2024 porque el esquema del poder "federal" es muy distinto a todo lo conocido hasta ahora.
Al tener ya 9 provincias bajo su bandera, Juntos por el Cambio se entusiasma gobernar la mitad del país para diciembre. Por eso Bullrich hizo crecer la expectativa sobre las elecciones de Entre Ríos, que coincidirán con las nacionales.
Si Rogelio Frigerio se impone allí, la alianza pasará a gobernar 10 distritos y el mapa político con el que se encontrará el futuro gobierno será muy distinto al actual. Igualmente, la coalición opositora le asigna una importancia central a la "madre de todas las batallas": la provincia Buenos Aires es considera clave para la gobernabilidad a partir de 2024.