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Otro audaz movimiento de Massa para arrancarle los u$s3.000 millones pendientes al FMI en noviembre: ¿llegará a tiempo?

Un equipo de técnicos busca la manera de compensar esos gastos enormes sin poner en peligro el desembolso pendiente. En qué consiste
20/09/2023 - 11:00hs
Otro audaz movimiento de Massa para arrancarle los u$s3.000 millones pendientes al FMI en noviembre: ¿llegará a tiempo?

Desde que el ministro candidato Sergio Massa arrancó su raid de anuncios a diestra y siniestra para tratar de entrar como sea al balotaje, comenzó el desfile de números para calcular cuánto costará el "Plan Platita".

Esa cuenta incluye por un lado lo que se dejará de recaudar, por ejemplo, eximiendo del pago de Ganancias a los empleados que más ganan -algo que el gobierno no había hecho en casi cuatro años de gestión- y desparramando bonos y sumas fijas para jubilados y empleados estatales, en una especie de fiesta al estilo de "todo por un voto".

Todo matizado con el colorido sistema de sorteos de electrodomésticos, motos y bicicletas, y el regreso del LoterIva, que supo ser furor en los ‘90.

A esto se sumó esta semana la devolución del IVA para las compras de alimentos por parte de jubilados y empleados con ingresos de hasta los $730.000.

Esta catarata de anuncios -Massa exige a su equipo hacer uno por día- suma la friolera de $3 billones al maltratado gasto público, sumando mayores erogaciones con pérdidas de ingresos por el festival de rebajas impositivas.

Pero mientras el candidato de Unión por la Patria se esmera en detallar hasta la última coma de las medidas populistas destinadas a repatriar a los votantes enojados que se fueron con Javier Milei, en el mayor de los sigilos un equipo de técnicos trabaja a todo vapor para tratar de hallar esos recovecos del Estado que representa gastos a veces enormes sin que haya una contraprestación en votos.

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¿Una "misión imposible"?: qué espera el Gobierno

Cuál es objetivo de esa misión que parece imposible: recuperar una parte de esos $3 billones, sea por mayor recaudación o ajustes del gastos en sectores de bajo perfil, para que cuando llegue el día de presentar los números al FMI se les pueda demostrar que, a pesar del Plan Platita, el déficit comprometido en las cuentas públicas se parece bastante a lo conversado inicialmente: 1,9% del PIB.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que al haber devaluado un 22% y tener una buena porción de ingresos por retenciones, vía exportaciones sobre todo de la agroindustria, ya de por sí se produce una licuación de una parte del gasto.

Pero, cuáles son los rubros en los que Massa analiza contener el gasto para afrontar los costos del paquete de medidas post devaluación.

El listado es largo, muy largo aseguran allegados a esos técnicos que tienen encomendado tal difícil misión. El principal objetivo es bajar el ritmo de ejecución de numerosas partidas en distintos ministerios. Una de esas decisiones ya se materializó y desató un conflicto diplomático. Paraguay acaba de decidir tomar el 100% de la energía producida por Yacyretá que les corresponde, con el argumento de que la Argentina tiene una deuda de u$s93 millones. Se llama patear la pelota para adelante. O para el próximo gobierno.

Pero, además, existe un listado de partidas presupuestarias en análisis. Dónde están esos tesoros ocultos: para empezar en gastos de capital, subsidios y partidas que actualmente tienen bajo nivel de ejecución y que no alcanzarían ejecución plena en lo que resta del año, por lo que el Estado podría conseguir de ese tipo de rubros algo de margen fiscal.

El mensaje sería: "Si no ejecutaste hasta ahora lo que se te asignó, perdiste. Hay elecciones". Massa pasará del debe al haber esos conceptos, que pueden representar cientos de millones de pesos en cada área, para exhibir un balance más aceptable para cuando llegue la hora de rendir otro examen ante el FMI.

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Cómo sería el ajuste

Hay muchos proyectos que se pueden reducir, sin tocar salarios ni obras de primera magnitud, explican en el equipo del ministro candidato.

Massa sonrió cuando le acercaron un informe en el cual se consigna que en los primeros ocho meses del año sólo se ejecutó poco más del 50% de algunos presupuestos. Ese nivel se debería haber alcanzado hacia fines de junio, por lo que subejecución es significativa.

Esto permitiría afrontar parte del costo del paquete fiscal con reasignaciones de partidas. Pero también con el  financiamiento que viene consiguiendo el Tesoro, aún a costa de pagar una tasa estratosférica del 170%.

Según dos estimaciones privadas, en agosto el Gobierno ya registraba un crecimiento del gasto en términos reales, de 3,6% interanual, incluso antes de la puesta en marcha del paquete de medidas.

Qué pasaría si no se pusiera en marcha esta audaz jugada. Desde la consultora Equilibra dicen que como consecuencia de las medidas anunciadas el déficit fiscal se estaría disparando hacia el 2,7% del Producto Bruto, muy por encima de lo prometido al Fondo.

Se estima que hasta ahora el festival de platita implementado por Massa representa alrededor del 1,1% del Producto Bruto, incluyendo las sumas fijas, la exención de Ganancias para asalariados desde octubre y la devolución del IVA.

Hasta julio, el déficit fiscal totaliza 1,2% del PBI, y todavía quedan por recorrer los meses de mayor gasto en la administración pública. Esto lleva a las principales consultoras a estimar que el rojo fiscal debería proyectarse al 3% del Producto, pero eso sin tener en cuenta los reacomodamientos que está analizando el equipo económico.

Massa deberá "hacer magia"

De todas maneras, si Massa pretende mostrarle al FMI que cumplió la meta de déficit de las cuentas públicas para liberar los poco más de u$s3.000 millones que quedaron pendientes de desembolso y que deberían llegar en noviembre, deberá hacer magia en serio.

Para la consultora Quantum, dirigida por Daniel Marx, "si la aplicación de las medidas se produjese en forma plena y en los tiempos previstos, el déficit primario de 2023 ascendería a 3,2% del PBI". El reporte explica que a pesar de que se registraría una mejora de ingresos por retenciones como producto de la devaluación del 14 de agosto, el resto de los gastos que suben debido a los anuncios dejarían un incremento del déficit de medio punto por encima de lo que ya venía fuera del programa.

En total, el Tesoro en el último trimestre necesita juntar $8,2 billones o el equivalente al 4,5% del PBI.

Según Miguel Angel Broda, el "Plan Platita" ya ubica el déficit fiscal en 3 puntos del PIB. Y lanza un pronóstico que grafica la magnitud del ajuste silencioso que debería encarar el ministro candidato: Broda dice que para cumplir con el objetivo pautado con el Fondo, el déficit primario tendría que caer más del 40% real en lo que queda del año. ¿Misión imposible?

No es el único frente abierto: los cálculos de Estudio Broda advierten que para cubrir el agujero fiscal hasta fin de año se requieren unos $4 billones de emisión monetaria. Es decir, seguir esmerilando un balance del Banco Central que hace agua por todos lados. Hará falta mucha magia por parte del gobierno que asuma el 10 de diciembre para dar vuelta esa pesada herencia. Algo así como una mezcla de las dotes de Harry Houdini y David Copperfield.

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