Candidatos, rumbo a octubre: así cambiaron las estrategias de Milei, Massa y Bullrich
Suele ocurrir, cuando uno toma mal el camino indicado, la española que viene escondida dentro del GPS nos informa que está recalculando para devolvernos a la ruta correcta. Pues los candidatos presidenciales están en esa línea.
Después del impacto de los resultados de la elección PASO, la cosa se trata de barajar y dar de nuevo, es otra campaña, son otros parámetros, otro partido.
Javier Milei: de rally mediático a "desaparecer"
El caso de Javier Milei es el que constituye el desbarranque más fantástico y requiere de un recálculo fenomenal, por eso desde hace unos días, se lo mantiene cuidadosamente guardado en un placard.
Es que la semana posterior a obtener un resultado electoral inesperado, pero para nada decisivo, el postulante se paseó por las señales de noticias, vanagloriándose de su mínima victoria como si hubiese sido enorme, y cometiendo todo tipo de errores propios de su incontinencia verbal. Hasta se ofreció a asumir la presidencia después de simplemente, ganar una interna donde no tuvo rival.
Además, paseó también por los medios a parte de sus equipos, muchos de los cuales debieron pagar costos por sus actividades pasadas, y ellos también desaparecieron del mapa esta semana. Mucha casta sin nombre rimbombante, pero casta al fin, ponía en peligro el futuro.
Incluso los propios periodistas y medios que visitaba, terminaban aterrorizados por las inquietudes del filoso economista, especialmente considerando su insistencia en aserrar la pauta pública y hacerla desaparecer. Sabido es que la mayoría de las empresas periodísticas tienen una dependencia terminal de esos ingresos.
El colmo se produjo cuando la propia Diana Mondino, asidua mediática, ratificó esas intenciones. "Si Mondino que es la racional de ellos, asegura que se terminó la pauta, al final es lo único de este tipo que va en serio", aseguraba un empresario del sistema en un cóctel a principios de semana.
Para peor, la mejor forma de mitigar sus errores iniciales fue empezar un proceso de autodesmentida que terminó en el ridículo. Ya no iba a cerrar el Banco Central, ya no dolarizaría, ni aplicaría los vouchers escolares. Ni nada. Cuando terminó de desmentirse, parecía que no había nada que Milei fuese a hacer en su primer mandato, con lo cual lo mejor, era desaparecer por un rato.
No es la primera vez que el hombre de la melena indescifrable toma una medida drástica por el estilo. Durante la campaña previa a las PASO, después del escándalo que desató su idea de legalizar la venta órganos, también hubo dos semanas en que el público descanso de su ira televisiva.
Habrá que ver ahora con que impronta reaparece, porque no puede permanecer oculto hasta la general, y como las posturas moderadas no son su fuerte, deberá encarrilar correctamente su energía si pretende no dilapidar todo lo que logró.
El recálculo de Patricia Bulrrich
Otra que retrocedió, agrupó sus fuerzas y ya relanzó, es Patricia Bullrich. A diferencia de su contendiente libertario, la candidata de Juntos por el Cambio se entregó con sus equipos a la evaluación y reflexión. Porque los resultados habían sido de la manera que fueron, que voto la gente, si las voluntades que acompañaron a unos y otros eran "votos duros", o podía apuntarse a pelearlos de cara a la general.
En ese proceso introspectivo, Bullrich y su equipo entendieron que el mensaje económico es crucial en esta campaña y que la candidata no es ducha en explicar las recetas que el país necesita para salir del pozo. Por lo tanto, buscaron para ello a un economista, con innegable respaldo de equipos técnicos y que además sea, un gran comunicador: Carlos Melconian.
En esa jugada, la ex ministra de Seguridad mostró también capacidad de hacer lo necesario. El economista líder de la Fundación Mediterránea es una personalidad fuerte y atractiva para los medios. "Te puede hacer perder protagonismo", le advirtieron. "Me importa un carajo el protagonismo, hay que ganar", indicó con su habitual vehemencia.
Ahora, la campaña tiene otro cariz. Hay un personaje que acepta el círculo rojo pero que a su vez puede explicar el plan económico con sencillez y eficiencia y que puede debatir esos temas, mano a mano con Milei.
Para toda la otra temática menos árida esta la propia Patricia. "Ella da cátedra en materia de seguridad, la gente la escucha y le cree. De esta forma, los dos principales temas que mas preocupan a la gente, están cubiertos", dicen satisfechos en el seno de su campaña.
El cambio de estrategia de Sergio Massa
Asimismo, Sergio Massa también encontró una estrategia. Al peronismo le costó entender que un tipo como Milei le hubiese quitado todos los votos que efectivamente le sacó en los estratos mas postergados de la sociedad. Pero al fin se convencieron, los sufragios perdidos no fueron al país del nunca jamás, se los llevó el libertario y hay que ir por ellos.
Por eso Massa también sabe que hacer ahora: combatir el discurso de quien ganó las PASO, aunque no su personalidad. Este último aspecto es un capital frente a sectores jóvenes que lo ven como un rebelde y aprecian esa disrupción, es preferible combatir su discurso, sus slogns sin contenido y, por supuesto, repartir dinero por todos lados a ver si resulta.
Al final del día y a la luz de los resultados del escrutinio definitivo, el triple empate fue más ajustado de los que parecía. Milei quedó arriba de Juntos por el Cambio por menos de dos puntos y el peronismo se colocó a menos de un punto de los liderados por Bullrich.
"Podrán decir lo que quieran, pero el primer partido terminó cero a cero, ahora hay que jugar la vuelta sin ningún resultado puesto, todo esta abierto" dicen en el PJ.
Algo parecido se explica en el nuevo bunker de Bullrich, la sede partidaria de la calle Balcarce al 400. "Acá, lo único que se resolvió es que (Horacio Rodríguez) Larreta quedó afuera, todo lo demás está por verse" aseguran enfáticos y envalentonados por el arribo de Melconian a sus filas.
Falta pasar mucha agua bajo el puente.