Ley de Alquileres: la reforma avanzó en Diputados, pero ahora enfrenta obstáculos en el Senado
Tras más de un año trabado, el proyecto de la oposición para reformar la polémica Ley de Alquileres y volver a los contratos de dos años finalmente tuvo media sanción en la Cámara de Diputados y ahora la expectativa se traslada al Senado, donde Juntos por el Cambio estaría cerca de reunir mayoría pero la disputa con el oficialismo le impone un nuevo obstáculo.
En la Cámara de Diputados, donde ningún sector tiene mayoría propia, el arco opositor realizó una tarea casi artesanal para juntar el quórum, primero, rechazar el dictamen del Frente de Todos (que no cambiaba el marco normativo actual) y por último, aprobar el suyo con 125 votos a favor, 112 en contra y 3 abstenciones.
Esa mayoría se logró con la unidad de Juntos por el Cambio y diputados "sueltos" de Provincias Unidas, Interbloque Federal y SER, pero requirió de negociaciones internas sobre la letra del proyecto que se mantuvieron hasta último minuto.
De hecho, cuando la sesión empezó Graciela Camaño todavía estaba redactando los cambios que garantizarían esa mayoría ante el rechazo del oficialismo y la deserción del diputado y candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, que ayudó en el quórum pero votó junto con el kirchnerismo, en contra del dictamen opositor.
La explicación de los libertarios la dio Carolina Píparo, quien sostuvo que el proyecto es "maquillaje" y que ellos insisten en derogar la ley actual, a pesar de que la oposición nunca tuvo la mayoría suficiente para eso y de hecho lo intentó al inicio de la sesión y no pudo.
Ley de Alquileres: ¿la oposición podrá avanzar con la reforma en el Senado?
A pesar de la postura de Milei, el arco opositor logró abrochar el acuerdo mediante un cambio clave al dictamen que ya tenía firmado desde junio de 2022: que el ajuste del precio se pueda acordar por períodos "no inferiores a los 4 meses". Ese piso antes era de 3 meses.
Esto destrabó el desacuerdo interno que había en la oposición y permitió que el dictamen avance hacia el Senado, donde ahora empieza otro juego. La Cámara alta que preside Cristina Kirchner está paralizada por la falta de acuerdo entre oficialismo y oposición y, como en Diputados, nadie tiene mayoría propia.
Eso se da en el recinto, pero en las comisiones -encargadas de darle dictamen a los proyectos- el kirchnerismo sí tiene mayoría. Allí se encuentra el primer obstáculo para que Juntos por el Cambio repita en el Senado lo que consiguió con mucha dificultad en Diputados.
Con los tiempos condicionados por la campaña electoral, la oposición deberá lograr primero que el oficialismo ponga el proyecto en la agenda de las comisiones y luego conseguir la firma del dictamen. Ciertamente, podrían firmar un dictamen en minoría, pero necesitará luego del acompañamiento de otros sectores para aprobar la reforma en el recinto.
Con 33 senadores de Juntos por el Cambio y 31 del Frente de Todos, el espacio opositor no tiene mucho lugar donde buscar aliados. Según fuentes del Senado consultadas por iProfesional, apostarán al rionegrino Alberto Weretilneck, cuyos diputados acompañaron la media sanción. Llegarían a 35 si suman a la misionera Magdalena Solari, cuyo espacio también apoyó la reforma en Diputados.
Sin embargo Juntos por el Cambio necesitaría en ese caso el apoyo de al menos 2 senadores del bloque Unidad Federal, escisión de la bancada oficialista, para alcanzar los 37 votos necesarios para tener quórum y blindar la aprobación de la iniciativa. Según supo este medio, en los próximos días empezará una conversación con ese espacio, pero el acuerdo está lejos.
Qué dice el proyecto con media sanción de Diputados
La Ley de Alquileres vigente desde 2020 estableció contratos de alquiler de 3 años con ajuste anual calculado sobre la combinación de los índices de inflación y de variación salarial. Para el sector de las inmobiliarias, estas condiciones generaron el derrumbe de la oferta de inmuebles y la disparada de los precios de base.
El proyecto aprobado en Diputados vuelve a los contratos de dos años y señala que el ajuste del valor será "con la periodicidad que acuerden las partes y por intervalos podrá realizarse por períodos "no inferiores a los 4 meses".
En tanto, el ajuste del precio también quedará sujeto al acuerdo entre partes "pudiendo aplicar a tales efectos el índice de precios al consumidor (IPC), el índice de precios mayorista (IPM) y/o el índice de salarios" e incluso, una combinación de cualquiera de todos ellos.
El proyecto establece además que no puede exigirse al inquilino o locatario el pago de alquileres anticipados ni depósitos de garantía superiores a un mes y ofrece distintas exenciones impositivas para tratar de alentar la oferta que, por ejemplo en la Capital Federal, se redujo a menos de 500 inmuebles.
En ese sentido, propone exenciones sobre el monotributo para los propietarios que no realicen más de tres actividades o no posean más de tres unidades de explotación y también para el pago del impuesto a los Bienes Personales sobre los bienes ofrecidos en alquiler "para casa-habitación, con contratos debidamente registrados", aunque con un tope a determinar según el valor del contrato.
La reforma, sin embargo, no conformó a toda la oposición. Parte del Interbloque Federal que encabeza Alejandro "Topo" Rodríguez se opuso porque pedían que se estableciera un índice específico para determinar el ajuste. Creen que, con la redacción que quedó, nada cambiará para los inquilinos.
"Al final, todo sirvió para que Juntos por el Cambio se cuelgue una medalla, el kirchnerismo se saque el tema de encima en la campaña, Milei despotrique contra la casta y ya", comentó ante iProfesional uno de los diputados de ese espacio al término de la sesión.