CRISIS ARGENTINA

Tras una semana de furia, Massa toma medidas para encarrilar la campaña rumbo a octubre

El ministro viaja a Washington e intenta generar certidumbre. Los precios no aflojan, mientras se buscan maneras de paliar el impacto en el bolsillo
POLÍTICA - 21 de Agosto, 2023

La semana post PASO se pareció al lanzamiento de un nuevo país, en términos políticos pero también en el escenario económico. Una semana de furia. Por la devaluación abrupta, por la suba del dólar blue y, sobre todo, por el fuerte incremento de los precios en distintos rubros, incluso en los alimentos de la canasta básica.

El triunfo de Javier Milei en las Primarias -un verdadero "cisne negro"- encendió una dinámica que ya venía compleja pero que se exacerbó. Dio lugar a un derrape en los precios de activos financieros que se habían revalorizado en las semanas anteriores descontando un triunfo de Juntos por el Cambio, que nunca llegó, y se completó con una devaluación del 22% que el Gobierno venía negando prácticamente a diario.

La aceleración inflacionaria y la falta de productos en diversos rubros le pone una cuota adicional a la gran incertidumbre.

Entre algunos funcionarios del gabinete económico reina el desconcierto. La decisión de la devaluación se mantuvo en total secreto, incluso entre los allegados a Sergio Massa. Sólo lo sabían los negociadores con el FMI, encabezados por el viceministro Gabriel Rubinstein.

La fuerte suba de las tasas de interés también sobresaltó a directores del Banco Central, que se enteraron a último momento de la decisión.

La salida de depósitos del lunes siguiente a las elecciones -en torno a los $330.000 millones, el 2,8% del total- enrareció el clima en los despachos oficiales. Las declaraciones de Massa, previniendo sobre un eventual "Plan Bonex" en caso de que Milei llegue a la Casa Rosada, llevó el nerviosismo al límite. 

La devaluación, una medida que pidió el FMI, según admitió Massa.

Sueldos y tarifas: nueva semana con medidas

Massa quiere poner fin a las "malas noticias" lo más rápido posible. La secretaria de Energía, Flavia Royón, adelantó que habrá nuevas subas de tarifas de luz y gas en las próximas semanas. No hay ninguna posibilidad de que el FMI dé luz verde al desembolso de u$s8.000 millones sin esa medida sobre la mesa.

El ministro viajará a Washington en las próximas horas, y se propone un cambio en la dinámica a partir de contar con aquellos u$s8.000 millones en las reservas del Banco Central.

Para la vuelta, ya con los dólares en el BCRA, el ministro hará anuncios que intentarán compensar los costos de la devaluación. No será nada fácil.

El objetivo fiscal firmado con el FMI le pone límites al rojo fiscal. No habrá ningún "plan platita", más allá de que el ministro quiera darle volumen a cada anuncio.

Tal como ya anticipó el propio ministro, habrá una suma fija para trabajadores. Todavía no estaba definido si incluiría a todos los agentes públicos. Massa no quiere entrar en cortocircuito con los intendentes del conurbano, que deberían plegarse a una medida de ese tipo a pesar de que las cuentas en algunas dependencias están severamente en colorado.

La relación del titular de Hacienda con varios jefes comunales del peronismo quedó lastimada luego de las elecciones del domingo 13. Algunos intendentes tuvieron hasta un 20% más de votos que Massa, y el ministro duda de la verdadera vocación de ellos.

El ministro candidato, ante el desafío de recomponer los ingresos de la población tras la devaluación.

En concreto, la idea del candidato oficialista es recomponer los salarios, en especial los más bajos, con sumas fijas, en tanto que también apuntará a mejorar los sueldos más altos con un relajamiento del impuesto a las Ganancias, algo ya anunciado.

También habría una actualización de la Asignación Universal por Hijo (AUH), que viene corriendo por detrás de la inflación.

Lo mismo ocurre con la tarjeta Alimentar, que se reparte entre sectores de la sociedad más postergados por la aceleración de la inflación.

La inflación, disparada

Ninguna de estas iniciativas podrán compensar la inflación de la primera quincena del mes. Ni siquiera alcanzará en el caso de que el Gobierno logre que las empresas de la alimentación moderen los aumentos post devaluación.

La inflación está nuevamente disparada. En el gabinete económico hablan directamente de "descontrol", al filo de una grave crisis.

Las consultoras económicas tomaron nota de esta dinámica. LCG midió un alza del 4,1% en esta última semana de agosto, aun cuando todavía no se midió el impacto lleno que tendrá el precio de la carne.

La inflación de agosto traerá malas noticias en medio de la campaña electoral.

Para la primera quincena, la inflación de los alimentos ya trepó al 7,5% según la consultora fundada por Martín Lousteau. 

Eco Go, dirigida por Marina Dal Poggetto, estima un IPC del 11% para este mes, nada menos.

Este escenario tendrá un correlato en la macro muy fuerte y pone en duda la eficacia de la devaluación auspiciada por el Fondo Monetario, según dijo el propio ministro. ¿Cuánto falta para que la oferta de dólares vuelva a secarse, no bien se detecte que el tipo de cambio mayorista de $350 vuelva a lucir barato?

La pregunta es inevitable: ¿habrá otra devaluación antes de las elecciones generales?

Te puede interesar

Secciones